Trump y sus aliados buscan sacar provecho de la violencia en las protestas
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El presidente Trump y sus aliados buscaron representar las protestas por la injusticia racial como un tema de campaña, este domingo, al atacar a los líderes demócratas, negarse a condenar la violencia de los letales vigilantes y promocionar una supuestamente tranquila “América de Donald Trump”, mientras el ex vicepresidente Joe Biden lo acusó de incitar a la violencia con fines políticos.
Con el telón de fondo del brote de coronavirus todavía embravecido, la Casa Blanca ofreció la señal más clara hasta el momento de una estrategia republicana calculada para explotar los temores de los votantes a la violencia, mientras la campaña contra Biden entra en la recta final.
La estrategia se parece mucho a la que empleó Trump infructuosamente en las elecciones de mitad de mandato de 2018, cuando pasó semanas advirtiendo sobre “caravanas” de migrantes que intentaban llegar a la frontera de Estados Unidos con México. Ese enfoque no logró evitar grandes avances demócratas en las carreras por el Congreso, pero Trump lo retomó este año, mientras continúa rezagado con respecto a Biden en las encuestas de la contienda presidencial.
Trump planea visitar Kenosha, Wisconsin, este martes, donde estallaron protestas durante la última semana por el tiroteo policial contra Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que quedó paralizado, y donde un adolescente armado que supuestamente idolatraba a la policía fue imputado por dos muertes. Los funcionarios de la administración no proporcionaron indicios de que Trump quiera reunirse con la familia de Blake, con quien Biden y su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris (D-California), han hablado extensamente.
En medio de una serie de tuits y retuits incendiarios, el domingo, el presidente criticó al alcalde de Portland, Oregón, donde una caravana de partidarios de Trump se enfrentó a manifestantes el sábado por la noche. Un hombre, identificado como miembro de un grupo de derecha, fue asesinado a tiros.
“¡Traigan a la Guardia Nacional!”, exigió Trump.
Biden respondió con una declaración condenando la violencia y acusando al presidente de “alentarla imprudentemente”. “La violencia mortal que vimos durante la noche en Portland es inaceptable. Disparar en las calles de una gran ciudad estadounidense es inaceptable. Condeno esta violencia de forma inequívoca”, remarcó Biden, y agregó que “desafío a Donald Trump a hacer lo mismo”. “No debemos convertirnos en un país en guerra con nosotros mismos”, agregó.
La presidencia de Trump se ha caracterizado por una firme negativa a acercarse a los estadounidenses fuera de su base de apoyo. La última retórica del mandatario y sus sustitutos dio un paso más allá, estableciendo un esfuerzo explícito para catalogar a los bastiones democráticos urbanos como amenazantes y anárquicos, en contraste con las partes menos densamente pobladas del país, donde dominan los leales al presidente.
“La mayor parte del Estados Unidos de Donald Trump es pacífico”, destacó el domingo el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, en el programa “Meet the Press”, de NBC.
Los críticos del primer mandatario dicen que tal caracterización no solo es divisiva, sino también ilógica porque, como dijo la senadora Amy Klobuchar (D-Minnesota), los eventos recientes, incluida la pandemia de COVID-19 y meses de disturbios por la brutalidad policial, “suceden bajo la supervisión de Donald Trump”.
Klobuchar, una ex contendiente presidencial demócrata que apareció en “This Week” de ABC, trató de dar vuelta al argumento de Meadows. “No estamos seguros en el EE.UU de Donald Trump”, enfatizó, haciéndose eco de un nuevo mensaje de la campaña de Biden.
Una década de llamadas al LAPD revisadas por The Times ayudan a explicar las posibilidades y desafíos de reimaginar la policía.
El representante Adam B. Schiff (D-Burbank), un destacado crítico de Trump que encabeza el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, consideró en el programa “State of the Union”, de CNN, que el presidente está “avivando deliberadamente las llamas de este incendio”.
“Solo está motivado por una cosa: el beneficio que pueda sacar”, señaló Schiff. “Él ve esta violencia, y su habilidad para agitar más las cosas, como útiles para esta campaña. Lo que le hace al país y la pérdida de vidas, no le importa”.
Trump comenzó la jornada compartiendo un video de la caravana de sus partidarios en Portland que rociaron irritantes químicos y dispararon balas de pintura desde la parte trasera de los camiones a los manifestantes. En su mensaje por Twitter, los llamó “GRANDES PATRIOTAS”.
