Astrofísicos, ingenieros, biólogos, entre otros muchos científicos juegan en lo que ellos llaman con orgullo la Liga Nerd.
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Lo primero que notas sobre la liga de fútbol del domingo en Caltech es cuánto tiempo pasa la pelota en el suelo. El cabeceo no es ilegal aquí, pero nadie lo hace.
“No uso la cabeza”, dijo Paolo Celli, un estudiante de posdoctorado en ingeniería mecánica de Italia. “La pelota es súper dura”.
Y dado que Celli y otros jugadores de la llamada Liga Nerd son súper inteligentes, no es exactamente una ciencia decir que proteger sus cerebros es mucho más importante que el resultado de un partido.
Pero eso no significa que los jugadores no usen sus cabezas.
“Si lo piensas”, dijo Vahag Karayan, de 44 años, experto en ingeniería eléctrica que fue parte del equipo original de Mars Rover en JPL, “tenemos más maestrías y doctorados que cualquier otra liga”.
Las bromas que se hacen entre si lo demuestran. ¿En qué otra liga se atribuirían los malos disparos al arco como producto de una mala vectorización?
“Es muy probable que escuche sobre los algoritmos de codificación detrás de un sistema de realidad virtual o viajes interestelares o eras geológicas en el medio tiempo como si escuchara cualquier estrategia de fútbol”, dijo Harry Atwater, un profesor de física aplicada y de renombre mundial que juega como delantero.
La liga Caltech, que ha existido durante aproximadamente cuatro décadas, tiene siete equipos con nombres como Cataclysmic Variables, IcyGood y Cosmics, este último no se parece al Cosmos, el equipo profesional de Nueva York para el que el legendario Pelé jugó una vez.
Los equipos compiten en una temporada de otoño de 10 semanas y una temporada de primavera de cinco meses, y cada equipo representa un área de estudio como astronomía, biofísica o aeroespacial.
Los jugadores, que provienen de casi dos docenas de países, tienen edades comprendidas entre los 20 y los 63 años de edad que tiene el portero Chad Edwards, un ingeniero de la NASA. Y debido a que muchos de ellos son científicos vinculados a Caltech o al cercano Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, la liga, como el universo, tiene reglas objetivas: sin tacleadas, sin protestas y cualquier jugador que reciba una tarjeta roja debe abandonar la instalación de inmediato.
Aparte de eso, es como la Copa del Mundo.
Bueno, en realidad no.
De hecho, cuando los Cosmics y SOPS (Society of Professional Students) se reunieron en una tarde de noviembre en un juego con implicaciones de campeonato, el tamaño y la forma de la pelota era lo único que recordaba la Copa del Mundo.
Sin embargo, estaba claro que ambas partes estaban compitiendo por algo más que los derechos de fanfarronear en la próxima convención aeroespacial. En la segunda mitad, Matt Heverly, un centrocampista de Cosmics, chocó con el robusto capitán de SOPS Taeho Kim, una colisión que envió a Heverly al margen de la cancha para asegurarse de que no se había mordido el extremo de la lengua. (No lo había hecho)
Bob Gutzman, hijo de un químico, que toca la viola en la orquesta Caltech y mediocampista de los Cosmics, describió la colisión de esta manera. “F = ma. La fuerza es igual a la masa multiplicada por la aceleración. No tienes mucho m”, le dijo a Heverly. “Así que necesitas mucho más a”.
Los uniformes eran tan desiguales como el juego, con jugadores en camisetas y pantalones cortos que no coincidían combinando con pases alrededor de un campo de hierba lleno de baches. Algunas de las camisetas rojas de SOPS tienen un guion de “Ernie” en el frente, un guiño al dueño de un restaurante del vecindario que pagó por las camisetas.
El centro de la camiseta azul real de Cosmics presenta una pequeña estructura atómica con un balón de fútbol como núcleo.
“Estamos patrocinados por el universo”, explicó un jugador.
La liga, mientras tanto, está patrocinada por la universidad, que también tiene 16 equipos intercolegiales, ocho para hombres, ocho para mujeres, y siete deportes intramuros, que incluyen flag football, kickball y dodgeball.
Los deportes han demostrado ser una distracción vital en una institución cuyos alumnos, profesores e investigadores incluyen 38 ganadores del Premio Nobel. “He jugado baloncesto con varios ganadores del Premio Nobel”, aseguró Atwater, pionero en nanofotónica y plasmónica.
“He estado jugando fútbol durante 35 años”, dijo Atwater, de 59 años, que ha estado en la liga Caltech tanto tiempo que una vez aplastó a un jugador contrario que había entrenado años antes en la Organización Estadounidense de Fútbol Juvenil. “El fútbol es definitivamente una de las prioridades de mi vida personal”.
El equipo de Atwater es el Cambrian Explosion, una mezcla de jugadores de los departamentos de geología y física aplicada. Pero no dejes que los nombres divertidos del equipo y los títulos avanzados te engañen, dijo.
“Si te quedas con los científicos y la gente de Caltech por un tiempo, te das cuenta de que se toman muy en serio muchas cosas”, dijo. “Una vez que entras al campo de fútbol, es un desafío como cualquier desafío científico. Y tienes que estar a la altura del desafío.
Pero también intentas mantener la pelota lejos de tu cabeza.
