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Revive el terror 32 años después

“Volvemos a vivir lo mismo, lo mismo, no puede ser”, dijo Jorge Tapia, de 70 años, conteniendo el llanto.

Con cubrebocas y las manos temblorosas el hombre ayudaba a remover los escombros de un edificio que colapsó ayer en la Colonia Residencial Emperadores, en la Delegación Benito Juárez, tras el sismo registrado ayer.

Jorge vive en la Delegación Magdalena Contreras, donde la mañana del 19 de septiembre de 1985 se protegió y cuidó de sus hijos cuando el terremoto se suscitó, pero ahora, 32 años después, el destino lo llevó a ayudar a las personas atrapadas en los restos del edificio marcado con el 915 en la Calle Prolongación Petén.

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“Yo sólo vine a una tienda a comprar material aquí a unas calles y cuando vi que se estaba cayendo (el inmueble) vine a ayudar”, contó Jorge, “fue una casualidad estar aquí, pero es una verdadera satisfacción quedarme a apoyar aunque tenga pocas fuerzas”.

Al igual que Él, cientos de personas llegaban a contribuir al rescate de los habitantes del edificio de seis pisos con lo que pudieran... cubetas, palas, agua, comida, cubrebocas, carros de supermercados, palos, con sólo sus manos y todas las ganas de contribuir, todo era bien recibido.

Entre olor a gas debido a las fugas los voluntarios laboraban para encontrar a las personas desaparecidas.

Cada que alguien levantaba las manos los demás guardaban silencio para poder escuchar si entre los escombros había alguien con vida.

Entre aplausos, fueron rescatadas tres personas, pero con caras de tristeza se recibieron los cuerpos de dos mujeres que no sobrevivieron el desplome de sus departamentos.

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