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Opinión: En memoria del querido y respetado líder comunitario Daniel Hernández

Daniel Hernández posa con miembros de MANA y otras organizaciones locales
Daniel Hernández posa con miembros de MANA y otras organizaciones locales en la Marcha Mundial de las Mujeres 21 de enero de 2017.
(Adela Garcia)

Danny creía en el poder de la comunidad y utilizaba su talento y sus recursos para reunir a la gente y resolver problemas.

El Viernes Santo, Ray Daniel Danny Hernández, uno de los líderes comunitarios más queridos y respetados de San Diego y del condado de Imperial, murió de cáncer y su pérdida resonó en toda la comunidad.

Danny nació en Brawley, hijo de Manuel Hernández y Pilar Sánchez Hernández, el 30 de septiembre de 1956. Sus padres eran activistas del Brawley American Citizens Club, un club demócrata formado por mexicoamericanos decididos a mejorar sus vidas trabajando para elegir candidatos que apoyaran las causas latinas. Cuando tenía 8 años, Danny y sus hermanos mayores, Francisco y Rosa, experimentaron la democracia en acción recorriendo recintos electorales con su madre. El padre de Danny desempeñaba un papel de liderazgo en el American Citizens Club, pero como a las mujeres no se les permitía ser miembros, su madre solo podía desempeñar un papel de apoyo aunque tenía dotes de liderazgo. Fue esta exposición en su niñez lo que le llevó a emerger como un incansable líder de la justicia social que ayudó a muchos, especialmente a las mujeres, a elevar sus perfiles.

Danny asistió al Imperial Valley College y se unió al Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán (MEChA), un grupo estudiantil en el que comenzó su carrera como orgulloso activista chicano. El MEChA tuvo una enorme influencia en la mayoría de los que fuimos producto de aquella época. Por eso nos involucramos en el Movimiento Chicano, el movimiento social y político latino en Estados Unidos. Danny organizó campañas de registro de votantes, promovió la Proposición 14 para permitir a los trabajadores agrícolas inmigrantes el derecho a votar en los contratos laborales en 1976 y trabajó con consejeros de educación para aumentar el número de estudiantes latinos con títulos profesionales. En 1977, fue reclutado para asistir a San Diego State University y trabajó para Gus Chávez, director del Programa de Oportunidades Educativas. Allí fue donde Danny conoció a muchos de los principales líderes chicanos y chicanas del condado de San Diego.

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Daniel Hernández cuando era presidente de la MecHa en San Diego State University en 1982.
(Roberto Pozos )

Danny era un luchador creativo. Cuando era presidente de MEChA en SDSU, hubo un esfuerzo para blanquear el Mural Triptic un mural de arte de tres piezas situado en ese entonces en el Aztec Center —actualmente en Aztec Student Union— creado por los artistas mexicanos y chicanos Gilberto Ramírez, Guillermo Aranda y Rubén De Anda como un homenaje a la historia cultural indígena. El día en que la junta directiva del Aztec Center, iba a votar para proceder al encalado, organizó una protesta estudiantil y consiguió que los murales fueran bendecidos por el padre Jaime Rasura, jesuita de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. También consiguió que la bendición fuera cubierta por Jim Gordon, reportero de la televisora local Channel 8. Cuando se le informó de que la reunión del consejo era pública, entró seguido de 50 estudiantes y procedió a dirigirse a los miembros. Les informó de la bendición que había tenido lugar y les dijo que su oposición iba a aparecer en las noticias la noche de ese día. Utilizó algunas palabras elocuentes, entre ellas: “¡Si destruyen estos murales, estarán enfrentando a la Iglesia católica!”. El consejo votó en contra de blanquear los murales y la estrategia inteligente y el rápido actuar de Danny son la razón por la que esos hermosos murales siguen existiendo en SDSU.

Danny era un conector de personas consumado que sabía cómo reunir a la gente por el bien común. En 1985, fue miembro fundador del Latino Leadership Institute de Chicano Federation, un programa educativo diseñado para preparar a la siguiente generación de líderes cívicos latinos. La expresidenta de Chicano Federation, Gloria Serrano-Medina, dijo que un hecho poco conocido sobre Danny fue su papel en el instituto de liderazgo. Recordó: “Danny vendió el programa, reclutó participantes y obtuvo apoyo financiero”. Norma Colunga, amiga de Danny desde hace mucho tiempo, y quien participó en la segunda generación del instituto de liderazgo, dijo que Danny fue la primera persona que se hizo su amigo cuando llegó a San Diego. La animó a inscribirse en el instituto para conocer la comunidad y a otros líderes latinos.

Danny creía en el poder de la comunidad y utilizaba su talento y sus recursos para reunir a la gente y resolver problemas. Formó parte de numerosos consejos de administración, en los que realizó importantes contribuciones. No le gustaba alardear de sí mismo, porque para él, el resultado final era suficiente mérito. Era un comunicador magistral y un amante del desarrollo del liderazgo. En MANA de San Diego, organización que empodera a las latinas, nos ayudó a aumentar el número de miembros, a dar a conocer nuestros programas y a ponernos en contacto con financiadores. Danny era uno de los buenos, el tipo de hombre que todo chico debería seguir.

Danny era querido por muchos, especialmente por su familia y sus comadres. Se está planeando una celebración de la vida con más detalles por venir. Para honrar a nuestro querido hermano, MANA de San Diego ha establecido la Beca de Liderazgo Danny Hernández. Para realizar una aportación visite este enlace.

García es presidenta del Programa de Liderazgo para el Éxito de las Latinas de MANA de San Diego. Se jubiló de IBM y vive en Chula Vista. García es directora jubilada, autora del libro We Made San Diego y vive en San Diego. No son parientes.

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