El distanciamiento social puede haber ayudado a California a frenar el virus y evitar el impacto que tiene Nueva York - Los Angeles Times
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El distanciamiento social puede haber ayudado a California a frenar el virus y evitar el impacto que tiene Nueva York

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Para California y Washington, los desencadenantes del coronavirus llegaron temprano. Empujaron a los dos estados a implementar medidas de distanciamiento social antes que el resto del país.

En el Area de la Bahía de San Francisco, la advertencia llegó mientras el crucero Grand Princess, que transportaba tripulación y pasajeros infectados, acechaba fuera del Golden Gate. A medida que los casos de coronavirus se extendieron en Silicon Valley, los funcionarios de salud desde el 5 de marzo instaron a los empleadores a considerar permitir que muchos de ellos trabajaran desde sus hogares, y que las compañías cancelaran grandes reuniones y viajes no esenciales.

Para cuando el barco atracó en Oakland el 9 de marzo, el sistema de tránsito BART había visto una caída del 24% en el número de pasajeros en comparación con un típico lunes de febrero.

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La cantidad de pasajeros disminuyó un 75% una semana después, el mismo día en que el Área de la Bahía emitió la primera orden de quedarse en casa contra el coronavirus en el país.

En Seattle, las muertes prematuras en un hogar de ancianos suburbano a fines de febrero sorprendieron a muchos.

En la primera semana de marzo, las principales compañías tecnológicas les decían a los empleados que trabajaran desde sus hogares y los funcionarios locales les instaron a hacerlo.

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El coronavirus continúa propagándose rápidamente en ambos lugares, pero hasta ahora a un ritmo más lento que en otros puntos críticos del país, como Nueva York, Nueva Jersey, Michigan y Louisiana.

Sin duda, la epidemia aún podría empeorar dramáticamente en la Costa Oeste. Un hogar de ancianos en San Francisco con más de 700 camas está luchando contra un brote que ha infectado a dos pacientes y nueve miembros del personal. También hay signos de contagio en 11 hogares de ancianos del condado de Los Ángeles.

Pero los expertos están buscando señales de que California y Washington estén marcando la diferencia.

Con todos los ojos puestos en las curvas que se elevan bruscamente y muestran el aumento dramático en los casos, “si se aplana, lo verá primero aquí”, señaló el Dr. George Rutherford, epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco.

La implementación de las órdenes de permanecer en casa en el Área de la Bahía “ocurrió más cerca de la introducción del virus, por lo que no ha tenido tantas generaciones de transmisión. Por lo tanto, hay menos casos per cápita en la población”, observó Rutherford.

Aunque advirtió que no hay forma de predecir el futuro, es plausible que la acción temprana del Área de la Bahía le permita evitar un aumento al estilo de Nueva York en los casos, agregó.

El Dr. Robert Kim-Farley, epidemiólogo de UCLA, dijo que el número de hospitalizaciones y muertes proporciona un indicador más preciso de la trayectoria del brote que la cantidad de casos identificados a través de pruebas desiguales. El jueves, la cifra total de decesos en el condado de Los Ángeles casi se duplicó en un solo día.

“Anticiparé que continuaremos viendo un aumento en las hospitalizaciones y muertes, pero creo que deberíamos ser capaces de notar una nivelación de esos números en un par de semanas debido a las medidas de distanciamiento físico”, manifestó Kim-Farley.

De hecho, el gobernador Gavin Newsom dijo el lunes que la cantidad de pacientes hospitalizados con COVID-19 se había duplicado en el transcurso de cuatro días, y el número en unidades de cuidados intensivos casi se había triplicado.

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Después de que una persona se infecta con el coronavirus, pueden pasar de dos a 14 días para que aparezcan los síntomas, comúnmente fiebre, tos y falta de aliento. Luego, en los casos en que la enfermedad se vuelve severa, un paciente tarda entre 8 y 15 días adicionales en requerir una terapia en una unidad de cuidados intensivos.

Eso significa que puede tomar semanas para que los efectos de las órdenes de quedarse en casa se hagan evidentes.

Y hay una serie de cosas que aún pueden salir mal para California.

El estado no sabe cuántas personas están ignorando la orden de quedarse en casa tanto como sea posible y mantenerse al menos a seis pies de distancia de otros, señaló el Dr. Otto Yang, experto en enfermedades infecciosas en el Centro Médico de UCLA, donde los casos de coronavirus han aumentado bruscamente en las últimas semanas.

Algunas noticias sugieren que algunos californianos son escépticos sobre la amenaza del virus y la necesidad de distanciamiento físico.

La falta de pruebas generalizadas también puede enmascarar cuántas personas están realmente infectadas y transmiten el virus, agregó Yang. El número verdadero “determinará cuántos recursos hospitalarios se necesitarán”, subrayó.

El Área de la Bahía sorprendió a la nación el 16 de marzo cuando los oficiales de salud en seis condados ordenaron conjuntamente a los residentes que se refugiaran en casa para frenar la propagación del coronavirus, oficialmente conocido como SARS-CoV-2. Otros once condados de California pronto se unieron a la orden, y el 19 de marzo Newsom la expandió en todo el estado.

