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Una firma china reembolsará $247.5 millones al estado por una polémica compra de máscaras faciales

California Governor Gavin Newsom
El gobernador de California, Gavin Newsom, discute un resumen de lo que se necesitará para levantar las restricciones por el coronavirus, durante una conferencia de prensa en la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador en Rancho Cordova.
(Rich Pedroncelli / Associated Press)

El gobernador Gavin Newsom dio a conocer el miércoles un acuerdo secreto valuado en $1.000 millones de dólares para comprar máscaras protectoras a un fabricante chino de automóviles eléctricos, que reveló que la compañía debe ahora reembolsar al estado $247.5 millones a finales de la semana.

La información del contrato se dio a conocer en medio de las crecientes preguntas sobre la negativa de la administración a brindar detalles sobre el acuerdo. Sólo dos días antes, los funcionarios se habían negado a divulgar más datos, después de que The Times lo solicitara en el marco de la Ley de Registros Públicos.

El reembolso de BYD, a través de su filial estadounidense con sede en Los Ángeles, se atribuyó a un retraso de un mes en la certificación de las máscaras N95 de la empresa. Es posible que esas máscaras no sean aprobadas por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional hasta fines de mayo.

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Newsom restó importancia a este revés durante una sesión informativa sobre el coronavirus realizada el miércoles anterior, y lo calificó como una “demora”, sugiriendo que se debía a que las máscaras eran un producto nuevo para la fábrica. “Todas estas cosas se solucionan por sí mismas”, dijo.

El reembolso de último minuto, de acuerdo con una nueva enmienda al contrato, se acordó porque el depósito original -de $495 millones- del estado estaba supeditado en parte a algunas de las máscaras N95 a entregar en mayo.

El lunes, la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador rechazó el pedido de The Times para revelar el contrato, un acuerdo hecho entre el estado y BYD el 7 de abril pasado, y que se solicitó al día siguiente según las disposiciones de la Ley de Registros Públicos de California.

“Publicar el acuerdo ahora, antes de que se complete el cumplimiento del contrato, presentaría un riesgo sustancial e innecesario para que el estado asegure los suministros necesarios”, escribió Ryan Gronsky, abogado de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador, en una carta a este periódico.

No queda claro por qué la administración cambió su decisión.

El precio del contrato es superior al revelado anteriormente. En total, el estado acordó pagar a BYD más de $1.000 millones por las máscaras. La mayor parte de ello, $990 millones, se destinaron a comprar 300 millones de máscaras protectoras N95 durante un período de dos meses, a un costo de $3.30 cada una. El contrato exige unos $54.9 millones adicionales por la compra de 100 millones de máscaras quirúrgicas adicionales. El acuerdo le da al estado la opción de extenderlo más allá del 30 de junio, al mismo valor.

“Negociamos un precio bastante bueno en medio de todo esto”, aseguró Newsom el miércoles, señalando los valores inflados que pagaron otros en las primeras semanas de la crisis. “Espero que consideren ese precio que pudimos negociar, en comparación con lo que valía en el mercado”.

Según Frank Girardot, portavoz de BYD, el precio por máscara incluye todos los impuestos y aranceles, más los costos de flete para la entrega aérea. Con todos esos gastos en mente, el valor por máscara -antes del envío- para el estado fue de $2.88.

“Nuestro costo es justo”, enfatizó Girardot el miércoles. “No hay nadie que pueda hacer esta cantidad [de máscaras], tan rápido”.

Sergio Fernández de Córdova, presidente de un grupo mediático sin fines de lucro en Nueva York, que trabaja con la firma de consultoría gubernamental Raymond Associates para conseguir las mejores ofertas de máscaras para agencias gubernamentales, estimó que el precio de $3.30 por artículo podría ser unos 30 centavos más alto de lo que le cuesta a la compañía fabricarlos y enviarlos al extranjero.

Con la cantidad de dinero que California puede reunir, el estado podría haber equipado sus propias fábricas en el estado, empleado a los californianos sin trabajo y fabricado grandes cantidades de máscaras similares, por “fácilmente menos de un dólar”. “El estado podría haber lanzado 190 nuevas empresas en torno a esto”, agregó Fernández de Córdova. “Los tiempos de pandemia llevan a decisiones de pandemia, que generalmente no están bien pensadas”.

