Marina Guzmán y su legado de deliciosas tortillas
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No podría decir cuantas tortillas han pasado por sus manos delgadas y frágiles. Pero no me malentienda, esas tortillas no han pasado por las manos de Marina Guzmán, para comérselas. Sino que a lo largo de casi 50 años ha hecho a mano cientos de miles de tortillas que son la delicia de los clientes de Los Cinco Puntos, en el área de Boyle Heights.
Recientemente la organización Abuelitos de Boyle Heights le otorgó un reconocimiento por los anos de trabajo, por la perseverancia y por la dedicación a un trabajo que le permitió sacar adelante a sus hijos María y Federico.
Conny Gómez, directora de Abuelitos de Boyle Heigts, dijo que esa organización que atiende a personas de la tercera edad, decidió hacerle un reconocimiento por los años de trabajo duro de la señora Guzmán. “Sus manos y su persona han sido bendecidas, y queremos reconocerla por eso”, dijo Gómez.
Guzmán, que llegó a Los Angeles desde su natal Michoacán en 1969, le ha dado lo mejor de su vida a su trabajo. Y aunque parezca modesto, su contribución es enorme, porque le ha dado un carácter especial al establecimiento en el que trabaja, y en el que es tratada como la matriarca por parte sus compañeros de trabajo.
Me permiten entrar al área de la cocina y la veo trabajar. Es callada y muy atenta. Toma pedacitos de masa, y los coloca delicadamente en sus manos y entonces empieza a “tortear”. Lo hace enérgicamente y pronto la masa empieza a tomar esa forma redonda casi perfecta y entonces la coloca en el comal de acero que se encuentra frente a ella. Inmediatamente empieza el proceso y lo repite una y otra vez, cientos de veces durante el día y miles, cientos de miles de veces durante los años.
Es la hora de la comida y los clientes llegan en busca de comida, especialmente tacos. Y entonces les pregunto, ¿qué es lo que les gusta? “Las tortillas, me dice Guadalupe García, una clienta de Los Cinco Puntos desde hace años. “Las tortillas les dan un toque delicioso a los tacos”. Pienso que debo comprobarlo y me compro entonces uno de carne asada y otro de carnitas.
Sin duda la carne y la salsa es exquisita, pero todo lo realza la tortilla hecha a mano por dona Marina.
Mientras Connie le entrega un pequeño reconocimiento y todos sus compañeros se agrupan para posar junta a su compañera, Marina apenas sonríe, se sorprende y se sonrosa, dice: pues es que no he hecho nada más que hacer mi trabajo, dice mientras recibe un cálido abrazo de todos sus compañeros.
La ceremonia, y el festejo y la algarabía no dura más que unos cuantos minutos, porque los clientes esperan y quieren seguir disfrutando de sus deliciosas tortillas….
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