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Mujeres latinas con la más alta tasa de pobreza a la edad del retiro

Las mujeres mayores de 65 años de edad y retiradas tienen más probabilidades de ser, más pobres, que los hombres independientemente de su raza, educación y estatus marital, señala un nuevo informe del Instituto Nacional de Seguridad de Retiro (NIRS), dado a conocer esta semana.

El reporte destaca que las mujeres mayores de 65 tienen un 25 por ciento menos de ingresos que los hombres de esa misma edad. Asimismo, para el momento en que las mujeres llegan a los 80, la diferencia se amplía a un 44 por ciento.

Dentro de este sector de mayor edad, las latinas tienen la tasa de pobreza más alta que cualquier grupo con el 31 por ciento, en comparación con el 28 por ciento de los hombres latinos mayores de 65.

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Las mujeres mayores que nunca se han casado tienen igualmente un alto índice de pobreza (29 por ciento); comparativamente, los hombres mayores que nunca se han casado tienen una tasa de pobreza del 21 por ciento.

A medida que las mujeres envejecen, un 17 por ciento entre las edades de 70 y 79 también se vuelven más propensas a permanecer en la pobreza. Mientras tanto, los hombres en estos grupos de edad tienen una tasa de pobreza del 11 por ciento.

“Está bien documentado que la nación se enfrenta a una crisis de ahorros de jubilación muy grande, pero el dolor es particularmente grave para las mujeres porque necesitamos un retiro más grande que los hombres gracias a nuestra mayor esperanza de vida”, dijo Diane Oakley, directora ejecutiva NIRS y co-autora del reporte.

Según la experta, los nuevos datos recopilados por medio de cifras de la oficina del Censo, son preocupantes, ya que muestran que los ahorros de las mujeres en el retiro son sustancialmente menores que los de los hombre, lo que demuestra que existe una brecha de género en el dinero para la jubilación.

“Las mujeres están en desventaja económicamente debido a que siguen ganando menos que los hombres y típicamente tenemos que ausentarnos del trabajo para proporcionar cuidados [a nuestra familia o hijos], lo cual reduce nuestra capacidad para prepararnos para el retiro”, sostuvo Oakley.

La participación en la fuerza laboral entre las mujeres de 55 a 64 años, aumentó del 53 por ciento en el 2000, y a 59 por ciento en el 2015. Con esta información, el informe sostiene que las mujeres podrían estar trabajando más tiempo con el fin de compensar sus ahorros de jubilación.

El NIRS, un centro educativo y de investigación sin fines de lucro en temas de jubilación, señaló que deben tomarse medidas para fortalecer los beneficios del Seguro Social, aumentar la inscripción automática en los planes de jubilación y aumentar los planes de ahorro patrocinados por el estado, así como la elegibilidad y contribución para los trabajadores de tiempo parcial.

El NIRS enfatiza que es necesario proporcionar protección conyugal en las cuentas destinadas para el retiro.

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