Ken Curley, coronel retirado del ejército y presidente de Raymond Associates, preguntó por qué el estado no acudió a un fabricante como 3M, que ya tiene experiencia en máscaras N95, para negociar un mejor trato. “El estado tiene mucho liderazgo y dinero”, agregó Curley.

Según la compañía estadounidense 3M, el precio de lista de sus máscaras N95 más comunes oscila entre $0.63 y $3.40, según el modelo. La semana pasada, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció un acuerdo con Honeywell por ese modelo de máscara, que costarán a la ciudad $0.79 cada una, aunque la mayoría apenas estarán disponibles para el verano y otoño. Se espera que los artículos comprados a BYD lleguen este mismo mes.

The Times se enteró del costo de cada máscara N95 a través de los registros obtenidos de la oficina del tesorero del estado. Pero los correos electrónicos y otros documentos del tema sugieren que el acuerdo de BYD todavía estaba en vías de ser examinado por los funcionarios estatales cuando Newsom se jactó al respecto durante una transmisión por televisión nacional, el mes pasado. “No esperaremos más. Ya no estamos interesados en el progreso que veíamos en el pasado”, afirmó el gobernador a la presentadora de MSNBC Rachel Maddow el 7 de abril.

Al día siguiente, la oficina de presupuesto de Newsom le informó al personal de la tesorera estatal, Fiona Ma, que el acuerdo estaba listo.

“Según el anuncio del gobernador anoche, este pago está asegurado (queda pendiente una notificación por 72 horas a la Legislatura)”, escribió un analista del Departamento de Finanzas de California, Thomas Todd, en un correo electrónico. “El monto ahora es de $495 millones, y queremos efectuar el pago el viernes (el primer día disponible después de la notificación de 72 horas)”.

Después de ese correo electrónico, los funcionarios de la oficina de tesorería preguntaron si el vendedor había sido investigado y aprobado. Thomas respondió que ello estaba ocurriendo “en este mismo momento”.

Pero no era así, y tampoco se finalizó el trato. El 15 de abril, el contrato entre el estado y BYD fue modificado. Los documentos proporcionados por la administración de Newsom, el miércoles por la noche, muestran que hubo un cambio en el número de modelo de las máscaras N95 que se proporcionarán, pero ninguna otra información. Girardot, de BYD, remitió todas las preguntas a la administración del gobernador, donde no hubo una respuesta inmediata.

BYD anunció en marzo que había cambiado sus operaciones de la fabricación de vehículos a equipos de protección sanitaria. Su filial estadounidense, con sede en Los Ángeles y promovida durante mucho tiempo por el estado por su producción de autobuses eléctricos, ayudó a organizar el acuerdo. Global Healthcare Product Solutions, la empresa de responsabilidad limitada establecida por la firma en marzo, comparte la misma dirección que la sede de BYD en Los Ángeles.

Al describir el proceso de investigación de antecedentes, Tabitha Stout, de la Oficina de Servicios de Emergencia (OES, por sus siglas en inglés) del Gobernador, informó a la oficina de tesorería que la agencia estatal había seguido las prácticas estándar de contratación durante una emergencia e incluido en el acuerdo términos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). “Durante el compromiso inicial con el proveedor, OES confirmó que FEMA junto con las grandes compañías de suministros médicos también investigaron a este fabricante”, escribió Stout en un correo electrónico del 9 de abril.

La negativa a dar a conocer el contrato fue criticada en las últimas semanas por algunos legisladores, quienes fueron informados de su existencia justo antes de que Newsom mencionara el tema en MSNBC. “Muchos de nosotros seremos muy insistentes con ver los términos de ese acuerdo”, enfatizó el senador estatal Jim Nielsen (republicano de Gerber), durante una audiencia el 16 de abril pasado, en la que los legisladores expresaron su preocupación por el secreto del gobierno sobre el acuerdo. “Y los términos del contrato que garantizan la entrega oportuna serán muy, muy importantes”.

Los asesores del gobernador informaron a los legisladores que temían el desvío de las máscaras fuera de California si revelaban demasiado al respecto. Newsom insistió el miércoles en que fueron los abogados de su administración, y no él, quienes retrasaron la divulgación del acuerdo con BYD. “Soy culpable de querer entregar y hacer esto para salvar vidas”, remarcó. “Al mismo tiempo, maldita sea, quiero ser tan transparente como humanamente se pueda, porque ustedes lo merecen”.

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