El regreso del clásico paraguayo a un estadio local eleva operativo policial
Asunción — El regreso del clásico paraguayo al estadio General Pablo Rojas, conocido como “La Nueva Olla”, obligó a reforzar el operativo policial en el que estarán más de 2.000 agentes para garantizar el sábado la seguridad en el primer partido que Cerro Porteño y Olimpia juegan en territorio local en 19 años.
“Hay garantías y seguridad de que no va a haber ningún inconveniente”, afirmó este viernes a Efe el director de Competiciones de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Bernardino Caballero.
Por primera vez en casi dos décadas, el partido de mayor rivalidad del fútbol paraguayo no se disputará en un estadio neutral, lo que obligará a la organización a adaptar la seguridad para que convivan los 37.000 hinchas de Cerro Porteño con los 6.500 visitantes de Olimpia.
Para lograrlo, se han establecido dos anillos policiales en las inmediaciones del estadio de barrio Obrero, en el que se verificará la identidad de los asistentes y se les requisará para evitar que porten objetos peligrosos.
Además, los agentes también dispondrán de pruebas para detectar si algún aficionado está bajo los efectos del alcohol o de las drogas e impedirle el acceso al campo, cumpliendo la ley de No Violencia en los Estadios de Fútbol.
El objetivo no es solo garantizar que no haya enfrentamientos peligrosos entre los ultras de los dos equipos, sino también que ningún vecino sufra las consecuencias de la violencia.
“Tenemos que ofrecer también garantías a las personas que viven cerca del estadio”, afirmó Caballero.
Tampoco podrán traspasar los anillos de seguridad los menores de edad que no vayan acompañados de un adulto ni los vendedores ambulantes.
En el interior del campo, la organización ha ubicado a los 6.500 aficionados de Olimpia en uno de los fondos del estadio, protegidos por un “pulmón de seguridad”, un espacio que les separa de las gradas de Cerro Porteño y que ocuparán agentes antidisturbios.
Asimismo, todos los hinchas serán controlados por las 167 cámaras que Cerro Porteño tiene instaladas en su estadio para identificar a los protagonistas de enfrentamientos violentos.
En cuanto a la llegada al campo, la organización ha establecido un recorrido para que los hinchas visitantes se puedan desplazar desde la Avenida Colón hasta el estadio Pablo Rojas, entre un cordón policial.
“Hemos escogido este itinerario porque es el más seguro para llegar hasta el campo sin ningún tipo de cruce con Cerro Porteño”, agregó el director de Competiciones.
Al término del encuentro, la Policía Nacional facilitará la salida de los aficionados de Olimpia en primer lugar, independientemente del resultado del partido.
Con todo este despliegue, Caballero solo quiere dar una recomendación a los aficionados: “que vayan preparados para una fiesta porque perder, ganar o empatar es una mera situación del partido”.
La violencia entre grupos ultras del fútbol paraguayo, conocidos como barras bravas, se ha saldado con siete víctimas mortales y 17 heridos graves en los últimos tres años.
El homicidio de un joven de 23 años, abatido a disparos por otro hincha en una batalla entre ultras de Cerro Porteño en el pasado torneo Apertura, levantó las alarmas de seguridad en los estadios de primera división.