Sánchez Berzaín pide esclarecer quién mató a la gente en Bolivia en 2003
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Miami — El exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín opina que si la justicia estadounidense ha avalado hoy que el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada actuó conforme a la ley en las protestas de 2003, la pregunta que hay que responder ahora es quiénes fueron entonces los responsables de las muertes.
Para Sánchez Berzaín, que era ministro de Defensa en 2003, está claro que los responsables de las muertes, en torno a 70, hay que buscarlos entre las fuerzas internas y externas que contribuyeron al “derrocamiento del Gobierno democrático de Sánchez de Lozada”, señaló hoy en una entrevista telefónica con Efe.
Entre las fuerzas internas mencionó a Evo Morales , actual presidente de Bolivia, Felipe Quispe, líder aymara, y al expresidente Carlos Mesa, y entre las externas a Cuba, Venezuela, las FARC y el Gobierno de Perú, entonces presidido por Alejandro Toledo, que hoy está prófugo de la justicia peruana.
“El Gobierno peruano infiltró” los movimientos que organizaron las protestas de la llamada “guerra del gas”, aseveró.
Sánchez de Berzaín concedió una entrevista a Efe poco después de que el juez James I. Cohn aprobase una moción planteada por sus abogados y los de Sánchez de Lozada en contra del veredicto de un jurado que el mes pasado los responsabilizó a ambos de la muerte de ocho personas en las protestas que en 2003 llevaron a que cayera el Gobierno boliviano.
El juicio civil celebrado en los tribunales de Fort Lauderdale (sur de Florida) se deriva de una demanda presentada en Estados Unidos por los familiares de ocho de las personas que murieron en aquellas protestas que convulsionaron a Bolivia.
El juez, que ya había mostrado su disconformidad con el fallo del jurado, determinó hoy que “los demandantes no presentaron ninguna evidencia” de un “plan concebido para matar civiles”.
Cohn anticipó que “emitirá un fallo final por separado a favor de los demandados consistente” con la decisión de hoy.
Sánchez Berzaín, que esta asilado en EE.UU. desde 2003, al igual que Sánchez de Lozada, se mostró satisfecho y, aunque dio por seguro que los demandantes apelarán, no les auguró éxito alguno.
“No hay juez sobre la Tierra” que con los datos aportados por los demandantes pueda emitir un fallo diferente al de Cohn, dijo.
“Es un fallo que refleja la realidad de los hechos” acaecidos en Bolivia en octubre de 2003, aseveró.
El exministro, abogado de profesión, indicó que el juez ha avalado que “el gobierno democrático de Sánchez de Lozada procedió en el marco del estado de derecho” en medio de la “conspiración” para derribarlo.
A juicio del exministro, los que ahora detentan el poder en Bolivia, que, según dijo, son los mismos que los derrocaron a ellos, han tratado de presentarlos a él y al expresidente como “violadores de los derechos humanos y la ley”, pero el juez Cohn no les ha dado la razón.
Sánchez Berzaín destacó que lo que el Gobierno de Sánchez de Lozada hizo fue cumplir con la obligaciones que le imponía el estado de derecho para afrontar aquella situación.
“Las balas que mataron a la gente no fueron de la policía o el Ejército”, subrayó, por eso ahora, una vez que se consolide el fallo del juez Cohn, debería entrarse en una “etapa política” para exigir responsabilidades.
El exministro reclamó a Morales, que fue uno de los líderes de las protestas y hoy, según sus palabras, encabeza un “régimen dictatorial”, que responda al interrogante que plantea la decisión de Cohn: “si no fuimos nosotros los que matamos a la gente, ¿quién fue?”.
También el expresidente Sánchez de Lozada dijo hoy en una declaración enviada a Efe que anhela que “un día no lejano se sepa y acepte toda la verdad” de aquellos hechos.
“Creemos que este momento nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre lo sucedido, de orar por los que fueron afectados por la violencia, y comprometernos a que esta tragedia nunca más se repita”, señaló.