También le gustó un tuit en el que un usuario de esa red se refirió a Kyle Rittenhouse, el adolescente sospechoso de Kenosha, como “un buen ejemplo de por qué decidí votar por Trump”.
Ted Wheeler, alcalde de Portland, rechazó la retórica del presidente. “Ha intentado dividirnos... y ahora, quiere que detenga la violencia que usted ayudó a crear”, le dijo en una sesión informativa en la ciudad, dirigiéndose directamente al mandatario. “Presidente Trump, usted no trae la paz. No tiene respeto por nuestra democracia”.
Los asesores de Trump que aparecieron en los programas de entrevistas de las noticias dominicales cambiaron de tema o defendieron al presidente cuando se les leyeron los últimos tuits. En “Face the Nation” de CBS se le preguntó al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, si el retuit del mandatario en el video de Portland había aumentado las tensiones, “Absolutamente no”, respondió.
En “State of the Union”, el senador Ron Johnson (republicano, Wisconsin), presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado, se negó a condenar a Rittenhouse. Dijo que no apoyaba el vigilantismo, pero “no estoy seguro de que sea eso lo que está pasando” en el caso del joven de 17 años que fue acusado de homicidio en primer grado, entre otros cargos.
Meadows, a quien se le consultó en “Meet the Press” por qué Trump no había condenado a los partidarios armados que toman la ley en sus propias manos, respondió que el mandatario “ha pedido las investigaciones adecuadas”.
“El presidente está del lado de la ley y el estado de derecho”, enfatizó.
La economía mundial está entrando en la segunda mitad de 2020 todavía profundamente agobiada por la pandemia de coronavirus, con una recuperación total ahora descartada para este año e incluso un regreso en 2021 que depende de que muchas cosas vayan bien.
Los demócratas señalan que el constante entusiasmo de Trump por sofocar las protestas con agentes federales -ejemplificado por el despeje enérgico, este verano, de una plaza frente a la Casa Blanca para facilitar una sesión de fotos presidenciales frente a una iglesia histórica- intensificó innecesariamente los enfrentamientos en Portland y otros lugares.
“Esto es exactamente lo que sucede cuando Seguridad Nacional, la comunidad de inteligencia, los militares que están a cargo de proteger nuestra patria, están politizados”, comentó la representante Val Demings (D-Florida), ex jefa de policía de Orlando, Florida, quien fue una de los contendientes para el puesto de vicepresidente demócrata. Demings habló en “Face the Nation”, de CBS.
Los sustitutos de la campaña de Trump, incluida la nuera del presidente, Lara Trump, reconocieron que estaban siguiendo una guía esbozada por la consejera principal de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, quien declaró a Fox News la semana pasada que “cuanto más reina el caos, la anarquía, el vandalismo y la violencia , mejor para Trump”. Conway dejará su trabajo en la Casa Blanca esta semana.
Entrevistada en “Fox News Sunday”, Lara Trump estuvo de acuerdo y dijo que si potenciales votantes de Biden vieron las escenas de los enfrentamientos callejeros, “apuesto a que cambiaron de opinión”.
La subdirectora de campaña de Biden, Kate Bedingfield, entrevistada en el mismo programa, enfatizó que la campaña de Trump había acusado falsamente a Biden de no condenar la violencia asociada con las protestas por la justicia racial. “Eso es absolutamente falso”, señaló.
Trump, comentó Bedingfield, buscaba desviar la atención del COVID-19, que ha matado a más de 180.000 estadounidenses, la cifra de decesos más alta del mundo. “Parte de por qué estamos en el estado de caos en el que nos encontramos en este país es porque Donald Trump no ha logrado liderar la crisis del coronavirus; no se lo tomó en serio desde el principio”, enfatizó.
En tanto, en una presentación en “Meet the Press”, un alto demócrata negro en la Cámara, el representante Cedric L. Richmond de Louisiana, descargó una poderosa reprimenda al presidente. En 2016, dijo, el entonces candidato Trump preguntó a los votantes negros: “¿Qué tienen que perder?”. “Creo que ahora los hombres negros ven claramente lo que tienen que perder”, reflexionó Richmond. “Pueden morir y el presidente no dirá una palabra”.
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