Anuncio

La reaparición de Augusto Falcón, el último “cowboy de la cocaína”, que pasó escondido 26 años

Esposado de brazos y piernas, la barba algo crecida y vestido con el clásico uniforme marrón de la cárcel federal de Miami. Así reapareció el último de los “cowboys de la cocaína”.

Gustavo “Taby” Falcón había logrado burlar a la justicia de Estados Unidos durante 26 años, pero le llegó el turno.

Es acusado de ser parte de un grupo que, codo a codo con el cartel de Medellín de Pablo Escobar y otras organizaciones de narcotraficantes, introdujo toneladas de cocaína a territorio estadounidense y sembró el terror en las calles de Miami con cientos de asesinatos y ajustes de cuentas.

Su juicio debía comenzar a mediados de 1991, cuando fue acusado en un tribunal del sur de Florida por conspirar, importar y distribuir sustancias controladas obteniendo ganancias millonarias y decenas de propiedades.

Sin embargo Taby, quien ahora tiene 55 años, literalmente desapareció.

Las autoridades sospechaban que se encontraba en México, Colombia, o de vuelta en su Cuba natal, pero todo este tiempo estuvo mucho más cerca de lo que creyeron utilizando identificación y documentos falsos.

Anuncio

No se supo nada de él por más de un cuarto de siglo, hasta que fue arrestado hace dos semanas en la localidad de Kissimmee, muy cerca de Orlando, Florida.

Ahora duerme en un Centro de Detención Federal ubicado en el centro de Miami, la ciudad que los “cowboys (o vaqueros) de la cocaína” cambiaron para siempre hace más de 30 años.

El momento de la captura

La captura se produjo el 12 de abril, cuando el antiguo “vaquero” salió a dar un paseo en bicicleta con su esposa.

El inspector Barry Golden, portavoz del Cuerpo de Alguaciles del Sur de Florida, que rastreó y capturó a Falcón, relató a BBC Mundo cómo fue el momento de la captura de Taby.

“Inicialmente nos dio el nombre falso que estuvo usando y mantuvo esa postura por 10 minutos. Los alguaciles que lo pusieron en custodia le dijeron que sólo era cuestión de tiempo para probar exactamente quién era él. Por ello admitió su verdadera identidad: Gustavo Falcón”, recordó Golden.

Taby utilizaba documentación falsa bajo el nombre de Luis André Reiss.

Su esposa y dos hijos también poseían identificaciones falsas.

El Cuerpo de Alguaciles del Sur de Florida detectó a Falcón unas semanas antes de su captura, pero la pista que los llevó hacia él surgió hace más de tres años.

Un accidente de tráfico en 2013 protagonizado por Taby y en el que usó su licencia de conducir falsa lo puso de nuevo en la mira.

“La identificación fraudulenta que usaba Falcón tenía la dirección de una casa en Hialeah, en Miami, vinculada a él. Después de más investigaciones descubrimos que se vio involucrado en un choque de auto en 2013 en Kissimmee, Florida, y usó la misma identificación. Por eso nos concentramos en esa área”, explicó Golden.

El arresto de Falcón, después de 26 años de fuga, sucedió a pocas cuadras de la casa que él y su esposa alquilaban en Kissimmee.

Lo hizo bien estando por debajo del radar tanto tiempo, pero no puedes ser un fugitivo para siempre. Tu día llega tarde o temprano”, señaló el alguacil.

La persecución a Falcón no paró nunca. En 2004 se solicitó su rastreo a autoridades mexicanas y desde 2008 se encontraba en la lista de los más buscados de Estados Unidos.

Inmediatamente después del arresto, el Cuerpo de Alguaciles anunció que había caído el último “cowboy de la cocaína”.

Tiempos violentos

Durante la denominada guerra de las drogas en el sur de Florida, Miami era considerada la capital de los asesinatos de Estados Unidos y la capital mundial de las drogas.

Lo que ahora es una turística metrópoli sinónimo de diversión, playa y despilfarro, en la década del 80 era la principal puerta de acceso a EE.UU. para la marihuana y la cocaína que llegaba de Sudamérica.

Reportes policiales de la época señalan que en 1980 se registraron 573 asesinatos en Miami. En 1981, la cifra subió a 621.

Era la ciudad más peligrosa del mundo en ese entonces, azotada por pandillas y bandas compuestas en su mayoría por cubanos, colombianos y estadounidenses que se disputaban el control del cada día más lucrativo negocio del narcotráfico.

Sin embargo, el narco y los “vaqueros” no sólo regaron la ciudad con sangre.

También sembraron decenas de rascacielos, discotecas, atracciones turísticas y dispararon la construcción para lavar los miles de millones de dólares que recibían por el tráfico de drogas.

En esos días de balaceras diarias, comparaban a la ciudad con el salvaje viejo oeste del siglo XIX.

Así surgió el nombre de los “cowboys de la cocaína”.


Los Falcón

Pocos días después de su arresto, una juez de Orlando dispuso el traslado de Gustavo Falcón a Miami, donde la justicia lo reclamaba desde hacía más de un cuarto de siglo.

En 1991, después de años de negocios, asesinatos y millonarias ganancias, Taby y otros “vaqueros” fueron acusados en un tribunal del sur de Florida por conspirar, importar y distribuir sustancias controladas.

Anuncio