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La muerte de Bob Saget llama la atención sobre las lesiones en la cabeza. ¿A qué hay que prestar atención?

Un sonriente Bob Saget llega a los People's Choice Awards
Bob Saget, fotografiado en los People’s Choice Awards en Los Ángeles en 2017, falleció de un traumatismo craneal en Florida el 9 de enero. Tenía 65 años.
(Jordan Strauss / Invision / Associated Press)

La muerte del popular comediante Bob Saget mientras estaba de gira en Florida el mes pasado fue sorprendente y trágica, pero la lesión que se cobró su vida es más común de lo que se piensa.

Según el médico forense de Florida que realizó la autopsia, lo más probable es que Saget se cayera y se golpeara la parte posterior de la cabeza, provocando una hemorragia cerebral. La familia de Saget dijo que probablemente no pensó en la lesión y se fue a dormir. Un empleado del hotel lo encontró muerto en la cama la tarde siguiente.

En un día normal, las lesiones cerebrales como la de Saget se cobran la vida de más de 160 personas en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Alrededor de 61.000 individuos murieron por una lesión cerebral traumática, o LCT, en EE.UU solo en 2019.

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Por supuesto, la causa más común de muerte por LCT es el suicidio relacionado con armas de fuego. Los accidentes automovilísticos y las agresiones son otras fuentes comunes de estas lesiones. Pero casi la mitad de las hospitalizaciones por LCT se producen por el simple hecho de caerse, según los CDC.

Saget tenía 65 años, lo que lo sitúa en un grupo de edad particularmente susceptible de sufrir caídas perjudiciales. Un estudio de 2006 publicado por el Journal of the American Geriatrics Society encontró que “en personas de 65 años o más, la LCT es responsable de más de 80.000 visitas a los servicios de urgencias cada año; tres cuartas partes de estas visitas acaban en hospitalización como resultado de la lesión”. Más de la mitad de esas lesiones son consecuencia de caídas.

Según los CDC, “los datos sugieren que algunos grupos corren un mayor riesgo de morir a causa de una LCT o de sufrir problemas de salud a largo plazo después de la lesión”. Entre esos grupos se encuentran las minorías raciales y étnicas, los miembros y veteranos de las fuerzas armadas, las personas sin hogar y los residentes de áreas rurales.

Todo el mundo se golpea la cabeza con algo en algún momento de su vida. Entonces, ¿cómo saber cuándo hay motivo de alarma? He aquí algunos consejos de tres expertos en lesiones cerebrales: El Dr. Christopher C. Giza, director del Programa Steve Tisch BrainSport de la UCLA; la Dra. May Kim-Tenser, neuróloga de Keck Medicine de la USC; y el Dr. Joshua Marcus, neurocirujano de Nuvance Health en Connecticut.

Authorities concluded he died of head trauma after accidentally hitting the back of his head and going to sleep, the family said.

¿Qué causa una lesión cerebral traumática?

Miles de estadounidenses sufren lesiones cerebrales traumáticas cada año, pero los incidentes como los que se cobraron la vida de Saget son poco frecuentes. Y aunque los traumatismos craneoencefálicos son “supercomunes”, según Marcus, “la abrumadora minoría resulta en algo grave”.

Golpearse la cabeza contra la cabecera de la cama al meterse en ella no debería enviarlo al hospital. “Tiene que ser una caída bastante traumática”, dijo Kim-Tenser. “Debe ser un golpe muy fuerte en la cabeza”, que implique un recio impacto sobre una superficie dura.

Giza estuvo de acuerdo. “Golpearse la cabeza contra la cabecera no va a crear mucha fuerza”, dijo. Por el contrario, señaló, “resbalarse en el baño y golpearse la cabeza con el lateral de la bañera va a tener una fuerza considerable”.

El cerebro también puede lesionarse de forma menos directa, cuando un suceso de fuerza, por ejemplo, un accidente automovilístico, lo empuja contra el cráneo. Una lesión por cizallamiento se produce cuando “el cerebro va en una dirección y la fuerza en la otra”, explica Marcus. También hay lesiones por contragolpe, cuando una fuerza en un lado de la cabeza envía el cerebro hacia el cráneo del otro lado.

El daño se produce cuando un vaso sanguíneo del interior del cráneo se rompe, lo que hace que la sangre se acumule entre el cerebro y sus alrededores. “El cráneo es una caja cerrada, en gran medida”, dijo Giza, “así que si se comienza a llenar parte de ese espacio con la hemorragia, el resto se aplasta”.

