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California aún enfrenta una grave escasez de vacunas contra COVID-19 mientras aumentan las preocupaciones sobre la equidad

A healthcare worker places a thermometer in the ear of a man in a wheelchair
La asistente médica Rosibel Girón revisa la temperatura de Stanley Martin, de 64 años, antes de que reciba la vacuna contra COVID-19 afuera de una clínica en el centro de Los Ángeles.
(Al Seib / Los Angeles Times)

La mayor parte del suministro de la vacuna contra COVID-19 de Los Ángeles será necesaria para administrar las segundas dosis hasta la próxima semana, ya que incluso los envíos intensificados serán insuficientes para romper el cuello de botella de las personas que deben completar su régimen de inoculación, señalaron las autoridades.

La directora de salud pública del condado, Bárbara Ferrer, informó el lunes que alrededor del 55% de las dosis esperadas esta semana serán necesarias para las segundas inyecciones que se requieren unas semanas después de que las personas inicialmente se vacunen.

Los funcionarios de la ciudad ya han dicho que se limitarán a administrar dosis de seguimiento durante el resto de la semana, a partir del martes, en algunos de sus principales sitios de vacunación: Fairplex en Pomona, Forum en Inglewood, la Oficina de Educación en Downey, Cal State en Northridge, El Sereno, Six Flags Magic Mountain en Valencia y Balboa Sports Complex en Encino.

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Aunque el condado se compromete a proporcionar las segundas inyecciones lo más cerca posible del intervalo recomendado (veintiún días para Pfizer-BioNTech y veintiocho para Moderna), Ferrer reconoció que era “difícil administrar un programa de vacunación con tanta variabilidad en las asignaciones semanales”.

El condado más poblado del país ha visto cómo sus envíos del antígeno han variado enormemente durante el último mes, lo que dificulta que los funcionarios determinen con precisión los suministros con los que tendrán que trabajar. Aproximadamente 193.950 dosis llegaron la semana del 11 de enero, pero 168.575 fueron entregadas siete días después y solo se recibieron 137.725 la semana siguiente.

Más recientemente, el condado recibió 184.625 dosis, un número que se espera que aumente aún más esta semana, a más de 218.000.

“Nos alienta que haya un aumento en nuestro envío y esperamos que esta tendencia continúe”, manifestó Ferrer durante una sesión informativa.

Los Ángeles está lejos de ser el único en estas condiciones. Los funcionarios de todo California han lamentado los envíos limitados y variables que han recibido, diciendo que tienen la capacidad de proporcionar una cantidad significativamente mayor de vacunas.

“La oferta es el problema. Esa es la limitación”, informó el martes el gobernador Gavin Newsom en una conferencia de prensa en la que anunció la apertura de un nuevo sitio de vacunación masiva en el estadio Levi’s de Santa Clara. “Entonces, cuando me preguntan: ‘¿Qué estamos haciendo para inocular a este grupo o a ese?’ Ahora es un problema de escasez. Es una cuestión de suministro”.

California, en su conjunto, recibió aproximadamente 1.06 millones hace siete días, y Newsom dijo que se esperaba que ese número aumentara solo modestamente esta semana.

De la asignación de hace siete días, 594.000 fueron para primeras inyecciones, según Newsom.

Mientras el suministro de vacunas se mantenga en los niveles actuales, no habrá dosis suficientes para dar a las personas sus segundas inyecciones, y tampoco para proporcionar a un número significativo de recién llegados sus inoculaciones iniciales.

Un poco más de 3.8 millones de los aproximadamente 40 millones de residentes de California han recibido al menos una dosis hasta ahora, según datos compilados por el Times. Significativamente una cantidad menor de personas, poco menos de 850.000, han obtenido ambas dosis.

“El objetivo es bastante sencillo”, indicó Newsom. “Este es diseñar un sistema que tenga solo una limitación, y esa es la oferta, con la capacidad de cumplir con nuestra promoción y la promesa de vacunar a todos en el estado que lo elijan. Y quiero subrayar eso. El problema en la entidad, en esta nación, es el suministro”.

Sin embargo, los funcionarios estatales y locales han dicho que esta velocidad de aplicación del antígeno debe equilibrarse con garantizar que las vacunas se entreguen de manera equitativa, y que las comunidades más afectadas, así como las más difíciles de alcanzar, no se queden atrás.

Datos recientes publicados por el condado mostraron que los adultos mayores negros, latinos y nativos americanos estaban recibiendo las vacunas contra COVID-19 en una tasa más baja que las personas mayores blancas, asiático-americanas e isleñas del Pacífico.

“Tenemos mucho trabajo por hacer para solucionar esto”, señaló Ferrer durante la reunión del martes de la Junta de Supervisores, “porque, de cualquier forma que analices estos datos, está claro que, en algunas de nuestras comunidades más afectadas, hay poblaciones que no están siendo vacunadas al mismo ritmo que otros grupos”.

En general, solo el 7% de los residentes negros de 65 años o más han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, según las cifras presentadas el lunes. Aproximadamente el 9% de los adultos mayores nativos americanos y el 14% de los adultos mayores latinos han recibido al menos una dosis, en comparación con el 17% de los residentes mayores blancos, el 18% de los estadounidenses de origen asiático y el 29% de los adultos mayores nativos de Hawái y las islas del Pacífico.

“Creo que es importante que lo veamos como un tema de dos vertientes. Es suministro y es una distribución equitativa, aunque muy limitadamente”, comentó el martes la supervisora de Los Ángeles, Holly Mitchell.

Hasta el lunes, el Departamento de Servicios de Salud del condado, que atiende a miles de residentes de bajos ingresos en sus cuatro hospitales públicos y alrededor de 30 clínicas, había vacunado a 11.000 de sus pacientes que tenían al menos 65 años, trabajadores de la salud o ambos.

Entre los inoculados por esta dependencia, 61% eran latinos, 11% asiáticos, 9% negros, 3% blancos y 15% multirraciales, de “otra” raza o desconocidos.

“Actualmente estamos aplicando alrededor de 1.200 vacunas por día, pero el volumen depende completamente del suministro”, señaló la Dra. Christina Ghaly, directora de la institución, durante la reunión de la Junta de Supervisores del martes.

Newsom dijo que planeaba publicar datos demográficos a nivel estatal sobre la distribución del antígeno a finales de esta semana y presagió que “se mostraría lo que todos sabíamos que iba a registrarse, que falta mucho trabajo por hacer en términos de abordar esas brechas y disparidades”. “Tenemos la responsabilidad y la obligación de hacer más y mejor”, señaló.

Aunque el estado planea recopilar y divulgar datos de inoculación por raza y etnia, mucha de esa información falta actualmente y el proceso de recopilación debe mejorar, indicó la epidemióloga estatal, la Dra. Erica Pan, durante una reunión del comité asesor de vacunas la semana pasada.

Se está poniendo énfasis en mejorar el registro de datos demográficos, a medida que Blue Shield of California se suma para administrar el programa de vacunas del estado. Los pagos de incentivos se realizarán a los proveedores de atención médica locales, en función de su capacidad para cumplir con ciertas métricas, como la captura de información en tiempo real y la aplicación del antígeno a las comunidades más vulnerables.

“Tenemos que convencer a la gente de que está bien compartirla”, indicó Paul Markovich, presidente y director ejecutivo de Blue Shield of California, refiriéndose a la información personal de los individuos. “Ahí es donde creo que nos vendría bien mucha ayuda: ganar confianza en el proceso”.

Esa investigación ha faltado en todo el país.

“No podemos garantizar un programa de vacunación equitativo sin datos que nos orienten”, señaló la Dra. Marcella Nunez-Smith en una sesión informativa la semana pasada.

“Me preocupa lo atrasados que estamos”, expresó. “Debemos abordar estos puntos de datos insuficientes como una prioridad urgente”.

Los funcionarios federales también anunciaron el martes una nueva estrategia para enviar dosis directamente a los centros de salud comunitarios, “permitiéndoles vacunar a más personas”, señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

“Este anuncio es otra herramienta que estamos brindando a los líderes estatales y locales en su trabajo para llegar a las poblaciones desatendidas y más afectadas”, comentó durante una sesión informativa.

Los funcionarios de California también han dicho que una estrategia clave para eliminar las barreras y disipar los temores sobre los antígenos debería involucrar aprovechar los recursos familiares y confiables en las comunidades necesitadas.

Pero eso debe hacerse con cuidado. Mitchell, cuyo Segundo Distrito incluye un porcentaje significativo de la población negra del condado, señaló que es genial abrir más sitios de vacunación en comunidades de color, pero que muchos de ellos están frustrados porque no tienen control sobre quién se registra para las citas abiertas.

