Columna: Se contagió de COVID-19 después de trabajar para alguien que dio positivo pero lo mantuvo en secreto
- Share via
Es un genio de la tecnología que hace reparaciones y servicios para clientes, lo que lo pone en alto riesgo durante una pandemia. Pero desde principios del año pasado ha tratado de jugar a lo seguro mientras mantiene su pequeño negocio a flote.
En el trabajo, lleva dos mascarillas y una careta. Y, por su propia seguridad y la de sus clientes, mantiene la distancia social.
Pero aún así, Stephan Sie de Glendale tuvo un grave caso de COVID-19, justo en la Navidad.
Y no porque haya bajado la guardia. No porque fuera a una fiesta o tomara algún riesgo estúpido, como mucha gente lo ha hecho.
Sie cree que se enfermó porque un empleador con el que trabajaba de cerca dio positivo pero no le dijo, y aún así fue a la oficina.
“Lo sentí como una gran traición”, dijo Sie, cuya empresa unipersonal - Computer Office Resource Specialists - está fuera de servicio mientras se recupera.
En el primer año de la pandemia, el virus ha sido un arma letal, matando a más de 10.000 personas en el condado de Los Ángeles y a casi 350.000 a nivel nacional. Aún así, tenemos a los que se resisten a utilizar las mascarillas, los que niegan la ciencia, las hordas que viajan o se congregan sin tener en cuenta a los demás, incluyendo a los trabajadores sanitarios de primera línea.
La historia de Sie revela un tipo de comportamiento irreflexivo que es algo muy común en la forma de propagación del virus.
Entre finales de noviembre y mediados de diciembre, Sie pasó un par de semanas ayudando a dos pequeños negocios independientes a trasladarse de un edificio a otro justo al otro lado de la calle en Culver City. Sus clientes eran ambos contadores públicos, uno llamado Cy, el otro Ted, y fueron las únicas personas para las que trabajó en el sitio durante ese período.
“El miércoles 16, al salir, pensé que era la única persona en la oficina, excepto que me pareció oír a Ted tosiendo. No estaba seguro”, relató Sie. “Cuando abrí la puerta para salir, de repente Ted salió y se puso la mascarilla”.
Sie dijo que se percató de la mascarilla porque Ted a menudo no la usaba. Otra cosa que sobresalió, agregó Sie, fue que Ted, a quien le encantaba charlar, tenía poco que decir ese día. Sie preguntó si Ted iba a visistar a un pariente en Navidad. Recuerda que Ted respondió que no, que sus planes habían cambiado. No ofreció ninguna explicación.
Esa noche, Sie se sentó en una agradable cena con su esposa, una contadora que le ayuda a llevar su negocio. Pero Sie no pudo oler ni probar el salmón. Sabía que la pérdida de esos sentidos podían ser un síntoma de COVID-19, pero no se preocupó.
“A la mañana siguiente me desperté y había perdido totalmente el sentido del gusto y del olfato. Por lo demás, estaba bien, pero mi esposa se despertó con fiebre, tos y fatiga”, relató Sie.
Condujeron hasta un lugar de pruebas de COVID en una ferretería en Van Nuys el jueves, pero esa noche, Sie hizo lo responsable. Llamó a Ted y Cy para decirles que se sentía bien, pero que había perdido el sentido del gusto y del olfato.
“Les dije: ‘Escuchen... tal vez quieran hacerse la prueba porque si soy positivo, existe la posibilidad de que los haya infectado a ustedes también’”, expuso Sie.
El domingo 20 de diciembre, Sie y su esposa recibieron los resultados de sus pruebas. Los dos tenían COVID-19. Y ambos se habían enfermado mucho más, con su esposa postrada en la cama. El lunes, llamó a Ted con la noticia.
“Respondió, ‘OK, gracias por hacérmelo saber,’” dice Sie, quien sintió que todavía había algo raro en la actitud de Ted, como si estuviera ocultando algo.
“Le pregunté: ‘¿Está pasando algo más?’ Y Ted respondió: ‘Sí, yo también di positivo’. Así que le dije: ‘Bien, ¿cuándo diste positivo?’ Y él dice, ‘Oh, fue la semana pasada’. Le dije: ‘Espera, ¿qué?’ Y él comentó, ‘Sí, creo que fue el lunes pasado que obtuve el resultado positivo de mi prueba’. Y yo respondí: ‘Sabías que eras positivo hace una semana, ¿y aún así me hiciste ir a ayudarte?’”
