Anuncio

California extenderá la vacunación para COVID-19 a personas con cáncer, obesidad y otras afecciones

A nurse administers the COVID-19 vaccine
La empleada de farmacia, Marie Antonette Tambot, prepara las vacunas Pfizer-BioNTech contra COVID-19 para los trabajadores de la salud en Seton Medical Center en Daly City, California. (Associated Press)
(Jason Armond/Los Angeles Times)

Los funcionarios de California dijeron que las personas entre 16 y 64 años que estén discapacitadas o en alto riesgo de morbilidad y mortalidad por COVID-19 serán elegibles para vacunarse a partir del próximo mes.

La medida se produce después de semanas de debate sobre quién recibirá primero las dosis del antígeno, que siguen siendo escasas. Las autoridades estiman que la medida hará que, de 4 a 6 millones de personas más, sean elegibles para la vacuna, lo que elevará el número total de californianos que puedan ser inoculados entre 17 y 20 millones, aproximadamente la mitad del estado.

Pero los suministros siguen siendo muy limitados. Basándose en las proyecciones de asignación actuales, California tardará un tiempo en satisfacer la demanda.

Anuncio

En última instancia dependerá de los proveedores locales decidir quién recibe la vacuna de inmediato, con personal médico, socorristas, personas de 65 años o más, docentes y trabajadores esenciales que compiten por obtener las dosis.

Las comorbilidades mencionadas explícitamente incluyen cáncer; enfermedad renal crónica de la etapa cuatro o superior; enfermedad pulmonar crónica; Síndrome de Down; sistema inmune inmunocomprometido por trasplante de órganos sólidos; embarazo; anemia drepanocítica; afecciones cardíacas, como insuficiencia cardíaca, enfermedad de las arterias coronarias o cardiomiopatías (excluyendo la hipertensión); obesidad severa; y diabetes mellitus tipo 2.

El estado también definió ampliamente a las personas elegibles como aquellas que tienen probabilidades de desarrollar una enfermedad grave que ponga en peligro su vida, o quienes puedan morir a causa de una infección por COVID-19, o aquellos que tienen una capacidad limitada para recibir atención o servicios continuos para su supervivencia.

Estos grupos pueden comenzar a recibir la vacuna el 15 de marzo.

El secretario estatal de Salud y Servicios Humanos, Mark Ghaly, no proporcionó detalles sobre qué verificación necesitarían proporcionar las personas para ser inoculadas.

La noticia es consecuencia de una reunión de la semana pasada, fijada por un grupo de trabajo de alto nivel con miembros de los departamentos de Envejecimiento, Servicios para Discapacitados y Salud y Servicios Humanos, que detallaron una propuesta planteada por un comité asesor de vacunas.

El anuncio del gobernador Gavin Newsom el mes pasado, con relación a que el estado cambiaría la prioridad de la administración del antígeno a una estructura de elegibilidad basada en la edad, provocó preocupaciones de los grupos que representan a la comunidad de personas con discapacidades, quienes pudieron haber tenido que esperar más para vacunarse, y cientos comparten sus frustraciones en las redes sociales.

El anuncio del viernes fue bienvenido por sus defensores.

“No hay duda de que habrá muchos desafíos, pero tampoco de que esta nueva política es dramáticamente mejor”, señaló Andy Imparato de Disability Rights California, quien también forma parte del comité asesor de vacunas del estado. “Esto crea una válvula de seguridad para las personas menores de 65 años” que todavía pueden enfrentar un riesgo significativo.

Imparato comentó que esperaba que la nueva disposición mitigara las disparidades que han plagado el manejo del antígeno hasta ahora.

Muchos de los mismos factores que han hecho que la pandemia sea más letal en las comunidades negras, latinas y nativas americanas también crean o intensifican discapacidades, por lo que extender el nivel actual para incluir a aquellos con comorbilidades significativas representaría que llegarían más dosis a las zonas más afectadas que en el sistema basado en edades, comentó.

“Podemos mirar en un mapa y decir qué código postal tiene la mayor cantidad de casos de COVID; estas son a menudo las mismas comunidades que cuentan con las tasas más altas de diabetes y otros padecimientos”, indicó la Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, epidemióloga y cofundadora del Centro UCSF para Poblaciones Vulnerables.

“Pero ese tipo de lenguaje [en torno al riesgo severo] es difícil de implementar, y los programas que son difíciles de aplicar crean problemas de eficiencia y equidad”.

En particular, a ella y a otros les preocupaba que el requisito de documentación pudiera entorpecer los trabajos del lento programa de vacunación de California.

“Debemos tener cuidado de no perder el tiempo en discusiones sobre quién está lo suficientemente discapacitado como para ser inoculado”, señaló la doctora Alyssa Burgart, bioética de Stanford. “Es muy fácil mostrar su edad. Pero hay una inmensa variedad en el tipo de discapacidades que pueden situarlo en mayor riesgo ante el COVID”.

Alice Wong, de 46 años, una activista con discapacidades en San Francisco que creó el hashtag #HighRiskCA en respuesta al cambio, estuvo de acuerdo.

“Hay muchas personas que no tienen un proveedor de atención primaria [para proporcionar documentación]”, señaló. “No necesitamos más obstáculos”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio