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Variante Ómicron: el aumento de hospitalizaciones pediátricas por COVID-19 en Nueva York preocupa a California

A mass of people lines a curb awaiting transportation at LAX.
Los viajeros que llegan a LAX esperan el transporte en Nochebuena.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)

En el área metropolitana de Nueva York, la mitad de los niños que ingresan en los hospitales son menores de 5 años y no pueden ser vacunados. Las autoridades sanitarias de California consideran que esto es una advertencia para que se vacune a más niños.

El aumento en las hospitalizaciones de niños por COVID-19 en Nueva York se siente como una advertencia para apuntalar la vacunación de menores de edad en California y en otros lugares a medida que la variante Ómicron avanza.

La oleada de Ómicron llegó a Nueva York antes que a California, donde los contagios se dispararon durante la última semana. Los funcionarios del Estado Dorado están monitoreando el alza de las hospitalizaciones de niños.

“Desafortunadamente, Nueva York está experimentando un crecimiento en las hospitalizaciones pediátricas (principalmente entre los no vacunados), y tienen tasas de inoculación similares [en el grupo de cinco a 11 años]”, escribió en Twitter la doctora Erica Pan, epidemióloga del estado de California. “Por favor, dé a sus hijos el obsequio de la protección con vacunas lo antes posible, ya que nuestros casos están aumentando rápidamente”.

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El alza se concentra en la ciudad de Nueva York y el área metropolitana circundante. Los funcionarios describieron que las admisiones pediátricas se cuadruplicaron allí en las últimas semanas.

La mitad de los niños internados son menores de cinco años y no son elegibles para las dosis. Tres cuartas partes de los jóvenes de 12 a 17 años que ingresaron en hospitales por COVID-19 no estaban completamente vacunados, y el 100% de los de cinco a 11 años que fueron internados estaban parcialmente inoculados.

La advertencia sobre las admisiones pediátricas en centros médicos se produce a medida que el director de salud pública y oficial de salud de California, el doctor Tomás Aragón, señala que los modeladores estatales pronostican sobrecargas en los hospitales.

“¿Por qué? Ómicron es tan contagiosa que encuentra personas no vacunadas/no inmunes que son más vulnerables a ser internadas y a perder la vida”, escribió el experto.

Aragón instó a la gente a vacunarse y aplicarse un refuerzo; a realizarse pruebas antes de eventos de riesgo -así como entre tres y cinco días después de ellos-; y considerar posponer o no asistir a reuniones en interiores de alta transmisión. También sugirió mejorar la ventilación y la filtración de aire, y optimizar el ajuste y la calidad de las mascarillas.

Los expertos en salud han llamado cada vez más al público a actualizar los cubrebocas de tela. Una configuración más protectora podría ser llevar una mascarilla de trapo sobre una quirúrgica, lo cual mejora el ajuste. Usar aquellas que son de mayor calidad, como las KF94, KN95 o N95, es todavía mejor.

Recientemente, el doctor Anthony Fauci, asesor médico en jefe del presidente Biden, pidió a las personas no ir a fiestas en interiores a las que asisten decenas de invitados cuyo estado de vacunación se desconoce. El funcionario expresó que es más seguro para todos realizar reuniones más pequeñas con familiares y amigos en hogares donde se sabe que todos están inoculados y reforzados, y todavía es más confiable si se hacen pruebas rápidas justo antes del evento.

Si bien las personas no vacunadas tienen un mayor riesgo de contraer el virus y complicaciones graves, las mutaciones de la variante Ómicron incrementaron la posibilidad de infección entre individuos con el antígeno. Incluso así, se espera que éstas, especialmente aquellas con el refuerzo, estén generalmente protegidas de episodios crónicos y muerte, a menos de que tengan un sistema inmunológico debilitado.

Los nuevos contagios de coronavirus aumentaron drásticamente antes de Navidad en Los Ángeles. El martes se reportaron 3.052 casos recientes; el miércoles 6.509; el jueves, 8.633 y el viernes, 9.988. El condado no informó de nuevos casos el sábado, debido al día feriado de Navidad.

Las hospitalizaciones por COVID-19 en el condado de Los Ángeles también han crecido significativamente desde el 1 de diciembre, pasando de 569 a 849 en Nochebuena, un alza del 49%. Cuando se acababan de introducir las vacunas y la oferta era muy limitada; en L.A., el 24 de diciembre de 2020, había 6.770 personas con coronavirus en los centros médicos de la localidad, una fuerte alza con respecto a las 2.572 registradas el 1 de diciembre de ese año.