Sie estaba furioso y exigió una explicación. Dice que Ted le dijo que mantenía la puerta de su oficina cerrada y que usaba una mascarilla, y que pensaba que no habría problemas para los demás en la oficina.
“Le dije que eso no significaba nada. Sigues compartiendo el aire con todos los demás a través del sistema de ventilación”, señaló Sie. “Sabías que estabas enfermo y me enfermaste”.
Cy también se hizo la prueba, dos veces con resultados negativos antes de que una tercera prueba diera positivo. Otro hombre de negocios independiente que trabajaba en la misma oficina también dio positivo.
“Me enfrenté a Ted y le pregunté por qué no se lo dijo a la gente en vez de hacernos pasar por todo esto”, relató Cy. “Y él respondió, ‘Porque pensé que podría salirme con la mía’. Lo cual es probablemente típico de mucha gente en L.A., y es por lo que todavía tenemos este problema”.
¿Pero qué quiso decir Ted al decir que pensaba que podía salirse con la suya? ¿Quiso decir que si transmitía el virus, nadie sabría que venía de él? ¿O que si no tenía síntomas, o síntomas leves, probablemente no era muy contagioso?
Cy dijo que creía que Ted pensaba que si usaba una mascarilla y se mantenía a distancia, nadie más contraería el virus.
Es imposible saber con certeza quién en esa oficina contrajo primero el virus, o quién contagió a quién. Pero es difícil de creer que alguien pueda ser tan egoísta, imprudente y tonto como para dar positivo y no tener la decencia de aislar y advertir inmediatamente a aquellos con los que ha estado en contacto.
Llamé a Ted, quien dijo que no tenía “ningún comentario” excepto para decir que no sabía la historia completa de lo que pasó. Entonces dímela, dije, preguntando cómo podía ir a trabajar sabiendo que tenía COVID-19. Ted me maldijo, colgó y llamó poco después para reiterar su negativa a hablar de ello.
Pero dijo esto: “Probablemente no debería haber estado en mi oficina”, comentó Ted. “Cometí un error”.
¡Duhhhh!
Estoy ocultando el apellido de Ted por ahora porque no pude obtener su relato completo de lo que pasó, y porque el objetivo de esta historia no es avergonzar a una persona, sino recordarles a todos que no hay excusas para tratar este virus como si no fuera gran cosa. Pero informé de los detalles de la historia de Sie a los funcionarios de salud del Condado para que los rastrearan, porque Sie me dijo que no había podido comunicarse con el Condado.
¿Saben qué, amigos?
Seguiremos en este lío dentro de un año si no despertamos. Nunca vamos a vencer al coronavirus si la gente se niega a tomar la vacuna cuando esté disponible, a menos que seamos mucho más inteligentes y bastante más considerados con los demás.
Con las morgues abrumadas, los hospitales metiendo a los pacientes en los pasillos y rechazando a las ambulancias, con una nueva cepa del virus suelta y un número de muertes a nivel nacional que se acerca a las 400.000, ¿cuándo se va a dar cuenta la gente de que actuar como un tonto puede literalmente hacer que alguien muera?
Sie me dijo que él y su esposa se han aislado completamente en su apartamento, y que se siente mejor ahora y ha recuperado su gusto y olfato, pero la recuperación de su esposa ha sido mucho más lenta. Ambos han experimentado una extrema fatiga y pérdida de apetito y se han visto obligados a comer algo, solo para mantener sus fuerzas.
“Hay una niebla cerebral cuando estoy hablando contigo y tengo que cerrar los ojos para concentrarme. Es como si pensar fuera un esfuerzo, y caminar desde la sala de estar hasta la cocina fuera agotador”, expuso Sie, y añadió que él y su esposa se preocupan por las historias de personas que experimentan síntomas durante meses y pueden tener daños permanentes.
Habiendo faltado a dos semanas de trabajo hasta ahora, Sie publicó sobre su experiencia en su página de Facebook, y agradeció a aquellos que han tomado precauciones para protegerse a sí mismos y a los demás.
“Y para aquellos de ustedes que todavía creen que esto es un engaño, o alguna estratagema política, o piensan que usar una mascarilla es una tiranía y una violación de sus libertades”, escribió Sie, “tengo un dedo que me gustaría mostrarles”. Creo que sé cuál es.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.