Una vez que se empieza a exprimir el cerebro, no funciona muy bien. La gente puede entrar en coma o quedar paralizada. Y si la presión se aplica al tronco cerebral (la parte cercana a la médula espinal), puede interferir con la respiración y los latidos del corazón de la persona, dijo Giza. Además, la sangre acumulada irrita la superficie del cerebro y puede provocar convulsiones.

Giza y Marcus dijeron que algunas partes de la cabeza son peores que otras en lo que respecta a las lesiones cerebrales. Como el compartimento que rodea al tronco cerebral es relativamente pequeño, explicó Giza, se necesita menos sangre para causar problemas allí. Y la fractura del hueso temporal por encima de la oreja podría cortar una arteria, haciendo que la sangre fluya rápidamente hacia el cerebro, dijo Marcus.

Síntomas de alerta

Los expertos afirman que los signos reveladores de una lesión cerebral grave suelen ser los cambios en el comportamiento y las funciones mentales. Las convulsiones, la parálisis, la confusión sustancial, la pérdida de coordinación y los vómitos son señales de alarma que deberían enviarlo directamente a la sala de urgencias, indicó Giza.

Kim-Tenser también señaló que sentirse desorientado y entrar y salir de la lucidez son indicaciones de un problema real. Marcus agregó a la lista el entumecimiento y el hormigueo, así como la sensación de letargo o sueño. “Estar cansado después de un traumatismo craneal es una mala señal”, afirma Marcus.

Eso no es necesariamente una razón para mantener despierta toda la noche a una persona que ha sufrido un golpe en la cabeza, dijo Giza. Pero vigilar a esa persona es extremadamente importante, subrayó, porque es un signo de un problema grave si los síntomas neurológicos o de comportamiento empeoran con el tiempo.

Por ejemplo, los dolores de cabeza leves son comunes después de las lesiones en la cabeza, por lo que no son señales de alerta por sí solos. Pero si empeoran en lugar de desaparecer al cabo de unos días, es un motivo para acudir al médico.

Marcus señaló que a veces las lesiones provocan una hemorragia retardada, por lo que los síntomas cruciales pueden tardar unos días en aparecer. Esto es especialmente cierto en el caso de los pacientes mayores, dijo.

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“No es muy común que alguien se golpee la cabeza y luego tenga una hemorragia cerebral grave y no se detecte”, expuso Giza. “Pero otro riesgo que puede amplificar las cosas es si la persona que se golpeó está completamente sola. Estar solo es extremadamente problemático si los síntomas comienzan a empeorar”. Si empieza a confundirse o a tener problemas de memoria y está solo, dijo, puede que no reconozca la situación en la que se encuentra.

Como ocurre con tantas cosas en medicina, los factores personales pueden desempeñar un papel importante a la hora de determinar si un traumatismo craneoencefálico provoca una lesión grave. Según la Clínica Cleveland, se es más susceptible de sufrir una hemorragia cerebral si se es mayor, porque los vasos sanguíneos que rodean el cerebro son más susceptibles a desgarrarse; si se es hemofílico o se toman anticoagulantes; si se practica algún deporte de contacto; si se abusa del alcohol, porque “los hígados dañados no pueden producir suficientes proteínas que ayuden a la coagulación de la sangre”; o si se es un bebé, porque la debilidad de los músculos del cuello lo hace más propenso a sufrir una lesión en la cabeza.

Otras cosas que hay que tener en cuenta

Incluso si no hay ningún síntoma de alerta, una lesión en la cabeza puede ser lo suficientemente grave como para llamar al médico y ser vigilado durante unos días.

La sensibilidad a la luz o al ruido, las náuseas y la visión borrosa o doble son signos que justifican una mayor atención, afirma Giza. Si perdió el conocimiento cuando se produjo la lesión, señaló Marcus, “ese es un síntoma preocupante relacionado con la propia caída”.

Un bulto en la cabeza puede tener muy mal aspecto, dijo Giza, pero no significa necesariamente que haya una lesión cerebral subyacente. La hinchazón puede limitarse a la parte exterior del cráneo. Sin embargo, cuanta más hinchazón haya, más difícil será para el médico detectar una fractura de cráneo, explicó.

Tampoco una gran hemorragia es necesariamente un signo de lesión cerebral. “Un corte en el cuero cabelludo puede sangrar de forma impresionante”, afirma Giza, y señala que casi el 20% del gasto cardíaco se bombea a la cabeza (principalmente para el cerebro).

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