El Coronavirus enfrenta a los lÃderes mundiales a una elección terrible: Dañar su economÃa o perder millones de vidas
WASHINGTON — La pandemia de coronavirus ha enfrentado a los gobiernos de todo el mundo con una difÃcil elección: dañar su economÃa o perder millones de vidas.
Aunque algunos dudaron inicialmente, los lÃderes y legisladores de Estados Unidos y de todo el mundo han decidido cada vez más que tienen que aceptar el grave dolor económico.
“Todo lo demás volveráâ€, dijo el presidente Trump el martes, incluso cuando la recesión económica y la agitación mundial se han profundizado. “Las vidas no volveránâ€.
Los costos en ambas direcciones son enormes.
Los funcionarios de EE.UU saben que los peores escenarios podrÃan ser extremadamente malos. La Casa Blanca ha basado algunos de sus nuevos planes en un modelo de investigación desarrollado por médicos y cientÃficos del Imperial College de Londres que sugiere que la epidemia de coronavirus en Estados Unidos podrÃa matar al menos a 2.2 millones de estadounidenses en los próximos meses si no se controla.
El estudio señala que las medidas drásticas para detener las interacciones sociales, como el cierre de teatros, casinos y restaurantes, la cancelación de eventos deportivos y otras grandes reuniones, y el cierre de escuelas y universidades, podrÃan reducir significativamente el número de muertes.
Pero esos esfuerzos para frenar la propagación del virus - mitigación, como lo llaman los funcionarios de salud pública - traen sus propios costos: dejar a millones de personas sin trabajo por un tiempo potencialmente muy largo.
La UCLA Anderson School of Business predijo el lunes que la recesión económica causada por el endurecimiento de las restricciones del gobierno costarÃa 2 millones de empleos y elevarÃa la tasa de desempleo nacional al 5% en los próximos meses, frente al 3.5% de febrero. Los funcionarios de la administración han advertido al Congreso que la tasa de desempleo podrÃa elevarse rápidamente a dos dÃgitos.
El pronóstico proyectó que la economÃa estadounidense comenzarÃa a recuperarse a finales de este año - posiblemente antes de las elecciones de noviembre - si la interrupción causada por el virus termina a finales del verano.
Sin embargo, eso puede ser demasiado optimista. El estudio de Imperial College sugiere que podrÃan ser necesarias medidas extremas de distanciamiento social durante más de un año para evitar que la pandemia vuelva a surgir.
Para los responsables polÃticos, las decisiones pueden ser difÃciles, pero “en última instancia, es una decisión fácilâ€, apuntó Jason Furman, quien dirigió el Consejo de Asesores Económicos en la administración Obama y actualmente enseña en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard. “No hay tiempo para hacer un cuidadoso análisis de costo-beneficio†sobre si una restricción en particular puede causar más daño del que previene.
En cambio, los funcionarios del gobierno tienen que “seguir una simple reglaâ€, indicó Furman: “Todo lo que los médicos y los cientÃficos consideren que se debe hacer para salvar vidas, debe hacerseâ€.
Trump, quien el domingo dijo que su administración tenÃa un “tremendo control†sobre la pandemia e instó a los estadounidenses a “relajarseâ€, cambió bruscamente de rumbo el lunes. Aceptó las amplias recomendaciones de los funcionarios de salud, instando a la gente a evitar reuniones de más de 10 personas, comer en restaurantes o cualquier viaje no esencial durante al menos los próximos 15 dÃas, y repitió la orientación el martes.
Aparte, la Casa Blanca está pidiendo un paquete de estÃmulo económico masivo para tratar de arreglar el daño económico resultante.
En contraste con 2009, cuando el presidente Obama impulsó un plan de estÃmulo económico durante la crisis financiera, la administración Trump ha encontrado poca resistencia de los republicanos en el Congreso para planes potenciales que podrÃan costar más de 1 billón de dólares.
“Este es un momento extraordinario que requiere respuestas extraordinariasâ€, dijo el senador Kevin Cramer (R-N.D.). En una crisis como esta, la preocupación por los déficits “tiende a pasar a un segundo planoâ€, declaró.
El secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin enfatizó ese punto cuando se reunió el martes con los senadores republicanos en el Capitolio.
“En otro momento, arreglaremos el déficitâ€, señaló. “No es el momento de preocuparse por elloâ€.
