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Columna de adictos y adicciones: ¿Usted que haría?

ARCHIVO.

Manuelito -como le dice su mamá- cumplió 20 años hace unos meses. Desde hace un año trabaja a tiempo completo y es medio independiente, pues sigue viviendo con su madre.

Manuel tiene el apoyo de sus padres para cursar una carrera universitaria, pero de acuerdo a sus propias palabras, no encuentra una carrera que le guste. Su sueño es desarrollar videojuegos, sin embargo, para eso tiene que estudiar de manera disciplinada, pero entre el trabajo y el tiempo que pasa frente a una pantalla jugando, consume todo su tiempo; no tiene novia y la mayoría de “sus amigos” son otros jugadores.

Cuando sus padres se separaron, él se fue a vivir con su madre, aunque nunca perdió contacto con su padre. El rompimiento de la familia le afectó, aunque él lo niega, y dice no querer saber nada de su padre.

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Con el paso de los años, Manuelito, encontró la forma de sacar provecho de la situación, desarrollando una personalidad de víctima, con una gran capacidad de manipulación.

Acostumbrado a recibir todas las atenciones de su madre, Manuel era el rey de su casa, hasta que Nelly encontró a un buen hombre, con quien ha iniciado una relación sentimental.

Desde que Nelly tiene novio, a Manuelito le pasa de todo, necesita que su mamá lo lleve o lo traiga, le duele la cabeza, se enferma y se alivia en cuanto su ‘mami’ le presta toda su atención.

En los trabajos no es diferente, cuando un trabajo le queda muy lejos, renuncia; ha tenido otros empleos, pero por una cosa o por otra los deja. Está de más decir, que todo el dinero que gana es para él, y no aporta nada a su casa.

Manuel tiene una doble vida, ante su madre y la familia, todo va bien, su discurso incluye el ingreso a la universidad, en un futuro indeterminado, siempre que le preguntan sobre el trabajo, dice que está en busca de un mejor empleo; no tiene novia, frecuenta a uno o dos amigos y la mayor parte del tiempo lo pasa conectado a Internet jugando o viendo videos.

Tal vez sea casualidad, pero poco tiempo después de que Nelly anunciara su intención de contraer matrimonio, Manuelito comenzó a consumir drogas. A su madre le hacía el cuento de salir a buscar trabajo, pero en realidad salía a comprar metanfetamina, también conocida como cristal.

Desde hace tres meses, Manuelito pasa días sin salir de su habitación, noche y día pegado a la computadora, entre juegos y pornografía, sus salidas son para comprar cigarros y cristal.

La semana pasada, Nelly le anunció oficialmente a la familia su próxima boda; mientras tanto, Manuelito entraba y salía de su habitación, hasta que todo mundo lo perdió de vista, y cuando fueron a buscarlo, lo encontraron tirado en el piso, convulsionando y echando espuma por la boca.

La reunión familiar se suspendió, se llamó a la ambulancia y el punto de reunión fue el hospital. Esta vez Manuel llegó demasiado lejos, logró echar a perder el festejo, llamó la atención de su madre y de toda la familia, pero también quedó al descubierto el uso de drogas; por primera vez Manuel probó fentanilo y por poco le cuesta la vida.

El fentanilo venía revuelto con la metanfetamina, Manuel no lo sabía, su inexperiencia y su deseo de llamar la atención pusieron en riesgo su vida y en jaque la familia.

Nelly está desesperada, Manuel tiene toda la atención de su madre y obviamente no trabaja, la situación se ha vuelto insostenible, porque a pesar de haber estado el borde de la muerte, Manuelito ha vuelto a consumir.

Nosotros sabemos que, desprenderse con amor, es algo muy difícil para una madre, pero si Nelly quiere ayudar a su hijo, debe dejarlo que enfrente las consecuencias de sus actos; ayudarlo, si es que quiere, a ingresar a un centro de rehabilitación, de lo contrario tendrá que cerrarle las puertas de su casa.

Les comparto este testimonio porque muchas familias pasan por situaciones parecidas y me gustaría conocer su opinión. Hasta la próxima.

Escríbame, su testimonio puede ayudar a otros. Todos los nombres han sido cambiados.

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