Los precios al consumidor volvieron a subir en febrero, y la guerra de Rusia y Ucrania tuvo mucho que ver

WASHINGTON — Los precios en el año hasta febrero subieron un 7,9%, según un nuevo informe, que revela que la inflación se está acelerando a su ritmo más veloz en cuatro décadas a medida que la gasolina, los bienes y los servicios también se encarecieron.

El Índice de Precios al Consumidor subió un 0,8% en febrero, según la Oficina de Estadísticas Laborales. El IPC subyacente subió un 0,5% el mes pasado.

La inflación galopante, una tendencia que comenzó hace casi un año, probablemente se verá exacerbada por la guerra de Rusia en Ucrania, que ya elevó los precios de la gasolina en las dos semanas desde que comenzaron los enfrentamientos. Aunque eclipsado en un ciclo de noticias dominado por informes del frente de guerra, el alza de los costos sigue siendo un tema importante en EE.UU., que la Casa Blanca intenta dominar para mitigar las críticas republicanas acerca de la inflación.

El presidente Biden sugirió en un comunicado que el informe de febrero “es un recordatorio de que los presupuestos de los estadounidenses son puestos a prueba por los incrementos de precios, y las familias están comenzando a sentir los impactos del aumento de precios de Putin”.

El alza del 6,6% en los valores de la gasolina, el mes pasado, señaló Biden, fue “un gran contribuyente a la inflación” y el resultado de cómo “reaccionaron los mercados a las acciones agresivas de Rusia”.

El aumento fue un aguafiestas para una economía que permaneció sólida durante el último año, ya que el desempleo cayó por debajo del 4% y la fuerza laboral ha crecido.

“Como he dicho desde el principio, habrá costos internos a medida que impongamos sanciones paralizantes en respuesta a la guerra injustificada de Putin, pero los estadounidenses deben saber esto: los costos que estamos imponiendo a Rusia y sus compinches son mucho más devastadores que los que estamos enfrentando”, remarcó el líder estadounidense.

Reconociendo “que los precios más altos afectan el presupuesto familiar”, Biden anticipó que liberó 60 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de la nación y que está tomando medidas adicionales para aliviar los cuellos de botella en los suministros globales.

Si los costos del consumidor no se estabilizan pronto, Biden y los demócratas pueden pagar un precio en las elecciones de mitad de mandato, en noviembre, a pesar de que hasta ahora el público apoyó ampliamente su respuesta a Rusia, que incluyó severas sanciones económicas y ahora una prohibición total de importaciones de petróleo.

El promedio nacional de un galón de gasolina se situó en $4,31 el jueves, según AAA. El promedio en California es de $5,694, frente a los $3,775 de hace un año, destacó el grupo.

Aunque muchos republicanos elogiaron a Biden por tratar de castigar a Putin sin comprometer a EE.UU. en el conflicto militar en Ucrania, los líderes del partido republicano también intentaron culpar al presidente por el alza de los precios de la gasolina, al tiempo que piden una mayor producción nacional de petróleo y gas para compensar la prohibición de la energía rusa.

El senador Rick Scott (R-Florida), quien lidera el brazo de campaña del partido republicano del Senado, criticó al presidente por haber “fracasado en todos los aspectos de la tarea”. El republicano también acusó a los demócratas de participar en “gastos gubernamentales imprudentes” que, argumentó, provocaron una inflación galopante. Sin ningún apoyo del partido republicano, los demócratas aprobaron un paquete de ayuda para el coronavirus de $1.9 billones de dólares, en marzo pasado, que envió cheques de $1400 a la mayoría de los hogares y extendió una serie de otros beneficios para aliviar las dificultades económicas resultantes de la prolongada pandemia.

“Las familias más trabajadoras y pobres de Estados Unidos, como la mía cuando era niño, no pueden permitirse casi tres años más de política radical e ignorancia dañina por parte de este presidente. Los estadounidenses merecen algo mejor”, destacó Scott en un comunicado.

“Estamos pagando el precio del gasto demócrata desbocado y la guerra de Joe Biden contra la energía estadounidense”, comentó el senador John Barrasso (R-Wy.) en un comunicado. “La única solución es revertir el rumbo. El mandatario debe detener su gasto público desbocado, abrir la economía y liberar la energía estadounidense”.

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