En su punto máximo, el condado de Los Ángeles observó 8.098 hospitalizaciones por COVID-19, el 5 de enero de 2021, un momento que coincidió con los nosocomios abrumados y las morgues desbordadas.

Las hospitalizaciones por COVID-19 en el sur de California están aumentando más rápido que en el Área de la Bahía de San Francisco.

Desde el 1 de diciembre, la tasa de hospitalización por COVID-19 en el sur de California creció aproximadamente un 34%, de 7.7 hospitalizaciones por cada 100.000 residentes, a 10.3.

Por el contrario, en el área metropolitana de la Bahía de San Francisco subió un 19%, de 3.8 a 4.6. Los expertos consideran como signo de preocupación cuando la tasa es de cinco o más.

La región Inland Empire tiene uno de los índices de hospitalización por COVID-19 más altos del sur de California; en el condado de San Bernardino es de 19 y en el de Riverside es de 15. En el condado de San Diego es de 10; en el de Ventura, nueve. En el condado de L.A., ocho, y en el condado de Orange, siete.

Algunos expertos expresan la esperanza de que las áreas con altas tasas de vacunación y uso de mascarillas no se vean devastadas por un alza en las hospitalizaciones por COVID-19.

El doctor Robert Wachter, presidente del Departamento de Medicina de la UC San Francisco, escribió el viernes que, si bien las tasas de casos de coronavirus están aumentando rápidamente en San Francisco, las cifras de hospitalizaciones siguen siendo bajas.

La mala noticia, destacó Wachter, es que Ómicron se está extendiendo rápidamente en San Francisco, tuiteó.

Además, el médico agregó que sería mucho menos optimista en áreas con tasas de vacunación más bajas. San Francisco tiene una de las más altas de California; el 88% de la población recibió al menos una dosis; pero en otras regiones del estado son más escasas. La cifra del condado de Los Ángeles es del 76%; en el condado de Orange, de 75%; mientras que en el de San Bernardino es del 60% y en el condado de Kern es del 56%. “Estaría […] mucho más asustado si no estuviera inoculado y con el refuerzo aplicado. Quienes no están inmunizados se están arriesgando”, escribió Wachter, quien todavía espera en San Francisco un aumento en las hospitalizaciones, pero “parece poco probable que sea abrumador”.

En el condado de Los Ángeles, los funcionarios han expresado su preocupación por el alza en el número de contagios. “Una cantidad muy elevada de casos puede fácilmente causar un estrés significativo a nuestro sistema de salud, si incluso un pequeño porcentaje de los infectados experimentan y requieren de atención hospitalaria”, destacó la directora de Salud Pública, Bárbara Ferrer. Un pico de casos en centros médicos también podría comprometer la atención de pacientes con otras dolencias, como quienes sufren accidentes, o padecen afecciones cardíacas y cáncer.

Aun así, el condado de Los Ángeles puede manejar el creciente número de infectados sin abrumar al sistema hospitalario, remarcó Ferrer, si más personas se vacunan y aplican su refuerzo, usan mascarilla en entornos públicos interiores y áreas abarrotadas al aire libre, y evitan las grandes reuniones en interiores.

Ferrer también desalentó participar en grandes reuniones públicas en espacios cerrados, a la luz del surgimiento de Ómicron. “Pase lo que pase, los casos van a aumentar. Pero podríamos manejar las cifras de una manera tal que no termine por estresar nuestro sistema de atención médica y evite que la mayoría de las personas experimenten episodios graves y la tragedia de fallecer”.

Las personas no vacunadas tienen la mayor probabilidad de infectarse y ser hospitalizadas por COVID-19.

Durante el período de una semana que terminó el 11 de diciembre, por cada 100.000 residentes no vacunados, había 272 habitantes del condado de Los Ángeles infectados con coronavirus. En comparación, por cada 100.000 residentes que se consideraron completamente inoculados pero que no habían recibido un refuerzo, 68 estaban contagiados.

Aquellos que habían recibido su refuerzo tenían el menor riesgo de infección. Por cada 100.000 residentes, solo 12 se infectaron esa semana.

Eso significa que las personas no vacunadas tenían 23 veces más probabilidades de infectarse con el coronavirus que las inoculadas que contaban también con un refuerzo. Los que habían recibido el antígeno también tenían muchas menos probabilidades de ser hospitalizadas que aquellas que no.

Por cada 100.000 residentes del condado de Los Ángeles no vacunados, 25 de ellos fueron hospitalizados durante la semana que terminó el 11 de diciembre. En comparación, la tasa de internación para las personas que se consideraron completamente vacunadas fue de uno. “Incluso con la transmisión en alza, la vacunación sigue siendo muy protectora contra la hospitalización”, remarcó Ferrer.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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