Los Ángeles se apresura a abrir refugios para personas sin hogar. Pero, ¿serán “focos” de infección del coronavirus?
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A Tyrone Dixon le dijeron que se presentara frente a The Midnight Mission a las 3:30 p.m. el viernes. Luego, acompañado por dos policías de Los Ángeles, él y otras tres personas sin hogar abordaron un autobús y fueron sacados de Skid Row.
Varios minutos después, Dixon, de 53 años, a quien los oficiales del autobús le tomaron la temperatura, llegó al Centro Comunitario Echo Park, con la esperanza de usar un catre y una ducha caliente.
“Estoy cansado de quedarme en estas calles”, dijo. “Intento permanecer en refugios. Tienen trabajadores de asistencia. Si te quedas en una tienda de campaña... estás atrapado”.
El plan del alcalde Eric Garcetti para transformar 42 centros de recreación en refugios para personas sin hogar comenzó el viernes, con los equipos de la ciudad trayendo suministros, espaciando catres y colocando lonas en los pisos del gimnasio. La iniciativa es parte de una estrategia más amplia para mitigar la propagación del nuevo coronavirus entre los residentes más vulnerables de la ciudad.
En el Centro de Recreación de North Hollywood, los trabajadores de la ciudad, algunos con mascarillas y guantes, sacaron la basura y limpiaron las fuentes de agua potable en preparación para la afluencia. En Watts, los trabajadores esperaban a 25 hombres y mujeres sin hogar en el 109th Street Recreation Center.
En cada sitio, la ciudad proporcionará a los trabajadores equipos de protección, incluidos overoles, máscaras faciales y guantes, señaló Ashley Rodríguez, portavoz del Departamento de Recreación y Parques. Los que se muden recibirán calcetines, mantas y kits de higiene personal, precisó.
Aún así, algunos de los que viven en las calles expresaron serias dudas sobre la mudanza.
David Busch, un veterano activista que no tiene hogar y vive en Venice, dijo que ha estado tratando de aislarse en su tienda de campaña, y que necesitaría mucha más tranquilidad por parte de los expertos en salud pública antes de ingresar a uno de los centros de recreación.
“En toda la ciudad, le comunican a la gente que no se congregue, pero les dicen a las personas sin hogar que se reunan en estos centros de recreación”, señaló. “¿Qué protección vamos a tener?”
Gov. Gavin Newsom has ordered Californians to stay at home. With businesses and popular destinations closed, The Times’ Luis Sinco documented the surreal scenes.
Se programó la apertura de ocho de los refugios para el viernes, y se agregarán otros cinco durante el fin de semana. Ubicados en vecindarios que se extienden desde Woodland Hills hasta South Los Ángeles, se espera que acojan a un total de casi 1.600 personas.
Representa un salto masivo en la capacidad de refugio de Los Ángeles, que durante mucho tiempo ha tenido una de las proporciones más bajas del país en camas para personas sin hogar.
Los centros de recreación fueron seleccionados porque son accesibles para sillas de ruedas, tienen duchas en el lugar o en sitios cercanos y están ubicados cerca de los campamentos para desamparados existentes, según una hoja informativa que circula en el Ayuntamiento de Los Ángeles.
En una reunión especial de la comisión de la Autoridad de Servicios para Personas sin Hogar de Los Ángeles el jueves, la jefa del grupo de trabajo de vivienda Amy Perkins dijo que los nuevos refugios se limitarían a aproximadamente el 80% de su capacidad para mantener el espacio adecuado, según lo recomendado por los funcionarios de salud pública. Se espera que las camas estén separadas 6½ pies.
El Departamento de Salud Pública del Condado participó en el diseño de los refugios, apuntó Perkins.
Serán atendidos por el departamento de parques, con la supervisión de personal de Homeless Services Authority o empleados de organizaciones sin fines de lucro con experiencia en el manejo de refugios. Dos gerentes y un miembro del personal del Departamento de Salud Mental del Condado también serán asignados a cada albergue.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles preparará y entregará tres comidas diarias, de lunes a viernes, sin costo, señaló Perkins. La ciudad también está trabajando para conseguir un proveedor que proporcione comidas los fines de semana.
Perkins reconoció que proporcionar a los albergues apoyo médico adecuado y equipo de protección sigue siendo un desafío.
“Nadie quiere que estos sitios se conviertan en focos de infección”, manifestó. “Pero en este momento, realmente no tenemos soporte médico en el sitio. Nos encantaría tener a alguien que nos pueda ayudar con las evaluaciones médicas, porque obviamente todos están asustados”.
Perkins agregó más tarde: “Nos gustaría contar con termómetros”.
Se compraron cuatro mil termómetros de un solo uso, pero los están esperando.
Debido a que la ciudad está tratando de atraer a personas sin hogar que enfrentan los mayores riesgos de salud, algunos visitantes sin cita previa han sido dirigidos a otros refugios, grupos sin fines de lucro o agencias gubernamentales, dijo Rodríguez.
“Están presentándose personas y no podemos acomodarlas, eso es un poco triste”.
Los funcionarios de la ciudad y el Condado dicen que la admisión a los refugios será puramente voluntaria y que están tratando de identificar a los miembros con mayor riesgo de la población sin hogar. Los trabajadores de extensión estaban compilando listas de candidatos para los albergues que son ancianos o médicamente frágiles.
A pesar de los planes para garantizar el distanciamiento social en los refugios, algunos angelinos sin hogar dijeron que temían que los centros de recreación se convirtieran en puntos críticos para el virus.
En Venice, Catherine Schultis y su socio, Richard Campbell, viven en una camioneta y ganan dinero como artistas, trabajo que se ha evaporado a medida que los visitantes han desaparecido tras la orden del gobernador Gavin Newsom de que las empresas cierren y los residentes se queden en casa. Ir a un refugio, dijo, suena como una idea horrible.
“¿Cómo se supone que debemos mantenernos a seis pies de distancia de las personas?”, manifestó Schultis. “He pasado suficiente tiempo en refugios para saber que una vez que un individuo atrapa algo y entra en un área común, todos lo tienen en cuestión de días”.
En Chatsworth, Rita Dunn dijo que ella y otras personas sin hogar no han tenido ningún lugar para ducharse desde que Garcetti ordenó a los gimnasios que cerraran a principios de esta semana. Anoche, algunos de ellos fueron a una tienda de comestibles y encontraron poco en los estantes. La única leche que quedaba en la tienda, comentó Dunn, tenía sabor a Snickers.
Aún así, Dunn no está ansiosa por ir a un refugio.
“No creo que sea efectivo”, consideró.
La ciudad ha asignado autobuses del Departamento de Transporte para llevar a las personas hacia y desde los refugios, y las rutas han sido diseñadas para hacer paradas en campamentos conocidos de individuos sin hogar.
El viernes, el conductor Jermaine Peterson estaba esperando en uno de los dos autobuses estacionados afuera del Centro Comunitario Echo Park. Dijo que le mencionaron que conduciría para el programa de refugio, pero el resto era “todo un misterio”. Había recibido una mascarilla, aunque más tarde alguien le dijo que no era del tipo correcto.
Debido a los requisitos de salud pública que limitan las reuniones a 10 individuos, sólo siete personas sin hogar podían viajar a la vez; dos policías también iban a estar en cada autobús.
En una sesión informativa el viernes, Garcetti manifestó que planea visitar algunos de los refugios este fin de semana.
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