La luz de la mejor generación de atletas venezolanos se apagó con la crisis
Caracas — En 2002, el presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013, llamó por primera vez “Generación de Oro” a los deportistas venezolanos al celebrar a la delegación que participó en los Juegos Suramericanos celebrados ese año en Brasil.
“Ustedes pertenecen a una generación de triunfadores y de triunfadoras, una generación de oro. De ustedes es la Venezuela de oro que estamos construyendo”, dijo entonces Chávez.
Y desde allí esa es “la marca” que identificaba a los deportistas venezolanos.
Pero hoy, la luz y el brillo de esa generación dorada parece haberse apagado por la severa crisis que atraviesa Venezuela y por los malos manejos deportivos.
En 1999, al comenzar la llamada revolución bolivariana, se le dio rango constitucional al deporte en Venezuela, con lo que se asume como política de Estado para garantizar “la atención integral” a la actividad deportiva.
Y así fue, primero en una etapa de 12 años en la que según el presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV), Eduardo Álvarez, “se notó suficiente recurso para la actividad deportiva y logros bien importantes, que todavía estamos recogiendo”, aseguró en entrevista con Efe.
Desde los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, Venezuela ha clasificado a 360 atletas a la máxima cita del olimpismo, pero solo ha conseguido siete medallas: tres bronces, dos platas y un oro, lo que se puede considerar un pésima relación de podios por atleta, pese al discurso triunfalista de la “generación de oro”.
En el mismo período, Colombia, solo por poner el ejemplo del principal rival en las citas regionales, ha llevado 415 deportistas que han ganado 21 medallas (cinco oros, seis platas y diez bronces).
Según Álvarez, en los últimos años se ha perdido “un 40 % las posibilidades de medallas” por las “muchas dificultades económicas para mantener a los equipos fuera del país en los entrenamientos”.
“El alto rendimiento tiene un volumen de entrenamientos y para nadie es un secreto que la alta competencia hoy es una suma de puntos y el que tiene mayor poder económico es el que puede clasificar”, sostuvo el máximo dirigente del olimpismo Venezolano.
Desde 2011 existe el Fondo Nacional del Deporte que, según explicó a Efe el Ministro de Deporte, Pedro Infante, “busca recaudar el 1 % de las ganancias netas” de las empresas con ingresos mayores a 21.000 unidades tributarias.
Además, el fondo “es manejado a discrecionalidad del Ejecutivo y no hay ningún tipo de control ciudadano ni rendición de cuentas a la Asamblea Nacional”, según un informe de Transparencia Venezuela de 2013, lo que dificulta conocer en qué se han usado esos recursos.
Venezuela ha perdido potencial, después de que, al menos, 28 delegaciones no se presentaran a distintos eventos internacionales en menos de dos años, todos bajo la gestión de Infante, que comenzó su mandato en 2014.
Todas las ausencias recientes, dijo el ministro, se deben al “bloqueo financiero” que, asegura, sufre Venezuela.
El retroceso también se ve en eventos.
Los Juegos Deportivos Nacionales, que se celebraron de manera bienal entre 1999 y 2007, están suspendidos desde 2013; la edición número 20 estaba prevista para agosto de 2017 y luego para febrero de 2018 cuando Infante dijo que se le asignaría una fecha después de las elecciones del 20 de mayo, pero la promesa no se ha cumplido.
Otra promesa incumplida son las instalaciones deportivas.
El Parque Hugo Chávez, en Caracas, comenzó a construirse en el año 2013, se esperaba que incluyera un terminal que sería el más grande de Suramérica, un estadio de fútbol para 55.000 espectadores, uno de béisbol para 35.000 y un gimnasio múltiple para baloncesto, voleibol y fútbol sala.
Cinco años después, Efe ha podido constatar que solo se observan movimientos de tierra y el armazón de lo que serían las tribunas del estadio de béisbol.
Por su parte, Álvarez está consciente de que el atletismo necesita mejorar sus pistas pues, las pocas que hay, están seriamente afectadas por el uso reiterado.
El deporte profesional pareciera vivir en una relativa burbuja de bienestar, pero en los últimos años las principales ligas profesionales se han visto afectadas por recortes y demás problemas económicos.
Al cumplirse los 20 años del comienzo de la revolución, Venezuela perdió la sede de la Serie del Caribe por segundo año seguido debido a la crisis económica y la tensión política del país.
Aunque la propaganda insiste, es poco lo que se puede decir de estos 20 años generación deportiva en los que más que pulir, el “oro” se ha oxidado.