Anuncio

Las muertes ocasionadas por el ascenso del COVID-19 dejan las morgues desbordadas mientras las funerarias rechazan a las familias en duelo

Family and friends console one another as they gather at a service for Julio Aguilar on Dec. 20 in East Los Angeles.
Familiares y amigos se consuelan mutuamente mientras se reúnen en un servicio el 20 de diciembre para Julio Aguilar en la Funeraria Continental en el Este de Los Ángeles. El hombre de 74 años murió el 28 de noviembre por complicaciones de COVID-19
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)

Un aumento de meses de casos de coronavirus en el condado de Los Ángeles está alcanzando su pico sombrío, aunque inevitable, a medida que las muertes llegan a niveles antes impensables, la infraestructura médica se está derrumbando bajo una avalancha de pacientes y las autoridades de salud temen que las cifras de mortalidad empeoren en las próximas semanas.

El Condado registró un promedio de 151 personas que murieron por COVID-19 a diario durante la semana pasada, una cifra que es casi tan alta como el número promedio de individuos que fallecen diariamente por cualquier otra causa, alrededor de 170 por día. Pero más recientemente, esos números se han disparado considerablemente.

Los registros de muertes de COVID-19 de un solo día se han batido a diario durante los últimos tres días del año, con 242 muertes reportadas el martes, 262 el miércoles y 291 en la víspera de Año Nuevo.

Anuncio

La gran cantidad de decesos está causando más desafíos a los hospitales y otras instituciones ya abrumadas. Muchas morgues de hospitales se encuentran ahora llenas de cadáveres y los funcionarios están tratando de trasladarlos para su almacenamiento temporal a la oficina del médico forense del Condado.

Alejar a las familias de las morgues

Jennifer Bagues, la gerente general de Felipe Bagues Mortuary en Boyle Heights, comenzó a rechazar familias esta semana. El pequeño depósito de cadáveres de su familia en 1st Street, que fue fundado por su bisabuelo, no puede albergar más de 20 cuerpos.

Bagues estima que el 75% de las llamadas que ha recibido en las últimas dos semanas han sido de familias cuyos parientes han muerto de COVID-19. Últimamente, se ha dado cuenta de que algunas familias están regresando para enterrar a un segundo ser querido. Bagues programó un servicio este fin de semana para un esposo y una esposa que murieron a causa de COVID-19, el quinto que ha organizado desde que comenzó la pandemia, dijo.

Decirle a las familias en duelo que no puede llevarse a sus seres queridos es desgarrador, manifestó Bagues. “Creo que mi padre se daría vueltas en su tumba si me escuchara decir eso”.

Rob Karlin, el propietario y director de la funeraria de Los Ángeles Funeral Service en Culver City, atribuyó sus problemas de capacidad tanto al aumento de la cantidad de casos como a la desaceleración del proceso de sepultura de los muertos. Obtener certificados de defunción, recuperar cadáveres del forense, embalsamarlos: “todo está tardando más”, dijo.

Los embalsamadores, agregó, están tratando a todos los cuerpos como si hubieran sido infectados con COVID-19.

“Están tomando precauciones adicionales y usando mucho blanqueador”, expuso. “Existe una incertidumbre sobre cuánto tiempo es peligroso un cadáver. No lo sé. Hay tantas cosas desconocidas”.

Karlin fundó una empresa de ataúdes en 1996 y el servicio funerario en 2005. “Nunca he estado en una posición en la que tuviera que decir: ‘Lo siento. No puedo ayudarte’”, dijo.

“Nuestra morgue ha estado llena todo el tiempo”

En St. Francis Medical Center en Lynwood, las funerarias no pueden llegar lo suficientemente rápido para sacar los cuerpos de la morgue del hospital, expuso Scott Byington, enfermero del hospital. Los funerarios visitan el sanatorio varias veces al día para recoger tantos cadáveres como puedan, pero el espacio limitado en las funerarias ha creado un retraso.

Cualquier espacio abierto se llena rápidamente con más pacientes fallecidos, dijo Byington.

Al comienzo de un turno reciente, le dijeron a Byington que había suficientes camillas para nueve personas más en la morgue del hospital. Seis horas después, varios pacientes habían muerto y la morgue estaba llena, reveló.

“Estábamos llamando al depósito de cadáveres para que vinieran y se llevaran los cadáveres que pudieran”, dijo. “Nuestra morgue ha estado llena todo el tiempo”.

Basado en patrones anteriores, el aumento en las muertes por COVID-19 relacionadas con el Día de Acción de Gracias puede durar desde principios hasta mediados de enero. Se espera que las hospitalizaciones relacionadas con el incremento esperado en la transmisión del virus durante Navidad y Año Nuevo empeoren a mediados y finales de enero.

“Nos estamos quedando sin ambulancias”

En el condado de Los Ángeles, en los días previos a Navidad, los hospitales sobrecargados ya estaban agregando 234 pacientes con COVID-19 adicionales en hospitales todos los días durante un período semanal, un récord.

El ritmo se ha estabilizado un poco desde entonces. Para el período de siete días que finaliza el miércoles, se agregaron a los hospitales 129 nuevos pacientes con COVID-19 a diario. Pero no ha habido tanto alivio para las UCI. A mediados de diciembre, las UCI ya llenas estaban agregando un promedio neto de 44 nuevos pacientes por día; a finales de mes, todavía había un promedio neto de 36 nuevos pacientes de UCI por día.

Los largos tiempos de espera para descargar a los pacientes en los hospitales críticamente superpoblados del Condado impiden cada vez más que las ambulancias puedan responder a otras llamadas de emergencia, dijeron funcionarios el jueves, la última repercusión del aumento desenfrenado y generalizado de coronavirus que está azotando la región.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio