La situación laboral empeorará antes de mejorar, dice el secretario del Tesoro - Los Angeles Times
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La situación laboral empeorará antes de mejorar, dice el secretario del Tesoro

Protesters rally in San Francisco against statewide stay-at-home order
Manifestantes en las afueras del ayuntamiento de San Francisco protestan contra la continua orden estatal de permanencia en el hogar del gobernador de California Gavin Newsom.
( Justin Sullivan / Getty Images)

El panorama de los trabajos se oscurecerá a corto plazo, dicen los ayudantes de Trump. Pence niega que esté en cuarentena.

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Con el brote de coronavirus que devastó la economía de Estados Unidos y el desempleo alcanzando los niveles de la era de la Depresión, el secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin reconoció el domingo que las cosas “probablemente empeorarán antes de que mejoren”, pero pronosticó un repunte más adelante en el año.

Y a medida que las repercusiones del brote se ampliaron, la oficina del vicepresidente Mike Pence negó el domingo por la noche que estaba en cuarentena, después de que varios informes de prensa reportaron que el vicepresidente estaba en autoaislamiento. La semana pasada, una portavoz de Pence, Katie Miller, esposa del asistente principal de la Casa Blanca, Stephen Miller, dio positivo por el coronavirus.

El portavoz Devin O’Malley informó que el vicepresidente, que encabeza el grupo de trabajo sobre coronavirus de la administración, planeaba estar en la Casa Blanca el lunes y dijo que había resultado negativo para el virus en repetidas pruebas.

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El domingo también se corrió la voz de que una nueva proyección indicaba que la cifra de muertos en Estados Unidos por la pandemia llegaría a 137.000 a principios de agosto, y un destacado experto en salud pública contradice rotundamente la afirmación del presidente Trump de que el virus desaparecería por sí solo, sin una vacuna. Mientras tanto, otros especialistas en enfermedades infecciosas advirtieron que una reapertura demasiado rápida de las empresas y los espacios públicos provocaría nuevos puntos críticos.

Después de que los cierres de negocios detuvieron la economía en abril, las cifras indican que la semana pasada la tasa de desempleo fue del 14.7%, el nivel más alto desde la década de 1940. A Mnuchin, entrevistado en “Fox News Sunday”, se le preguntó si el país estaba viendo una tasa de desempleo “real” -incluidos los que están subempleados- del 25%.

El daño psicológico del encierro es más difícil de medir y es probable que dure más tiempo, lo que hace que aumente la tasa de violencia doméstica, depresión y otras condiciones mentales.

“Podríamos estarlo”, respondió, prediciendo un “muy, muy mal segundo trimestre”. Pero el secretario del Tesoro dijo que esperaba una mejora en el tercer y cuarto trimestre, y que “el próximo año será un gran año”.

El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, también predijo que el empleo alcanzaría un “mínimo” en mayo o junio, con tasas de desempleo “más allá del 20%”. Apareciendo en “Face the Nation” de CBS, calificó la crisis de coronavirus como el mayor impacto negativo para el mercado laboral desde la Segunda Guerra Mundial.

Impulsados por Trump, la mayoría de los gobernadores han comenzado a levantar los cierres provocados por el virus, y Mnuchin señaló que la reapertura era la única forma de evitar daños a largo plazo en la economía. Sin embargo, los expertos en salud pública repitieron advertencias de que sólo la sólida práctica de pruebas y el rastreo de contactos podrían evitar que los casos vuelvan a aparecer.

“La conclusión es que no estamos diagnosticando suficientes casos, y tampoco rastreando sus contactos”, manifestó Thomas Inglesby, quien dirige la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.

Para muchos, el nerviosismo por la reapertura del país se amplificó cuando la Casa Blanca anunció dos casos dentro de sus muros y el consiguiente aumento de las precauciones. Además de la portavoz de Pence, Miller, un asistente personal al presidente dio positivo la semana pasada.

