Juicio de destitución de Trump: Enfrentamiento en el Senado

WASHINGTON —  Un alto funcionario de la Casa Blanca y destacados republicanos del Senado predijeron que los demócratas del Congreso fracasarían en su intento de obligar al Senado a convocar a testigos en el juicio por destitución del presidente Trump.

Los demócratas respondieron preguntando por qué, si Trump era inocente, bloquearía el testimonio de los principales asesores con conocimiento directo de sus tratos con Ucrania, acciones que llevaron a la Cámara de Representantes a aprobar dos artículos de juicio político contra el presidente la semana pasada.

Después de la votación del miércoles, sólo la tercera vez en la historia que la Cámara ha destituido a un primer mandatario, la presidenta Nancy Pelosi no envió de inmediato los artículos al Senado para su juicio.

Los demócratas dijeron que, a la luz del compromiso del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, de trabajar junto con la Casa Blanca, no estaban satisfechos de que los procedimientos realmente fueran a llevarse a cabo de manera justa e imparcial.

Pelosi dijo que quería claridad sobre las reglas que el Senado planeaba seguir antes de decidir qué miembros de la Cámara actuarían como fiscales, conocidos como gerentes, del caso en el Senado.

Se espera que Pelosi (D-San Francisco) envíe los artículos al Senado después del receso festivo. El asesor principal de la Casa Blanca, Marc Short, manifestó que esperaba que los republicanos no hicieran concesiones a cambio, a pesar de que Trump dice que quiere un juicio rápido en el Senado controlado por el Partido Republicano.

“Confiamos en que esta posición es insostenible y ella va a seguir adelante”, dijo Short, jefe de gabinete del vicepresidente Mike Pence y ex director legislativo de la Casa Blanca, a “Fox News Sunday”.

“Ella cederá, no hay forma de que pueda mantener esta posición”, dijo, refiriéndose a Pelosi.

La actual oposición de la Casa Blanca a los testigos en el Senado marca un cambio radical. Hasta hace poco, Trump insistía en que quería bastantes testigos. Esperaba convertir un juicio en una oportunidad para que sus abogados llamaran a prominentes demócratas y los obligaran a responder preguntas sobre sus acusaciones hasta ahora infundadas de mala conducta entre los miembros de ese partido. McConnell (R-Ky.) y otros republicanos del Senado se opusieron a esa idea y parecieron haber convencido a Trump de abandonarla.

Los legisladores demócratas defendieron el retraso de Pelosi.

“Creo que lo que está tratando de hacer es asegurarse de que ocurra el mejor caso posible para un juicio justo”, dijo el senador Cory Booker de Nueva Jersey, entrevistado en “Meet the Press” de NBC.

Dirigiéndose directamente a Trump, Booker dijo: “Si eres inocente, haz que el Jefe de Gabinete interino [Mick] Mulvaney se presente ante el Senado, haz un juramento: resuelve todo esto”.

El senador Chris Van Hollen de Maryland dijo que Pelosi estaba haciendo “exactamente lo correcto” al “enfocarse en la necesidad de tener un juicio justo en el Senado de Estados Unidos”.

Desde que comenzó una investigación de juicio político hace casi tres meses, Trump ha rechazado cualquier cooperación por parte del poder ejecutivo. El rechazo generalizado de citaciones para documentos y la supresión de apariciones por figuras clave como Mulvaney y el Secretario de Estado Michael R. Pompeo formaron la base de uno de los dos artículos de juicio político, alegando la obstrucción al Congreso. El otro acusa a Trump de abuso de poder.

Más de una docena de diplomáticos y funcionarios de la administración actual o anterior desafiaron las instrucciones de Trump y testificaron en los procedimientos de la Cámara. Esos testigos ayudaron a los demócratas de la Cámara a argumentar que el presidente retuvo la ayuda militar crucial y una reunión codiciada de la Casa Blanca como una forma de presionar al líder recién elegido de Ucrania para anunciar investigaciones sobre el ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.

