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Convirtió su carencia en una motivación para regalar juguetes a cambio de sonrisas

El mejor regalo para un niño es un juguete, pero Maynor Sandoval en su infancia hurgaba entre la basura para encontrar uno aunque estuviera descompuesto; esa carencia, precisamente, lo empujó a desarrollar un espíritu altruista pensando en marcar la diferencia en la vida de un menor de edad.

“Siempre decía yo: ‘Cuando sea grande y rico voy a repartir juguetes’”, rememora este joven hondureño, que si bien ya es un adulto, de 34 años, todavía no es un acaudalado; sin embargo, ese sueño de aquel niño extrovertido y juguetón es una realidad desde hace varios años.

Sandoval es presidente de la Fundación Juguetes por Sonrisas Honduras, que este fin de semana realizará tres entregas de juguetes de forma simultánea en Los Ángeles, Honduras y Colombia, y el próximo año van para República Dominicana y a mediano plazo desean llegar a África.

“Vamos poco a poco, a dónde Dios nos lo permita”, sostiene.

Esta iniciativa altruista tomó forma en diciembre de 2011, con un evento en el que recolectaron alrededor de 500 juguetes, realizado en el Valle de San Fernando.

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“Yo soñaba con esto desde pequeño”, reconoce.

Cuando tenía escasos seis años, Sandoval vivía con una tía en el municipio de El Progreso, departamento de Yoro. Él se escapaba a la línea del tren, sabía que ahí podía encontrar juguetes estropeados. En una ocasión, encontró un avión sin alas y un carro sin llantas después de remover los despojos.

“Uno con su imaginación hace funcionar los juguetes, no importa si no tiene alas o llantas”, asegura.

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Esa experiencia de escasez la recuerda como la causa de lo que mueve su vida hoy.

En 2011, cuando ya radicaba en Los Ángeles, Sandoval vio varios juguetes de su sobrino esparcidos en la casa de su hermana.

En ese instante evocó su infancia y lo que pensó fue: “¿Por qué no regalarlos?”. Así que ahí comenzó a recolectar juguetes y al año siguiente se convertiría en una fundación que registró ante el Estado de California. Al principio el enfoque fue llevar donaciones a Honduras, pero luego cruzaron fronteras.

Recuerda con nitidez, que después de algunos eventos recolectó cientos de juguetes que había enviado a Honduras. La meta era realizar varias actividades de entrega; no obstante, a pocas semanas de hacer su viaje sus jefes en el trabajo no le dieron los días de vacaciones que él necesitaba.

“Renuncié a mi trabajo”, revela Sandoval.

Para él era más importante concretar ese sueño, que lo llevó por diferentes aldeas en la zona montañosa de los departamentos de Yoro y La Paz. En esa primera entrega, en septiembre de 2012, vio sonreir a más de 2.000 niños y niñas en diferentes actividades realizadas durante dos semanas.

“En el avión venía todavía con esa magia que los mismos niños te brindan, ese amor”, explica.

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Sandoval llegó al sur de California en 2006. Al principio, trabajó por varios años en mantenimiento de edificios. También es actor y en 2010 fue nombrado Mr. Honduras, por lo que representó a su país en Indonesia. En 2018 fue reconocido como Ciudadando Distinguido por la organización Cofeca.

A su juicio, la vocación de servir tiene mayor valor que cualquier otra cosa y eso es lo que está inculcando a sus hijos Nathaly (5 años) y Nathan (un año), para que sigan con esta labor humanitaria que se han impuesto pensando en que “la sonrisa de un niño brilla con un juguete”, lema de la fundación.

“La maravilla de ayudar te conecta con alguien más, pero ahora no sólo soy yo”, reconoce Sandoval, detallando que su esposa, Sara y sus dos hijos intervienen en todo lo que hace. Sus dos retoños cuando tenían entre los 10 y 11 meses participaron en su primera entrega de juguetes.

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Desde que se creó la fundación han realizado entregas de juguetes en México, Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Belice y Colombia.

Este sábado, 21 de diciembre, realizarán el evento denominado “Mi Primera Navidad en USA”, una iniciativa de Julia Treviño, embajadora internacional de la fundación. Ahí reunirán a niños y niñas inmigrantes que van a celebrar estas fiestas por primera vez en suelo estadounidense.

“Las personas que quieran ayudar a la organización pueden donar juguetes nuevos o usados en buen estado”, asevera.

Los individuos o empresas donantes que desean una declaración de exención de impuestos, se les extiende con facilidad porque desde 2012 están inscritos como una organización no lucrativa.

“En un futuro queremos ir a África”, manifiesta Sandoval, porque considera que los niños y las niñas de ese continente también necesitan “crear esa imaginación” que les provoca un juguete en sus manos.

EL DATO
Mi Primera Navidad en USA
Ofrecerán alimentos y regalos, también tendrán juegos y sana diversión para las niñas y niños que por primera vez van a pasar una Navidad en suelo estadounidense. Las personas que deseen inscribir a un menor de edad o una familia pueden enviar un mensaje de texto al número: 818.572.7119.
Fecha: Sábado 21 de diciembre, a las 12:30 p.m.
Lugar: 11311 Saticoy St, Sun Valley
Información en Facebook: @juguetesporsonrisashondurasjpsh

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