En su entrevista con CBS, Hassett dijo que era “aterrador ir a trabajar” sabiendo que el virus había aparecido en el ‘West Wing’ (ala oeste de la casa Blanca). Las pruebas positivas estimularon a tres médicos de alto rango en la fuerza de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca a aislarse por protección: el jefe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield; Stephen Hahn, Comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos; y el destacado especialista en enfermedades infecciosas Anthony Fauci, quien dijo que practicaría una “cuarentena modificada”.

Wuhan, la ciudad china donde el coronavirus fue detectado por primera vez, ha dado de alta a sus últimos pacientes de COVID-19 del hospital.

Cuando se le preguntó sobre la predicción de Trump el viernes de que “esto va a desaparecer sin una vacuna”, Inglesby declaró en “Fox News Sunday” que el coronavirus seguirá siendo un “gran problema en este país [y] en todo el mundo hasta que tengamos una vacuna”.

Incluso con la disminución de las infecciones y las tasas de mortalidad en algunos estados, como Nueva York y Nueva Jersey, los expertos en salud pública proyectan decenas de miles de muertes más en todo el país en los próximos meses. El domingo, el número de decesos en Estados Unidos se acercó a 80.000.

El Dr. Christopher Murray, director del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, dijo en “Face the Nation” que una nueva proyección indicaba que el recuento de víctimas mortales en todo el país alcanzaría 137.000 para el 4 de agosto.

Otros expertos en salud pública advirtieron que la tasa de infección en Estados Unidos, que ahora se estima entre el 5% y el 15%, podría llegar a crecer hasta el 60% o 70%, sin un plan para hacer frente a las consecuencias.

“Tenemos que entender que estamos montando esta bestia, no lo estamos dirigiendo”, manifestó Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, entrevistado en “Meet the Press” de NBC.

Hablando en el mismo programa, Jeffrey Shaman, de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, dijo que esperaba un repunte en los casos de coronavirus a medida que los estados procedieran con la reapertura de los comercios.

Agregó que se podría haber logrado mucho más en los dos meses desde que comenzó el brote en Estados Unidos.

“Desafortunadamente, no hemos usado las ocho semanas tan bien como podríamos haberlo hecho”, señaló Shaman. “Se habría beneficiado enormemente de acciones consistentes y un plan de ataque concertado y consolidado para tratar este virus de manera agresiva y proactiva”.

Mientras la administración y el Congreso sopesan otro paquete de ayuda económica, algo que Trump dijo la semana pasada que “no tiene prisa” para que se promulgue, la Casa Blanca está pidiendo un recorte de impuestos sobre la nómina, una medida a la que se oponen los demócratas y algunos republicanos.

“Estamos presionando firmemente para que se reduzca el impuesto sobre la nómina”, aseguró Mnuchin en Fox, calificándolo como un medio de “entregar dinero al público y las empresas estadounidenses de una manera muy efectiva”.

El secretario del Tesoro también arrojó una cubeta de agua helada sobre la idea de fondos suplementarios para los estados cuyos presupuestos han sido devastados por el virus, incluida California, que enfrenta el peor déficit en la historia del estado: $54.3 mil millones, según un análisis publicado la semana pasada por asesores del gobierno estatal.

Trump ha retratado el déficit presupuestario, particularmente en los estados demócratas, como culpa de las administraciones estatales y no como resultado del virus. Mnuchin pareció hacerse eco de esa opinión y dijo el domingo: “No vamos a hacer cosas sólo para rescatar a los estados que están mal administrados”.

Hassett no descartó ayuda adicional para los estados y los gobiernos locales en el próximo paquete de ayuda, aunque señaló que una decisión ahora sería “prematura” hasta que los efectos económicos de la actual ola de reaperturas se entendieran mejor.

“Tenemos un montón de economías en todo el país y en todo el mundo que comienzan a reabrir”, dijo en “State of the Union” de CNN. La administración, enfatizó, estaba “observando para percibir qué sucede con la actividad económica y el rumbo de la enfermedad”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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