55 nuevas muertes por coronavirus en el condado de Los Ángeles, un récord que muestra el ‘poder devastador del COVID-19’

Las muertes relacionadas con el coronavirus alcanzaron otro nuevo máximo en el condado de Los Ángeles el jueves, cuando las autoridades de salud confirmaron 55 muertes adicionales.

La última actualización, el tercer día consecutivo en que el Condado ha visto un número récord de decesos, elevó el total a 455 y demuestra “el poder devastador del COVID-19”, dijo Bárbara Ferrer, la directora del Departamento de Salud Pública.

La tasa de mortalidad del Condado ahora es de 4.2%, agregó.

De las últimas víctimas, 43 tenían más de 65 años, y 39 de esas personas padecían problemas de salud subyacentes, señaló Ferrer. Nueve tenían entre 41 y 65 años, y todos sufrían condiciones de salud subyacentes, agregó.

En total, Ferrer dijo que el 88% de los que murieron como resultado de COVID-19 han tenido algún tipo de condición de salud subyacente. Eso subraya “la necesidad de que todos trabajemos juntos para hacer posible que aquellos que padecen ese tipo de problemas permanezcan en sus hogares”, manifestó.

Los funcionarios del condado de Los Ángeles también confirmaron 399 nuevas infecciones por coronavirus, lo que eleva el total a 10.854. Aunque el número de muertes ha aumentado día a día, la cifra de nuevos casos de COVID-19 ha disminuido en el transcurso de la semana.

Ferrer dijo que hay un retraso natural cuando se trata de muertes, ya que “a veces las personas pueden estar en el hospital durante unos días antes de que fallezcan”, y agregó que en otras áreas han visto una tendencia similar.

“Se tiende a ver que las muertes continúan aumentando después de que sus casos se hayan estabilizado”, señaló.

Los funcionarios tienen información sobre raza / origen étnico para 390 de las personas que murieron en el Condado y dieron a conocer el siguiente desglose de esas víctimas:

-16% afroamericanos

-17% asiáticos

-33% latino

-31% blanco

-3% Otros

A pesar de los signos prometedores de aplanar la curva en la batalla contra el coronavirus, California continúa viendo un número creciente de muertes relacionadas con la enfermedad.

Hasta el miércoles por la noche, se habían registrado 889 muertes en el estado, incluidos 101 nuevos decesos reportados ese día. El número es el mayor en un solo día hasta la fecha.

Aún así, el total de decesos de California es mucho menor que otros puntos críticos de coronavirus como Nueva York, Nueva Jersey y Michigan, y las autoridades reconocen que el distanciamiento social temprano hace una gran diferencia. Nueva York ha visto más de 10.000 muertes por coronavirus.

El número de casos nuevos reportados cada día en California ha comenzado a mostrar signos de que la propagación del virus está disminuyendo. También lo ha hecho la cantidad de pacientes con COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos de California, que ha permanecido entre 1.100 y 1.200 personas desde el 7 de abril.

El gobernador Gavin Newsom dijo el jueves que 1.191 californianos estaban en cuidados intensivos hasta el miércoles, un aumento del 1.4% en el día a día, pero que el número total de pacientes hospitalizados disminuyó un 0.9% a 3.141.

“Esa es una buena noticia, pero, una vez más, les advierto a todos: los datos de un día no marcan una tendencia”, señaló.

Hay más de 27.000 casos en todo el estado, un número que aumentó 1.320 en un día.

El condado de San Diego informó el miércoles de siete muertes adicionales relacionadas con el coronavirus, para un total de 60, y su número de casos superó los 2.000.

El condado de Riverside también pasó ese umbral el miércoles. Después de su mayor aumento de un solo día en los casos desde que comenzó la pandemia, el Condado informó de 144 infecciones adicionales por coronavirus, así como cuatro nuevas muertes. En todo el Condado, 54 personas han muerto y 2.105 han dado positivo.