Cuando los residentes se enteran de la apertura de nuevos sitios de vacunación en sus comunidades, comentó Mitchell, la suposición natural es que podrán recibir sus inyecciones en esos sitios, pero eso no ha sucedido al ritmo que debería.

“Es por eso que nuestras cifras de equidad son tan insignificantes”, agregó Mitchell.

Ferrer dijo que comparte la frustración de los centros de salud calificados a nivel federal que atienden principalmente a residentes de bajos ingresos y sin seguro, ya que tienen que inocular a quienes se inscriban.

“Terminan viendo no a sus pacientes, ni a sus vecinos, sino a personas que vienen desde 50 millas de distancia porque lograron conseguir una cita”, comentó Ferrer. “Y eso va en contra nuestra”.

La supervisora de Los Ángeles, Hilda Solís, señaló que el condado debe “ponerse a trabajar” rápidamente en las comunidades de color más afectadas.

Esto debería incluir el uso de unidades móviles para ofrecer vacunas puerta a puerta, especialmente a aquellos residentes que no tienen vehículos o están confinados en casa, explicó Solís.

“No se me escapa que las comunidades afroamericanas y latinas son las que realmente están sufriendo más”, agregó Solís, cuyo Primer Distrito incluye varias zonas predominantemente latinas con altas tasas de casos y muertes por coronavirus.

Solís agregó que sigue preocupada por la rapidez con la que los trabajadores esenciales, en particular aquellos que laboran en empacadoras de carne, servicios de entrega de alimentos y tiendas de comestibles, pueden vacunarse.

Sin embargo, al mismo tiempo, el público debe ser paciente con la administración del antígeno y ser diligente en sus esfuerzos por protegerse a sí mismos, así como a sus vecinos, al continuar usando cubrebocas, practicando el distanciamiento social y permaneciendo en casa tanto como sea posible, señaló Solís.

Con la escasez, ha habido un debate público considerable sobre si los funcionarios debiesen centrarse en dar las primeras dosis a la mayor cantidad de personas posible, en lugar de administrar el suministro para garantizar la aplicación puntual de la inyección de seguimiento.

Se piensa que incluso una vacunación proporciona cierto nivel de protección contra COVID-19. Los funcionarios han dicho que, si no es posible cumplir con el programa recomendado, entonces, en circunstancias extremadamente raras, se puede aplicar la segunda dosis dentro de las seis semanas posteriores a la primera dosis.

Pero los funcionarios federales están de acuerdo en que la inyección de seguimiento debe administrarse lo más cerca posible del momento recomendado.

El Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de Estados Unidos, informó el lunes que el régimen de dos dosis permite todos los beneficios de la vacuna. Aunque la primera aplicación proporciona “cierto grado de protección”, la subsecuente inyección multiplica el nivel de protección por un factor de 10.

Eso es importante, no solo “por el alcance y la potencia de la respuesta, sino que a medida que se logra ese nivel de anticuerpos se obtiene una mayor amplitud de eficacia”, señaló durante una sesión informativa del Equipo de Respuesta para el COVID-19 de la Casa Blanca. “Y por amplitud, queremos decir que cubre no solo el virus que circula actualmente, sino también las variantes que hemos observado en movimiento”.

Retrasar la segunda dosis durante demasiado tiempo a gran escala, indicó, podría provocar la propagación de mutantes virales más problemáticos, incluida la cepa más infecciosa identificada por primera vez en Gran Bretaña, que ahora se ha encontrado en un puñado de condados de California, incluido Los Ángeles, Orange, San Diego, San Bernardino, Alameda, San Mateo y Yolo.

“Creemos que el enfoque óptimo”, comentó Fauci, “sería continuar aplicando la primera dosis de tantas personas como sea posible, pero también asegurándonos de que reciban la segunda inyección a tiempo”.

Los funcionarios han dicho que esperan que la escasez del antígeno disminuya en los próximos meses, con la llegada de envíos adicionales de Pfizer y Moderna y la probable introducción de una tercera vacuna fabricada por Johnson & Johnson, que requiere solo una dosis.

En cualquier caso, se necesitarían estudios adicionales para descubrir todas las ramificaciones de un enfoque en cuanto a una aplicación tardía, y Fauci indicó que hacerlo “tomaría varios meses para obtener una respuesta significativa”.

“En ese momento”, señaló, “la cantidad de vacuna que estaría disponible casi haría que esa pregunta fuera un punto irrelevante”.

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