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Ambientalistas rechazan Reforma Permiso porque afloja protecciones naturales

Organizaciones comunitarias y ambientalistas rechazaron hoy el proyecto de Reforma de Permisos del Gobierno local, porque presuntamente debilitarían las protecciones en áreas naturales y comunales de la isla.

En un comunicado de prensa, varios ambientalistas, entre ellos, el profesor Pedro Saadé, denunciaron los Proyectos del Senado 310 y de la Cámara 752, porque “abandonan o debilitan protecciones en otras áreas naturales y comunales”.

Los organismos manifiestan además su rechazo porque los proyectos le adjudican los poderes al director ejecutivo de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).

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“Este proyecto pone en peligro la salud y los recursos naturales de nuestro país, puesto que irresponsablemente estipula unos términos arbitrarios para las evaluaciones ambientales, y autoriza a OGPe a aprobar los proyectos una vez expire dicho término, aunque no se hayan terminado las evaluaciones”, dijo Saadé.

“Aceptamos que los permisos de usos son necesarios para cambios o reformas para estructuras en zonas urbanas y para acelerar negocios en ellas, sin afectar la paz vecinal, pero ambos proyectos van mucho más allá de lo necesario al abandonar o debilitar protecciones en otras áreas naturales y comunales”, continuó.

Ruth Santiago, del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, rechazó los proyectos legislativos porque perpetúan la aprobación de permisos “fast track” “deficientes que tantos desastres han provocado en nuestra isla, como otorgar permisos y permitir la construcción de urbanizaciones en zonas inundables”.

Y de acuerdo con Myrna Conty, de la Coalición Anti Incineración, las medidas establecerían multas administrativas de entre 50.000 y 100.000 dólares por cada infracción a personas que infrinjan las condiciones de permisos otorgados, y/o limite, obstruya, paralice o invada una actividad de construcción o uso autorizado.

“De esa manera, cuando se limita la información y cuando se presume que toda impugnación que hagamos es frívola, la alternativa que nos queda ante esta amenaza, es tirarnos a la calle para protestar en defensa de nuestras comunidades, de nuestros recursos naturales y de nuestro derecho a la manifestación pública”, afirmó.

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