En el condado de Orange, ha habido 25 decesos relacionados con el coronavirus, incluidos tres tanto el miércoles como el jueves. El Condado también confirmó 51 nuevos casos de COVID-19 el jueves, aumentando su total acumulado a 1.425.

Y los casos también son más altos fuera del sur de California. Algunas partes del Área de la Bahía igualmente han visto aumentar su número de muertes en los últimos días.

El condado de Alameda reportó 13 decesos relacionados con coronavirus el miércoles. El Condado ahora tiene 36 muertes y 962 infecciones totales por coronavirus.

Los funcionarios también se enfrentan a brotes en dos hogares de ancianos. Los fiscales del Área de la Bahía abrieron una investigación sobre el Centro de Cuidado y Rehabilitación Gateway en Hayward, donde 13 personas murieron después de contraer el coronavirus. Cuarenta y un residentes y 26 miembros del personal han dado positivo por COVID-19.

En East Bay Post Acute Healthcare Center en Castro Valley, 22 residentes y 23 miembros del personal dieron positivo por infección de coronavirus. Un residente ha muerto.

El condado de Santa Clara reportó 71 casos nuevos y un deceso adicional el miércoles, con un total de 1.793 y 65, respectivamente.

Los líderes electos han advertido que la vida no volverá a la normalidad en corto plazo.

Un correo electrónico interno del Departamento de Bomberos de Los Ángeles revisado por el Times indica que la ciudad podría esperar para permitir grandes reuniones, como conciertos y eventos deportivos, hasta 2021 debido a la amenaza del coronavirus.

“Creo que estamos muy lejos de las grandes reuniones”, manifestó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, en su conferencia de prensa el miércoles por la noche. “No podemos reabrir las cosas simplemente porque nuestros corazones dicen que queremos hacerlo. Siempre escucharé a los doctores, todo el tiempo pondré atención en la salud pública”.

Garcetti dijo que podría prever que los equipos deportivos puedan jugar sin audiencias en vivo, si los funcionarios de salud pública dicen que tal medida sería segura. “Creo que probablemente sea algo que sucederá antes de ver los estadios llenos”.

Los funcionarios continúan lidiando con el devastador costo económico del cierre.

Newsom dijo el jueves que recientemente había compartido una llamada con el presidente Donald Trump y otros funcionarios federales y gobernadores y estaba agradecido por lo que escuchó en relación con la “necesidad de un enfoque gradual, una perspectiva reflexiva y juiciosa basada en las condiciones y sobre el apremio de actuar con el tipo de especificidad que se requiere a nivel estatal”.

California está ampliando las horas en su centro de atención telefónica que maneja el seguro de desempleo y se prepara para acelerar los beneficios a contratistas independientes en respuesta a un número récord de personas que no tienen trabajo y buscan ayuda del gobierno.

Newsom discutió los esfuerzos el miércoles y señaló que 2.7 millones de californianos habían solicitado beneficios de desempleo en el último mes, después de que las empresas de todo el estado cerraron bajo su orden de quedarse en casa y la economía se derrumbó.

Newsom también anunció un esfuerzo de ayuda de $125 millones para ayudar a aproximadamente 150.000 californianos sin estatus legal de inmigración. El gobernador señaló que el plan está financiado en parte por organizaciones sin fines de lucro y que proporcionará subsidios en efectivo a personas y familias necesitadas. Un grupo de 23 miembros de la asamblea estatal envió una carta a Newsom la semana pasada pidiéndole que creara dicho fondo.

“Sentimos un profundo sentimiento de gratitud por las personas que temen la deportación pero que aún abordan las necesidades esenciales de decenas de millones de californianos” en la recolección de alimentos y otras tareas, dijo el gobernador.

La propuesta, señaló, ofrecerá subsidios en efectivo de $500 para individuos que viven en EE.UU Ilegalmente y hasta $1.000 para familias; las solicitudes se aceptarán a partir del próximo mes.

El dinero se desembolsará a través de grupos regionales sin fines de lucro con experiencia en el servicio a personas indocumentadas que se encuentran en el país, dijo el gobernador.

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