Un anuncio, tres acentos: Cómo los demócratas aspiran a ganar votos latinos para Biden - Los Angeles Times
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Un anuncio, tres acentos: Cómo los demócratas aspiran a ganar votos latinos para Biden

El candidato presidencial demócrata Joe Biden habla con familias en Lancaster, Pensilvania, en junio de 2020.
(Matt Slocum / Associated Press)

Joe Biden no sólo espera subir el marcador contra el Presidente Trump con los votantes latinos, sino también empujar su participación a niveles más altos.

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Los anuncios en español de Joe Biden usaron el mismo eslogan -una suerte de juego de palabras- para contrastarlo con el presidente Trump: “Los cuentos no pagan las cuentas”. Pero el narrador de la versión emitida en Miami tenía acento cubano. En Orlando, Florida, el acento era puertorriqueño. En Phoenix, mexicano.

Biden, el presunto candidato presidencial demócrata, espera ganar Florida y otros estados clave al impulsar tasas de participación latina más altas que cuando Hillary Clinton fue derrotada, en la elección de 2016. Y una clave para lograrlo es una comprensión más profunda del contexto de los votantes latinos, gracias a nuevos avances en materia de “microfocalización”.

El término equivale a usar modelos de datos de poblaciones de votantes para producir anuncios y personalizar la comunicación dirigida a grupos étnicos individuales dentro de una comunidad latina más grande.

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“Ahora tenemos la capacidad de hacer modelos subétnicos”, afirmó el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez -cuyos padres emigraron a Estados Unidos desde República Dominicana-, en una reciente conferencia telefónica con los asesores de Biden. “Si conoce a alguien llamado Pérez o Alex o Rodríguez en Florida, y quiere que vote por Joe Biden, una de las cosas más importantes que debe aprender sobre ellos es si son Rodríguez, Alex o Pérez de Venezuela, de República Dominicana, de Cuba, de Puerto Rico…”, detalló.

Las campañas a menudo apelan a los votantes con mensajes individualizados. Es por eso que los candidatos presidenciales enfatizan un tema al tratar de atraer a los votantes negros en el medio oeste, y otro para captar a las mujeres blancas de los suburbios del sur.

Aún así, los principales demócratas apuestan a que los ajustes sutiles podrían reportar grandes dividendos. La participación de los latinos en 2016 cayó al 47.6% de los votantes elegibles en ese grupo, una disminución de casi tres puntos porcentuales en comparación con 2008, según las encuestas del Censo de EE.UU. Mejorar eso, argumentan, podría potencialmente dar un vuelco en Florida y acercar un triunfo en Arizona, un estado que supo ser sólidamente republicano.

La campaña de Biden llama a los lugares hipercompetitivos, como Florida, “estados del 1%”, y Pérez señala que el partido demócrata, que ahora puede apuntar a microobjetivos divididos por subetnias, puede tener más éxito con los latinos que en 2016.

Ello significa “realmente comprender que no somos un monolito”, afirmó Julie Chávez Rodríguez, nieta del líder de derechos civiles César Chávez y asesora principal de la campaña de Biden. “No se trata de tomar un anuncio de campaña en inglés, traducirlo al español y considerar que eso es llegar a la comunidad latina”.

La insatisfacción de los votantes con la respuesta a la pandemia de Trump lo pone a la defensiva en Iowa, un estado que ganó por un amplio margen en 2016.

Biden debe recuperarse después de que un fuerte apoyo latino llevó a su rival, Bernie Sanders, a las victorias primarias demócratas en California y Nevada. Según Rodríguez, Biden contrató desde entonces a más latinos en todos los niveles de su campaña, asegurándose de que tuvieran diferentes orígenes. Eso permite llegar a los votantes utilizando distintos matices culturales y formas del español, que pueden variar mucho según el país.

Aún así, puede ser una tarea difícil. Trump ha utilizado su considerable ventaja en efectivo sobre Biden para reforzar la llegada latina en su campaña de reelección durante más de un año. El partido republicano intentó adaptar diferentes mensajes para las personas con raíces en toda América Latina. Los votantes más esperados en ese sentido son los cubanoamericanos mayores, que tienden a ser más conservadores y fervientemente anticomunistas.

