Por qué el mago Penn Jillette ayuna 23 horas al dÃa para mantener su peso de 100 libras
En 2014, Penn Jillette -la mitad alta del popular dúo de magos Penn y Teller- no podÃa subir las escaleras y se quedaba sin aliento cuando intentaba pronunciar oraciones completas. Con seis pies, seis pulgadas, y 330 libras de peso, fue hospitalizado por hipertensión y un bloqueo del corazón del 90%. Ya tomaba seis medicamentos, y se le advirtió que su muerte temprana estaba asegurada a menos que se tomara en serio su salud. Se le recomendó una cirugÃa bariátrica y adelgazar 100 libras.
Jillette se preguntó si habÃa otra manera de hacerlo. Después de profundizar sus investigaciones en internet, el coanfitrión de “Penn & Teller: Fool Us!â€, de CW, evitó la cirugÃa haciendo un cambio radical en sus hábitos alimenticios, que le permitió bajar 105 libras en sólo tres meses, una travesÃa que describe en su exitoso libro “¡Presto! Cómo hice desaparecer más de 100 libras y otros cuentos mágicosâ€, editado en 2017.
Pero como bien sabe cualquiera que haya luchado con la balanza, adelgazar es sólo una parte de la batalla. ¿Logró este artista mantener la pérdida de peso? SÃ.
En Las Vegas, conversamos con Jillette, de 65 años, sobre sus secretos de salud:
Perder 105 libras en tres meses equivale a casi una libra por dÃa. ¿Cuál es tu gran recomendación?
Mi primera recomendación es la siguiente: “Si sigues los consejos de salud de un mago de Las Vegas, eres un idiotaâ€. Dicho esto, afirmó: hazlo difÃcil. Lo fácil es tu enemigo. No creas en esos artÃculos que dicen: “Sólo reduce tus porciones en un 20%â€, “deja los postres†o “recorta los refrescos azucaradosâ€. SÃ, todo eso parece lógico. Pero a mà no me funciona; yo quiero perder una libra por dÃa. Quiero ver que la balanza se mueve [hacia abajo]. Asà que opté por un cambio radical en la dieta: elegà una estrictamente vegana, a base de plantas y alimentos integrales, sin alimentos procesados, sin azúcar. Y limité mi comida a sólo una hora al dÃa, por lo cual siempre ayuno 23 horas. Es decir, hazlo de la manera difÃcil. Hay que ir hasta el final.
Tal vez eso sea fácil para una persona renombrada, con una vida repleta de espectáculos, actuaciones y libros populares. ¿Pero, es posible para el resto de nosotros?
No me considero especial. Para cualquier persona, no hay orgullo en hacer las cosas fáciles. Nadie se jacta de caminar por una pequeña ladera cubierta de hierba; se jactan de escalar el Everest. Hay que decidir que será difÃcil y hacerlo como otras cosas que son complejas en la vida.
Cuando comparaba la dieta con algo simple, no tenÃa ningún interés. Pero cuando alguien me dijo: “Esto va a ser tan difÃcil como conseguir tu propio teatro en Las Vegasâ€, entonces sà me interesé; serÃa algo de lo que podrÃa estar orgulloso.
No respeto la moderación. Durante toda mi vida, siempre pensé que el camino fácil no es divertido. Asà que, la forma en que perdà peso me enorgulleció porque fue intensa.
¿De qué se trata la dieta?
El término “vegano†en realidad no la cubre en su totalidad; las Oreo son veganas. Hay que dejar de ingerir alimentos procesados. Sacar la pasta y el pan. Yo como enormes cantidades de ensaladas, verduras al vapor, arroz integral. Fue difÃcil. Te sientes extraño y diferente. Me llevó tres años no desear un batido de chocolate o una hamburguesa con queso. En este momento, echo de menos la mantequilla de manÃ.
Toda dieta es un hábito. Tenemos la desventaja de haber nacido en un paÃs muy rico, con comida en todas partes. Y cambiar los deseos de alimentos lleva años.
¿Y qué tan importante es para ti el ejercicio?
Hay que hacerlo, pero yo no lo hice hasta que alcancé mi peso deseado. Suena contradictorio, pero el ejercicio es más amable para el sistema cardiovascular y las articulaciones si se adelgaza primero, especialmente cuando uno tiene un sobrepeso de 100 libras. Ahora hago lo que todos hacen: cinta para caminar y pesas. Pero en realidad hago menos ejercicio que antes, porque es más efectivo.
¿No es estresante el lapso de alimentación de una hora al dÃa, y un ayuno de 23 horas?
Para nada. Me encanta. Me siento con gran claridad. El ayuno intermitente -con muy pocas calorÃas- era la norma históricamente hasta hace poco. Ahora, en un breve lapso ingerimos demasiadas calorÃas, y eso nos abruma, obstruye nuestras arterias, empaña nuestros cerebros.
Yo comencé a escribir al doble de velocidad; tenemos mucho más material para Penn y Teller. Todo salÃa mejor.
Y también puedo subir las escaleras.
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