El incendio Kenneth comenzó a última hora de la tarde en el Valle de San Fernando provocando más evacuaciones
LOS ÁNGELES — \ Un nuevo incendio provocó evacuaciones el jueves en Los Ángeles y sus alrededores, incluso mientras los bomberos —ayudados por vientos más tranquilos— vieron los primeros indicios de combate exitoso a una serie de incendios devastadores, aunque el fuego aún ardía fuera de control mientras la enormidad de la devastación comenzaba a vislumbrarse.
El incendio Kenneth comenzó a última hora de la tarde en el Valle de San Fernando, cerca del vecindario de West Hills y próximo al condado Ventura. La orden de evacuación abarcó partes de los condados Ventura y Los Ángeles.
Las órdenes llegaron mientras funcionarios del condado Los Ángeles anunciaban que el incendio Eaton, que comenzó el martes por la noche y está cerca de Pasadena, quemó entre 4.000 y 5.000 estructuras, incluidos vehículos.
Miles de otras estructuras en Pacific Palisades —sobre la costa— también se quemaron.
Los bomberos de Los Ángeles dijeron que no se quemaron casas en el incendio Sunset, que ocurrió cerca de Runyon Canyon y provocó una orden de evacuación momentánea para Hollywood y Hollywood Hills.
El incendio Kenneth comenzó a arder a menos de 3,2 kilómetros (2 millas) de la secundaria chárter El Camino Real, donde la gente está refugiándose del incendio en Palisades. Los dos incendios se encuentran separados por unos 18 kilómetros (10 millas) de distancia.
Docenas de manzanas fueron reducidas a escombros humeantes en el pintoresco Pacific Palisades. Sólo quedaban los contornos de las casas y sus chimeneas. En Malibú, sólo había palmeras ennegrecidas entre escombros donde antes se ubicaban casas frente al mar.
Al menos cinco iglesias, una sinagoga, siete escuelas, dos bibliotecas, boutiques, bares, restaurantes, bancos y tiendas de comestibles se perdieron. También se perdieron la Casa Rancho del Oeste de Will Rogers y el Motel Topanga Ranch, lugares emblemáticos locales que se remontan a la década de 1920. El gobierno aún no ha dado a conocer cifras sobre el costo de los daños, ni detalles sobre cuántas estructuras se quemaron.
AccuWeather, una empresa privada que proporciona datos sobre el clima y su impacto, estimó que el daño total podría alcanzar los 57 mil millones de dólares.
Las autoridades municipales se sintieron alentadas el jueves después de que los bomberos lograron avances significativos para frenar la propagación de los dos incendios más grandes, que habían consumido manzana tras manzana desde Pacific Palisades hasta Altadena, una comunidad cercana a Pasadena.
Los equipos también controlaron un incendio en las colinas de Hollywood, lo que permitió suspender una evacuación el jueves. El fuego que se desató el miércoles por la noche cerca del corazón del sector del entretenimiento estuvo peligrosamente cerca de alcanzar el famoso anfiteatro Hollywood Bowl.
Las imágenes por satélite muestran los barrios de Malibú y Altadena antes y después de los incendios de Palisades y Eaton.
“Aunque todavía enfrentamos amenazas significativas, tengo la esperanza de que las cosas están cambiando a nuestro favor”, dijo Kathryn Barger, supervisora del condado Los Ángeles.
El agua lanzada desde aeronaves ayudó a los bomberos a tomar rápidamente el control de los incendios en las colinas de Hollywood y Studio City, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Gran parte de la destrucción generalizada ocurrió el martes después de que esas aeronaves tuvieron que mantenerse en tierra debido a los fuertes vientos.
Se preveía que las ráfagas de viento se fortalecieran del jueves por la noche hasta el viernes por la mañana, con otra ronda de vientos fuertes prevista para la próxima semana, lo que incrementa la preocupación de que las condiciones pudieran empeorar, indicó el Servicio Meteorológico Nacional.
Pero el pronóstico diurno del jueves proporcionó una oportunidad para que los bomberos —incluidos equipos que llegaron de estados vecinos y de Canadá— avanzaran en el control de los incendios, que han dejado al menos cinco muertos y provocado que miles de personas huyeran de sus hogares.