Trump, que constantemente nunca aceptó los hallazgos de inteligencia de EE.UU de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 en su nombre, también le pidió al presidente Volodymyr Zelensky que investigara una teoría desmentida de que Ucrania interfirió en esa elección en nombre de Hillary Clinton, la oponente de Trump.

Aunque continúan surgiendo nuevas pruebas, los demócratas dicen que es imposible establecer detalles clave de lo que sucedió si Trump bloquea el testimonio de los asesores principales.

En la última divulgación, los documentos obtenidos por el Centro para la Integridad Pública sin fines de lucro, indican que la Casa Blanca ordenó que la ayuda de Ucrania ordenada por el Congreso se congelara menos de dos horas después de la famosa conversación telefónica de Trump el 25 de julio con Zelensky.

Los demócratas hasta ahora se han mantenido unificados detrás de Pelosi, incluso los demócratas del Senado vulnerables en los ‘estados rojos’ (republicanos) no han criticado su demora en transmitir el caso de juicio político al Senado.

El senador Doug Jones, de Alabama, dijo a “This Week” de ABC que no era “irrazonable” que el orador esperara para determinar “qué tipo de campo de juego” enfrentarían los gerentes (representantes) de la Cámara.

“No va a mantener estos [artículos] para siempre”, dijo Jones, quien enfrenta una lucha cuesta arriba por la reelección el próximo año en un estado donde Trump sigue siendo popular. “No creo que sea injusto preguntar, ‘¿Cuáles son las reglas cuando hacemos esto?’”

Pero el senador Lindsey Graham, uno de los defensores más vociferantes de Trump, acusó a Pelosi de llevar una “bola de demolición” a la Constitución. La republicana de Carolina del Sur, que preside el Comité Judicial del Senado, dijo en “Sunday Morning Futures” de Fox News que la oradora había sobrepasado sus límites.

“En realidad está tratando de decirle a Mitch McConnell cómo dirigir el Senado”, dijo. “¿Te imaginas que pretenda invertir los roles?”

Trump ha respondido a su juicio político con furia, y en los programas de noticias y entrevistas del domingo, fue reprendido y defendido por sus ataques contra los críticos por su temperamento y comportamiento.

El editor de una revista evangélica, Christianity Today, dijo en “Face the Nation” de CBS que no había vacilado en su juicio, en un editorial publicado el jueves, de que Trump era “moralmente incapaz” para ser presidente.

Trump denunció a la revista después de que salió el editorial, calificándola de publicación radical de izquierda.

En pocas palabras, en “Meet the Press”, dijeron muchos evangélicos, un electorado crucial, “se sienten muy agradecidos de que sea nuestro presidente”.

Short también defendió a Trump sobre los comentarios burlones la semana pasada a cerca del congresista John D. Dingell, ex demócrata de la Cámara, quien murió en febrero a los 92 años. Hablando en un mitin en Michigan, el estado natal del legislador, Trump, aparentemente enojado por el voto para destituir emitido por la viuda de Dingell, la congresista Debbie Dingell, sugirió que el ahora fallecido se había ido al infierno.

Debbie Dingell dijo en “Fox News Sunday” que los comentarios del presidente “me cayeron como una patada en el estómago”.

Short, en NBC, dijo que lamentaba “que le doliera”, pero señaló que el difunto congresista, poco antes de morir, se había referido a Trump como un “imbécil”.

Antes del juicio en el Senado, cada vez que se lleva a cabo, el demócrata número 2 de la cámara, el congresista Richard Durbin de Illinois, instó a los senadores de ambos partidos a mantener la mente abierta y dejar de hablar sobre si votarían para condenar y eliminar el presidente.

“Voy a prestar un juramento... cuando se trata de este juicio político”, dijo Durbin en “State of the Unión” de CNN. “Prometo ‘justicia imparcial, así que ayúdame, Dios’, quiero seguir con esto”.

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