Cómo los demócratas pueden lidiar con el engaño de los republicanos en el proceso de destitución

En las semanas transcurridas desde que comenzaron las audiencias de juicio político, los republicanos pasaron de un argumento a otro para tratar de convencer a los estadounidenses de que el proceso carece de validez. Un punto que han señalado repetidamente es que la evidencia es en gran parte un rumor, y por lo tanto es inválida.

Yo enseño ley de evidencia federal, y ese argumento no se sostiene. Gran parte del testimonio no es un rumor en absoluto según las reglas de la corte federal, y otras declaraciones serían admisibles bajo una u otra excepción calificada de rumor. Además, como los republicanos del Senado han hecho evidente con sus recientes proclamas sobre cómo debe proceder el Senado, un juicio de destitución no es un procedimiento de la corte federal.

Es una situación absurda. Los republicanos dicen que la evidencia no está a la altura. Sin embargo, el mismo hombre bajo investigación, el presidente Trump, es el que ha bloqueado el testimonio de testigos que podrían fortalecer el caso.

Ha llegado el momento de que los demócratas del Congreso señalen el engaño de los republicanos: deben acudir a los tribunales para exigir el testimonio de los miembros clave del círculo íntimo de Trump que tienen conocimiento de primera mano de los tratos del presidente con Ucrania, incluido el ex asesor de seguridad nacional John Bolton y Mick Mulvaney, el actual Jefe de Gabinete en funciones de la Casa Blanca. Estos testigos deben decirle a la Cámara lo que saben, bajo juramento, incluso si eso significa retrasar una votación sobre los artículos de juicio político.

No me malinterpreten: es evidente por la información ya registrada que Trump debería ser destituido por abusar de sus poderes al acosar al nuevo presidente de Ucrania para afectar al ex vicepresidente Joe Biden.

Opinión

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Dic. 13, 2019

Pero el jueves, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dejó en claro que planea servir como defensor del primer mandatario en cualquier juicio del Senado. Y, como McConnell le dijo a Sean Hannity de Fox News, él ya cree que “no hay posibilidad” de que el presidente sea removido en base a los artículos actuales de juicio político y la evidencia. Otros senadores republicanos expusieron durante el fin de semana que se unirán a McConnell, y ningún miembro del partido del líder de la mayoría ha hablado públicamente en contra de su plan.

Es cierto que el testimonio de testigos como Mulvaney, Bolton y el ex asesor de la Casa Blanca, Donald McGahn, no es necesario para el ya sólido caso de destitución. Pero es importante no establecer un precedente que recompense al presidente por ordenar a los funcionarios de la administración que desafíen a la Cámara mientras ejerce sus poderes del juicio político, y McConnell tratará de hacer eso terminando el juicio sin el testimonio de estos y otros testigos.

El líder de la minoría en el Senado, Charles E. Schumer, de Nueva York, ahora ha propuesto que se permita a los demócratas llamar a los testigos recalcitrantes del presidente al estrado en el juicio político. Si eso está permitido, la Cámara debe avanzar rápidamente con un voto de juicio político.

Pero si McConnell y su grupo de defensores de Trump en el Senado dejan en claro que suprimirán el testimonio que respondería a sus afirmaciones sobre la evidencia débil, entonces es la hora del Plan B.

¿Qué pueden hacer los miembros de la Cámara en lugar de entrar en una absolución sellada en el Senado?

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, podría anunciar que los artículos de juicio político votados por el Comité Judicial de la Cámara la semana pasada serán presentados en un momento apropiado, pero no especificado.

Luego, el orador podría celebrar una conferencia de prensa anunciando que, para abordar las demandas probatorias de los republicanos de la Cámara, este órgano buscará el testimonio de testigos adicionales de primera mano. Lo hará demandando a todos los testigos que desafían las citaciones en un tribunal federal, solicitando órdenes judiciales de que estos funcionarios comparezcan y testifiquen bajo juramento. Luego, la Cámara debe citar a cualquier otro cuya declaración pueda complementar el testimonio.

Es cierto que llevará meses juzgar estos casos, razón por la cual los demócratas han decidido hasta ahora no demandar. Pero esa decisión se tomó cuando algunos pensaron que los senadores republicanos podrían considerar con una mente abierta las pruebas disponibles, incluida la obstrucción del presidente de citaciones legales. Si el Partido Republicano del Senado permitirá únicamente el encubrimiento, entonces el cálculo de los demócratas debería ser diferente.

En el peor de los casos, una pausa de un mes retrasará lo inevitable. Pero mientras tanto, los abusos del presidente permanecerán en las noticias, y eso podría restringir a Trump de seguir abusando de su poder, ya que agregar artículos adicionales de juicio político sería más fácil para la Cámara antes de una absolución del Senado.

Los demócratas de la Cámara de Representantes deberían resistir el plan de McConnell de producir sólo la más simple burla de un juicio. Son abanderados de una rama de gobierno igualitaria, y ahora representan la última línea de defensa del estado de derecho.

La oradora Pelosi todavía tiene cartas para jugar. Debería usarlas para señalar el engaño de los republicanos.

Jonah B. Gelbach es profesor de derecho en UC Berkeley. Enseña derecho de evidencia y procedimiento civil.

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