“Jugamos bastante duro, pero diría que todos saben que tienes que ir a trabajar por la mañana”, dijo Atwater.
Aunque la competencia puede ser feroz a veces, ganar nunca ha sido el objetivo de la Liga Nerd. Para las personas que pasan tanto tiempo contemplando enigmas molestos y aparentemente sin resolver, la simple recompensa es patear una pelota alrededor de un campo.
“Me ayuda a pasar la semana”, dijo Alexey Pankine, un defensor ruso, cuya tesis fue sobre las tormentas de polvo marcianas y que ha estado jugando en la liga durante 25 años. “Trabajo con datos de naves espaciales, así que paso mucho tiempo frente a una computadora. Es importante durante el fin de semana salir, ver personas reales, hablar, estar bajo el sol “.
La liga es oficialmente mixta, pero a pesar de que un tercio de los estudiantes de Caltech son mujeres, pocas juegan, lo que refleja su representación insuficiente en la vida real en ciencia, tecnología e ingeniería. Pero entre las mujeres que toman el campo los domingos está Rachel Banks, una estudiante graduada en biofísica.
“El fútbol es una muy buena salida. Mi vida es la investigación y el fútbol “, dijo Banks, quien continuó jugando incluso después de romperse la muñeca derecha y detener un disparo. “[Pero] puede ser intimidante para las mujeres porque son principalmente hombres”.
En sus primeros juegos, dijo Banks, los oponentes tenían miedo de tocarla, por lo que comenzó a chocar con ellos para demostrar que podía jugar. El yeso en su antebrazo luego sirvió para el mismo propósito.
Muchos en la liga compitieron por universidades estadounidenses o en varios niveles en Europa. Marcello Gori, el delantero de puntaje más alto de los Cosmics, jugó en ligas amateurs en Italia antes de comenzar su trabajo postdoctoral en JPL, una posición en la que sus compañeros de equipo lo acusan en broma de ser candidato para ser elegible para la liga Caltech. Thomas Ryde, un estudiante de ciencias de la computación de 20 años, es como un ‘as’, ya que jugó en una liga de aficionados en Dinamarca.
El núcleo de Cosmics ha estado unido durante más de una década y algunos tienen casi tres veces la edad de Ryde, lo que hace que el equipo sea el más antiguo de la liga.
“Nuestro equipo es el único constante”, dijo Gutzman, de 54 años. “La gente de JPL, ellos están aquí. Trabajan. No se gradúan y siguen adelante”.
Eso también deja al equipo a merced de los creadores de horarios de la NASA, y los Cosmics que han perdido jugadores para todo, desde experimentos en la Estación Espacial Internacional hasta investigaciones sobre los núcleos atómicos.
Heverly, de 44 años, uno de los mejores jugadores del equipo, se perdió una temporada para colaborar en la misión Mars Rover. Debido a que estaba a cargo de conducir el Rover, Heverly tuvo que quedarse en el horario de Marte, lo que a menudo significaba irse a trabajar en medio de la noche.
Manchester United nunca tuvo ese problema.
Con la oportunidad de reducir la brecha en la cima de la clasificación, la mayoría de los Cosmics estaban en uniforme para desafiar a los invictos SOPS. Pero un calor fulminante estaba en contra de los Cosmics, y después de una primera mitad sin goles, los jugadores buscaron una sombra para reagruparse.
Sin embargo, la conversación de medio tiempo no tuvo nada que ver con las tácticas, sino que derivó en un debate sobre las propiedades de la resina.
“Bienvenido a la liga de fútbol de Caltech”, dijo Jeff Hall, de 57 años, un defensor con un doctorado en aeronáutica con una sonrisa y un movimiento de cabeza.
“La primavera pasada, tuvimos a alguien hablando sobre robótica”, agregó Gutzman tímidamente.
A mediados de la segunda mitad, una rotación de SOPS en su propio extremo lanzó a Ryde, el ‘as’ holandés, en un contraataque rápido que terminó con un disparo que le dio a los Cosmics una ventaja de 1-0.
SOPS todavía no había disparado a portería, pero cuando Gutzmán intentó reunir a la defensa, cuya edad promedio es mayor de 50 años, quedó claro que el equipo se estaba debilitando. Los juegos de la Liga Nerd consisten en dos mitades de 30 minutos sin tiempo adicional por lesiones o paros en juego.
Al final, la juventud de SOPS resultó decisiva. En el último minuto, Felix Hacker, un estudiante suizo que trabaja en un proyecto de ciencia de materiales con aplicaciones prácticas para la robótica, anotó con el desvio de un tiro libre para ganar un empate, manteniendo al equipo en primer lugar.
Al igual que muchos esfuerzos científicos, el resultado estaba abierto a la revisión por pares, y el consenso es que los resultados no importan tanto. Para Heverly, quien ha jugado en la liga durante 20 años, o casi el doble de tiempo que Landon Donovan jugó para el Galaxy, cada juego es una victoria, sin importar lo que muestre el marcador.
“Hemos jugado en esta liga durante mucho tiempo. Son personas que conozco desde hace 15 años “, dijo Heverly, quien salió del campo sin dejar de revisar su lengua en busca de sangre. “Esto es como decir ‘salga un domingo, corra y diviértase’”. Uno hace conexiones aquí en el campo de fútbol que después dan sus frutos en el trabajo”.
Incluso cuando tu trabajo es en Marte.
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