El estado de Nueva York, por el contrario, emitió una orden de quedarse en casa el 20 de marzo y entró en vigencia el 22 de marzo.

La orden enérgica de California de quedarse en casa es una de las razones por las cuales un modelo publicado por el Instituto de Evaluación y Métrica de la Salud de la Universidad de Washington sugiere que el estado de Nueva York verá su peor día de la epidemia a principios de abril, y que será dramáticamente más malo que el peor día de California.

El informe proyecta que el tope de hospitalizaciones y muertes en California llegará a fines de abril.

“Dado lo que hemos estado viendo en California, esperamos que el tope de la epidemia, la intensidad de la misma, sea menor que en Nueva York”, manifestó el Dr. Chris Murray, profesor y director del Instituto de Métricas de Salud y Evaluación y el autor del informe. “Eso significa que el aumento en los hospitales será menor”.

Los funcionarios que asesoran al presidente Trump dijeron que su modelo de la pandemia refleja las proyecciones de la Universidad de Washington. Pero otros expertos han planteado dudas sobre las conclusiones.

Nicholas Jewell, investigador de bioestadística en UC Berkeley, dijo que es “muy escéptico” sobre el trabajo y expuso que hace una serie de suposiciones que aún no se han probado, incluso sobre la tasa de mortalidad en Wuhan, China, donde se originó la enfermedad, y en una región de Italia afectada por el coronavirus.

Los expertos dicen que es probable que California continúe viendo un aumento de nuevos casos y muertes en las próximas semanas, pero esperan que el distanciamiento social marque la diferencia.

Las proyecciones de la Universidad de Washington cambiaron de viernes a lunes, ya que los investigadores introdujeron nuevos datos en su simulación por computadora. El lunes, mostró que California probablemente sería golpeada con 4.306 muertes, en comparación con el pronóstico de 6.109 la semana pasada. Para Nueva York, el total de decesos proyectados aumentó considerablemente, de 10.243 a 15.546.

Esos cambios bruscos fueron otro factor que hizo que Jewell se detuviera.

“No digo que su respuesta sea incorrecta”, subrayó Jewell. “Sólo digo que no debemos confiar demasiado en ella todavía”.

Un profesor de biología de la Universidad de Washington también planteó preguntas sobre las proyecciones, diciendo que representan un modelo del “mejor caso” que parece asumir un grado de distanciamiento social equivalente al alcanzado en Wuhan.

“No es obvio para mí, especialmente en estados sin órdenes de control, que tendremos algo parecido al cierre que vimos en Wuhan”, dijo Carl T. Bergstrom, experto en biología matemática y computacional.

Además de la orden posterior de quedarse en casa para Nueva York, otros factores potenciales para el fuerte aumento de casos de ese estado incluyen la densidad de población de la ciudad de Nueva York y el abarrotado sistema de transporte público, señaló Murray.

A diferencia de EE.UU, donde las pruebas han sido escasas, las ciudades asiáticas tenían la ventaja de poder analizar ampliamente el virus, aislar a los infectados, encontrar contactos cercanos y poner en cuarentena a los que pudieron haber sido infectados.

Cientos asistieron a una iglesia pentecostal el domingo a pesar de la orden del gobernador de evitar las grandes reuniones.

La amplia disponibilidad de pruebas en Corea del Sur también brindó a los funcionarios de salud la capacidad de detectar brotes antes de que surgieran, lo que permitió a las autoridades mantener a quienes tienen el potencial de propagar el virus lejos de las personas no infectadas.

Los modelos que proyectan el curso de una epidemia pueden ser controvertidos. El modelo es tan bueno como los datos en los que se basa, y California está en desventaja debido a la falta de pruebas disponibles, declaró el viernes Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles.

Aún así, Ferrer dijo que cree que es plausible que los números de casos sigan aumentando durante tres semanas más en el condado de Los Ángeles. Los casos podrían continuar duplicándose cada cuatro o seis días durante semanas, dado el rápido incremento que se ha visto hasta ahora en la región.

“Dado lo que sabemos... es probable que tengamos muchas personas aquí que se infectarán”, reconoció.

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El Dr. Grant Colfax, director de salud pública en San Francisco, dijo que aún es demasiado pronto para saber si el aumento en los casos de COVID-19 se está desacelerando.

“Simplemente no sé si nuestras acciones agresivas desde el principio... han tenido el efecto deseado”, manifestó. “Ciertamente espero y rezo para que ese sea el caso. Todavía necesitamos los datos para confirmarlo”.

Mientras tanto, los médicos del Centro Médico UCSF están usando el tiempo para prepararse.

“Cada día que pasa, tenemos la oportunidad de obtener más ventiladores, reutilizar más espacio clínico, abrir salas de aislamiento, aprender de nuestros colegas en la Costa Este”, precisó el Dr. Jahan Fahimi, director médico del departamento de emergencias del hospital. “Entonces, incluso al momento de que llegue el incremento... tendríamos la capacidad de satisfacer una mayor demanda”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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