Ganó más de 40 mil dólares en cirugías ilegales de traseros hasta que hizo un trabajo que salió muy mal
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Su trabajo constaba de hacer dinero de las personas que llegaban a su hogar para pedirle traseros voluminosos y levantados. El problema era que Ana Bertha Díaz Hernández, de 47 años, no tiene licencia médica para llevar a cabo este tipo de procedimientos.
Ahora la residente de Monterey Park deberá de aparecer el 31 de julio ante un tribunal para declararse culpable de realizar una modificación corporal ilegal y reembolsarse unos 40 mil dólares.
Hernández inyectaba a sus clientes con una sustancia desconocida, pero se cree que era silicona, según la Procuraduría de Los Ángeles. En uno de los casos, una paciente cuyo nombre no fue revelado, sufrió de un trastorno en la piel que requirió de una operación quirúrgica para corregir el error.
De acuerdo a la fiscalía, la señora que fue arrestada a mediados de junio, compraba un líquido inyectable que contrabandeaba de México a Estados Unidos.
En un acuerdo con la corte federal, Hernández acordó declararse culpable de contrabandear el líquido para recibir una pena de prisión de hasta dos años y pagar una multa de 95 mil dólares así como otros 30 mil en restitución a la víctima.
Según documentos judiciales, una mujer identificada por las iniciales I.T. entabló la queja con la Junta Médica de California después de buscar los tratamientos de Hernández para mejorar la estética de su trasero.
Durante una serie de cuatro tratamientos que costaron miles de dólares a finales del 2015, Hernández le había asegurado a su cliente que el líquido provenía de un producto natural, específicamente de la “grasa de cordero”, según los fiscales.
La víctima dijo que el producto que Hernández le había inyectado en sus trasero había migrado a su “espalda, caderas y piernas”, y tuvo que someterse a una cirugía para corregir el error.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos nunca ha aprobado el uso de silicona con el propósito de darle forma al cuerpo, incluso cuando se administra por un especialista en Medicina.
“Las inyecciones de silicona para el contorno del cuerpo, especialmente de tejido profundo en las nalgas, genera graves riesgos y peligros”, afirma una declaración jurada en el caso.
“Entre los riesgos de estas inyecciones se encuentra la posible embolia, la migración de silicona a otras regiones del cuerpo y la interferencia con órganos que pueden ser afectados, la infección grave por sepsis y los trastornos relacionados con la infección”, agrega la declaración.
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