La niñez de Ana
Ana siempre ha tenido un perro en su vida. Cuando ella tenía siete años, estaba Chula. Ahora, Charlie, el chihuahua negro, abajo a la derecha, la acompaña siempre. (Allen J. Schaben / Los Angeles Times)
En la escuela secundaria, Ana iba a juegos de fútbol americano y balompié y trabajó en la carroza alegórica de la fiesta de bienvenida de regreso a la escuela. Aún recuerda el frío que hacía cuando posó para su foto de graduanda para el anuario escolar. (Allen J. Schaben / Los Angeles Times)