Aunque las pruebas ya han comenzado, los expertos en salud pública dicen que tomará de 12 a 18 meses desarrollar una vacuna efectiva para el coronavirus. Hasta entonces, todo lo que pueden hacer es tratar de reducir la tasa de transmisión manteniendo a las personas separadas.
Los virus, por naturaleza, se propagan hasta que se agotan los huéspedes que no están infectados o que han desarrollado inmunidad. Como la actual cepa de coronavirus es nueva, los humanos no tienen inmunidad natural a ella - o a la enfermedad que causa, conocida como COVID-19.
Los funcionarios de salud pública esperan que el virus se extienda hasta que el 80% de todos los estadounidenses lo hayan contraÃdo o hasta que una vacuna entre en vigor, lo que ocurra primero. En ese momento, suficientes personas serán inmunes, lo que los médicos llaman inmunidad de grupo, para que la propagación se detenga.
La gran mayorÃa de los que se contagien con el virus no sufrirán muchos sÃntomas; bastantes de ellos ni siquiera se darán cuenta de que están enfermos. Pero con una población de 327 millones de habitantes, la pequeña parte que se enferma gravemente - se estima que alrededor del 5% requiere hospitalización - suma millones de personas.
Si todos ellos requieren cuidados extremos en un corto perÃodo, lo que sucederÃa si no se aplicaran controles, los hospitales se verÃan rápidamente abrumados, como ha sucedido en algunas partes de Italia. Si eso ocurre aquÃ, además del número de muertos por el virus, muchos otros pacientes no podrÃan recibir la atención adecuada y podrÃan morir.
Evitar ese escenario disminuyendo la velocidad de propagación del virus es el objetivo de las polÃticas actuales, un objetivo que se ha popularizado con la frase de “aplanar la curvaâ€.
Crucialmente, sin embargo, aplanar la curva no necesariamente reduce el número de personas que se enferman: El objetivo es propagar la enfermedad a lo largo del tiempo, reduciendo el impacto en el sistema de salud en cualquier semana o mes en particular, pero a costa de hacer que la epidemia dure más tiempo.
En lugar de llegar a su punto máximo a finales de la primavera o en pleno verano, las actuales polÃticas de distanciamiento social podrÃan dar lugar a un flujo menor, pero constante, de pacientes en los hospitales durante muchos más meses.
Incluso eso es probable que haga colapsar el sistema al menos en algunos lugares. Aún en el mejor de los casos, el escenario de mitigación “seguirÃa dando lugar a una demanda máxima ocho veces mayor en las camas de cuidados intensivos†más allá de lo que podrÃan manejar Estados Unidos o Gran Bretaña, según el estudio del Imperial College.
Ese escenario optimista depende de mantener las polÃticas de distanciamiento social - y el daño económico resultante - en su lugar durante muchos meses, tal vez hasta que una vacuna efectiva esté disponible, advirtió el estudio. De lo contrario, el virus comenzará una vez más una propagación incontrolada.
El reto al que se enfrentan ahora los funcionarios del gobierno es si pueden mantener las nuevas restricciones el tiempo necesario y proporcionar suficiente ayuda económica para amortiguar el golpe.
Hasta ahora, el público ha aceptado en general las restricciones a la interacción social y los cierres de instalaciones públicas y privadas que los gobernadores, alcaldes y juntas escolares y otras autoridades han comenzado a ordenar.
Algunos estudiantes universitarios se han opuesto al cierre abrupto de las residencias de alumnos y los comedores, una interrupción que ha afectado especialmente a los estudiantes de bajos ingresos, que tal vez no tengan fácilmente otros lugares a donde ir o un acceso fácil a los estudios en lÃnea. Las nuevas restricciones en bares, restaurantes y otras formas de entretenimiento han generado algunas quejas en los medios sociales.
Sin embargo, en general, el deseo de protegerse a sà mismos y a sus seres queridos de los daños ha hecho que las personas acepten medidas que normalmente no tolerarÃan.
Pero los responsables polÃticos son muy conscientes de que la tolerancia pública no durará para siempre. China ha conseguido frenar la propagación del virus, al menos por ahora, imponiendo controles extraordinarios a su sociedad, medidas que una democracia probablemente no aceptarÃa.
No es “en absoluto seguro que la supresión tenga éxito a largo plazoâ€, escribieron los autores del estudio de Imperial College. “No se ha intentado previamente ninguna intervención de salud pública con efectos tan perturbadores en la sociedad durante un perÃodo tan largo. Sigue sin estar claro cómo responderán las poblaciones y las sociedadesâ€.
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