Puntos de vista similares se pueden encontrar entre algunos venezolanos en Estados Unidos, que se oponen fervientemente al presidente Nicolás Maduro. Esa fue parte de la razón por la cual Trump, quien recientemente se enfrentó a severas críticas después de sugerir que podría reunirse con Maduro, retrocedió rápidamente en la idea.

Bertica Cabrera Morris, miembro de la junta asesora de Latinos por Trump, remarcó que la fuerte dependencia demócrata en el modelado subétnico puede parecer condescendiente. “Lo que están haciendo es microfocalización, en lugar de darse cuenta de que somos como el resto de la población”, consideró. “¿Cómo te atreves a sugerir que mis problemas son diferentes a los tuyos?”.

Para Andrea Mercado, directora ejecutiva de la entidad de movilización de votantes New Florida Majority, cuando se trata de campañas para comprender mejor a los latinos “cualquier avance es bienvenido”, pero simplemente ofrecer anuncios modificados para las diferentes audiencias no es suficiente. “Estamos buscando inversiones necesarias para persuadir y movilizar a los latinos en todos los niveles de cargos electos”, expuso.

Aún así, los mensajes individualizados pueden resultar especialmente vitales en Florida, que tiene una población latina profundamente diversa, con raíces en Cuba y República Dominicana, así como en Nicaragua, Venezuela y demás países de América Central y del Sur. Florida cuenta con más de tres millones de votantes latinos elegibles, aproximadamente el 20% del total de elegibles en todo el estado.

Facebook retiró los anuncios de la campaña Trump por usar el símbolo del triángulo rojo que se usaba para los prisioneros políticos.

La consultora demócrata Colin Rogero recuerda que una vez produjo dos versiones de un anuncio político para Miami, con una abuela hablando temas de sobremesa. Los anuncios eran idénticos, pero no lo que la mujer había cocinado. Para los barrios cubanos, el platillo era frijoles negros y arroz. Para las zonas puertorriqueñas, frijoles rojos y arroz. “Uno no puede hacer un anuncio con tortillas para los cubanos en el sur de Florida”, dijo Rogero, “porque se preguntarán: ‘¿Qué demonios es esto?’”.

El partido demócrata de Florida formó un modelo de puertorriqueños no registrados que se han mudado al estado en los últimos años y cuyos números aumentaron después de la devastación del huracán María en 2017, precisó el director ejecutivo, Juan Peñalosa. El partido lo utilizó para enviar un anuncio publicitario con una foto de Trump arrojando jocosamente rollos de papel a los puertorriqueños en un centro de ayuda, después de la tormenta.

Peñalosa explicó que los empleados y voluntarios del partido habían creado puntos de conversación personalizados para hablar con las diferentes comunidades latinas, como la oposición de Biden a Maduro. Dichos tópicos pueden usarse mientras se realizan llamadas telefónicas que, junto con los mensajes de texto y las iniciativas digitales, son ahora vitales a medida que el brote de coronavirus prácticamente suspendió todas las campañas en persona.

En lugares como Texas y California, las poblaciones latinas son principalmente mexicoamericanas. Aún así, los mensajes personalizados se pueden utilizar para conectarse mejor con grupos de latinos en estados que tradicionalmente no poseen grandes poblaciones hispanas: los puertorriqueños y dominicanos en Pensilvania, así como los latinos de diversos orígenes que residen en los suburbios de Milwaukee.

Para Lorella Praeli, directora de participación latina para Hillary Clinton en 2016, los hispanos fueron vistos durante mucho tiempo como votantes de tendencia naturalmente demócrata, a quienes simplemente había que movilizar. Eso a menudo significaba esperar hasta que era demasiado tarde antes de una elección para lanzar iniciativas simples de “salga y vaya a votar”, en lugar de organizar proyectos a largo plazo -y más costosos- para garantizar que dichas personas tengan un interés genuino en la elección. “Es absolutamente una mejora, y es parte de una evolución para hacerlo bien”, consideró Praeli, presidente de Community Change Action, acerca de los modelos subétnicos. “Lo que uno hace con los datos ayuda a lograr las cosas deseadas”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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