Ydáñez expone en México “Las cenizas del ruiseñor”, un diálogo con clásicos
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México — El pintor español Santiago Ydáñez inaugura en México “Las cenizas del ruiseñor”, su particular reinterpretación de varias obras de la colección del Museo Lázaro Galdiano de Madrid en la que abundan expresivos animales y paisajes, que conjunta con piezas de coleccionista.
“Son una serie de pinturas grandes, unas ocho, más una quincena de retratos y tres urnas; dos tienen objetos de distinta índole y en la tercera hay libros”, dijo a Efe Ydáñez (Puente de Génave, Jaén, 1967).
Con la fuerza pictórica que caracteriza al jienense, la exhibición se presentará mañana en el Centro Cultural de España de la Ciudad de México, y tiene su antecedente en una exposición ya realizada en el Lázaro Galdiano.
El título proviene de una de las piezas de la colección del museo: una delicada urna funeraria de mármol que rinde tributo a un ruiseñor.
La historia cuenta que una noble romana tenía “una avecilla cantora que se le murió, estaba enamorada de ella y le construyó una urna de mármol maravillosa”, explicó Ydáñez.
En el Renacimiento (siglos XV y XVI) se construyó una réplica del mismo objeto, que hoy tiene el museo y que Ydáñez, siglos más tarde, se atreve a reinterpretar en una pintura de tres metros de una urna en la que cambia el ruiseñor por un cuervo albino.
Para este proyecto el artista prestó una atención especial a los animales y la naturaleza que aparecen en buena parte de la colección de pintura del museo.
El artista reconstruyó un universo propio a partir de piezas de Brueghel el Joven o El Bosco, entre otros exponentes flamencos, además de dejar su propia huella en retratos barrocos o románticos, e incluso se inspiró en otras obras que no pertenecen al museo madrileño.
Es el caso de “La Balsa de la Medusa” de Théodore Géricault, que Ydáñez considera un referente en la historia del arte, y que en su lienzo ha vaciado de personajes convirtiendo en protagonista único a un perro, con el que expresa la simbiosis entre el hombre y el animal.
Fue todo un reto: “Es complicado, porque estás participando y reinterpretando piezas, y algunas de ellas son maravillosas y no puedes hacerlas igual. Pero yo lo he hecho de una manera muy natural porque ya estaba interviniendo objetos desde el 2013”, indicó.
Una parte importante de la exhibición -hecha “ex profeso” por el artista- son objetos como cubertería, joyeros y tejidos con los que se establece un nuevo diálogo; esta vez no hacia obras del pasado, sino entre disciplinas y elementos.
“Fui comprando ese tipo de objetos, de lujo casi todos, e interviniendo las piezas”, que se podrán ver expuestos en vitrinas, remarcó el artista.
Para el comisario de “Las cenizas del ruiseñor”, Rafael Doctor, la exposición es un “trabajo espléndido centrado en ver y observar los paisajes y animales de la colección”.
Esta exposición se presentó en España en el marco de Capital Animal, proyecto cofundado por Doctor que aúna cultura, arte y pensamiento para denunciar las injusticias padecidas por los animales en el mundo actual.
La muestra se podrá visitar en el Centro Cultural de España en México del 9 de febrero al 23 de abril, y a continuación viajará por otros tres países, informó Ydáñez.
El pintor de Jaén comenzó su trayectoria a finales de los años 90 y es hoy considerado un referente del arte contemporáneo en la pintura española, con una extensa trayectoria y proyección internacional.
Ha realizado numerosas exhibiciones en España, Italia, Suiza, Alemania, EE.UU. y también México, y en la actualidad vive y trabaja entre España y Alemania.
Su obra forma parte de varias colecciones públicas, entra ellas la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.