El capitán Erik Scott, del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, dijo que pudieron mantener bajo control el incendio de las colinas de Hollywood porque “lo atacamos duro y rápido, y la madre naturaleza fue un poco más amable con nosotros”.
Funcionarios de los bomberos indicaron el jueves que aún no saben la causa del fuego, pero están investigando activamente.
Para aquellos que perdieron sus hogares en los incendios forestales en Los Ángeles, presentar un reclamo de seguro es una de las muchas tareas que deben realizar después del desastre.
El viento alimenta los incendios
Esta semana, vientos huracanados con ráfagas de hasta 129 kilómetros por hora (80 millas por hora) levantaron brasas que incendiaron laderas del sur de California.
En este momento es imposible cuantificar la magnitud de la destrucción más allá de la “devastación y pérdida total”, declaró Barbara Bruderlin, directora de la Cámara de Comercio de Malibu Pacific Palisades.
“Hay áreas donde todo ha desaparecido, no queda ni un palo de madera; es sólo tierra”, lamentó Bruderlin.
Las cinco muertes registradas hasta ahora fueron a causa de esos dos incendios. Perros rastreadores de cadáveres y equipos de búsqueda están examinando escombros, y se prevé que el número de muertos aumente, advirtió el jefe policial del condado Los Ángeles, Robert Luna.
Anthony Mitchell, un hombre de 67 años al que le había sido amputado un miembro, y su hijo Justin, que tenía parálisis cerebral, aguardaban la llegada de una ambulancia, pero no lograron salir, contó Hajime White, hija de Mitchell, al Washington Post.
Shari Shaw le dijo a la televisora KTLA que intentó hacer que su hermano Victor Shaw, de 66 años, evacuara la noche del martes, pero él quiso quedarse y combatir el fuego. Los equipos encontraron su cuerpo con una manguera de jardín en la mano.
El jueves, los socorristas sacaron un cuerpo de los escombros de lo que era una residencia frente a la playa en Malibú, en la pintoresca carretera de la costa del Pacífico. Una lavadora y una secadora carbonizadas estaban entre las pocas cosas que quedaban.
Si bien los dos incendios principales ya no se estaban propagando significativamente, ambos seguían sin ser contenidos en absoluto, indicaron las autoridades.
Se ordenó la evacuación de aproximadamente 180.000 personas
Se ordenó la evacuación de aproximadamente 180.000 personas. Los incendios han consumido unos 117 kilómetros cuadrados (45 millas cuadradas), aproximadamente el tamaño de San Francisco. El incendio de Palisades ya es el más destructivo en la historia de Los Ángeles.
Se han realizado al menos 20 arrestos por saqueos, y la ciudad de Santa Mónica declaró un toque de queda el miércoles por la noche debido a actividades ilegales, dijeron las autoridades. Luna dijo que, para proteger las propiedades, efectivos de la guardia nacional serán emplazados cerca de las áreas devastadas por el fuego, y se preveía que un toque de queda entrara en vigor de 6 de la tarde a las 6 de la mañana a partir del jueves.
Actores perdieron sus hogares
Las llamas destruyeron las casas de varias celebridades, entre ellas Billy Crystal, Mandy Moore y Paris Hilton.
Jamie Lee Curtis prometió donar 1 millón de dólares con el fin de iniciar un “fondo de apoyo” para los afectados por los incendios, que impactaron a todos los niveles económicos, desde los ricos hasta la clase trabajadora de la ciudad.
Una temporada de incendios más larga
La temporada de incendios forestales de California está comenzando antes y terminando más tarde debido al aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones vinculadas al cambio climático, según datos recientes.
Los vientos secos, incluidos los famosos vientos de Santa Ana, han contribuido a que haya temperaturas más cálidas que el promedio en el sur de California, que no ha recibido más de 2,5 milímetros (0,1 pulgadas) de lluvia desde mayo.
Recogiendo los restos sin tener a dónde ir
Robert Lara examinó los restos de su hogar en Altadena el jueves con lágrimas en los ojos, esperando encontrar una caja fuerte que contenía un par de aretes que alguna vez pertenecieron a su tatarabuela.
“Todos nuestros recuerdos, todos nuestros apegos sentimentales, cosas que fueron regaladas de generación en generación, ahora se han ido”, se quejó.
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