Australia demanda a Tailandia que libere al futbolista bareiní retenido
Sídney (Australia) — El Gobierno de Australia reiteró hoy su demanda para lograr la liberación del futbolista bareiní Hakeem al Araibi, quien tiene concedido asilo en el país oceánico, detenido en Tailandia desde el pasado noviembre.
“El señor Al Araibi es un refugiado y un residente permanente de Australia y el Gobierno está profundamente preocupado por su prolongada detención en Tailandia”, dijo en un comunicado la ministra de Exteriores, Marise Payne.
Al Araibi debería retornar a casa “para estar con sus amigos y familiares”, señaló la canciller.
Payne recordó que la oficina del Fiscal General de Tailandia ha confirmado públicamente que la Ley de Extradición de ese país permite usar en estos casos poderes ejecutivos discrecionales y reiteró que el Gobierno australiano seguirá abogando “al más alto nivel en Tailandia y Bareín” para la liberación del deportista.
El comunicado de la ministra se emite un día después de que un tribunal de justicia de Bangkok extendiera la detención al Araibi hasta el 22 de abril, cuando está previsto que presente sus argumentos en contra de la solicitud de extradición emitida por Baréin.
Por su lado, el excapitán de la selección australiana de fútbol Craig Foster, quien lidera una campaña internacional para apoyar a Al Araibi, que incluye a la FIFA y el Comité Olímpico Internacional (COI), dijo la víspera que se debería amenazar a Baréin y Tailandia con su expulsión inmediata del mundo deportivo.
“Si bien tenemos representación diplomática en esta sala, es claro que tiene poco efecto en Tailandia (...) Lo que sucedió hoy, particularmente cuando fue trasladado en grilletes, va realmente a que la comunidad futbolística ponga una fuerte presión sobre ellos (Bareín y Tailandia)”, dijo Foster a la agencia AAP.
Al Araibi, exjugador de la selección de Baréin, fue detenido el pasado 27 de noviembre al llegar a Bangkok de luna de miel con su esposa desde Melbourne debido a una alerta de Interpol que luego fue retirada.
No obstante, al encontrarse ya bajo arresto, las autoridades bareiníes se apresuraron a pedir su extradición, aunque no fue hasta la semana pasada cuando presentaron el pedido oficial.
Tailandia no es signataria de la Convención de la ONU para los refugiados y ha sido criticada por enviar a refugiados y solicitantes de asilo a países donde se enfrentan a persecución e incluso a tortura.