Gobernador de Puerto Rico a la espera de la justicia sobre su legitimidad
San Juan — El gobernador de Puerto Rico , Pedro Pierluisi, dijo este lunes que en vista de que el Senado no hizo votación alguna y “de que la gran mayoría de los senadores no tuvieron la oportunidad de expresarse en cuanto a mi incumbencia, con la mayor deferencia al Tribunal Supremo de Puerto Rico, esperaré su decisión confiado en que prevalecerá lo mejor para Puerto Rico”.
“En mi vida siempre he actuado de buena fe y conforme a la ley y el orden. Esta no es la excepción. Sigo con la mejor disposición de servirle a mi pueblo en estos momentos tan difíciles en los que todos reclamamos paz y estabilidad”, dijo en un comunicado.
“Reconozco que el Senado de Puerto Rico ha iniciado un pleito judicial para impugnar mi juramento como gobernador y que ahora busca que el Tribunal Supremo de Puerto Rico resuelva la controversia”, concluyó.
Por último, señaló que el pueblo “puede estar tranquilo que me ocuparé de que el gobierno siga cumpliendo su misión sin interrupción o dilación”.
La crisis política, constitucional y legislativa que vive Puerto Rico vivió este lunes un nuevo capítulo y una vuelta de tuerca más, después de que el Senado no votara a la espera de que decida el alto tribunal.
Este martes el Tribunal Supremo iniciará el análisis de una demanda presentada por el presidente de la Cámara Alta, Thomas Rivera, para declarar nula dicha juramentación, llevada a cabo el viernes por una jueza, ya que solo contó con el visto bueno de la Cámara de Representantes pero no de la totalidad de la Asamblea Legislativa.
La designación de Pierluisi como gobernador y su juramentación posterior han levantado una polvareda política y judicial en isla debido a las interpretaciones diferentes de la Constitución y la ley que se haga.
La Constitución de la isla señala que un secretario de Estado, primero en la línea de sucesión ante la vacante de un gobernador, debe ser ratificado por la Asamblea Legislativa.
Mientras que la Ley 7, en la que se escudó el exgobenador Ricardo Rosselló, para nombrar a Pierluisi, señala que dicha posición no precisa de la confirmación ni de la Cámara de Representantes ni del Senado, pero solo en el caso de que se refiera a la sucesión de un gobernador.
En la sesión de hoy, el presidente del Senado aseguró que aunque se hubiera llevado a cabo la votación Pierluisi solo contaba con cinco votos de apoyo.
“Cuando yo me vaya me voy a ir con la frente en alto. No corriendo y abochornado como se fue el exgobernador Ricardo Rosselló, dijo Rivera durante su intervención en la sesión, quien agregó que con la reunión de hoy del Senado “hemos cumplido”.
“El Senado de Puerto Rico no consiente ni avala el nombramiento de Pierluisi como secretario de Estado”, subrayó, a la vez que incidió en que está ocupando el puesto “ilegalmente”.
Por su parte, el senador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau, opinó que se ha “pasado de un gobernador delincuente a un gobernador buitre”.
Anoche Rivera presentó una demanda que mañana verá el Tribunal Supremo, integrado por nueve miembros, para impugnar la jura de Pierluisi ya que cree que necesitaba el aval de las dos cámaras para ello, pero el veredicto pudiera tardar hasta semanas debido a que no tiene límite de tiempo para pronunciarse.
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, también presentó una demanda este lunes para anular la juramentación de Pierluisi.
Por si fuera poco el problema generado en la gobernabilidad de la isla ante las diferentes interpretaciones de la legislación y la constitución y, en consecuencia, la legalidad o no del gobernador actual, varios medios revelaron que en la sesión de la Cámara del pasado viernes Pierluisi no entregó documentos que se le habían solicitado previamente necesarios para su nombramiento, algo que se volvió a repetir hoy con su estado financiero.
Por su parte, la representante de Puerto Rico ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Jenniffer González, se mostró en sintonía con Rivera y dijo, antes de reunirse con él en el Senado que le toca primero al Tribunal Supremo decidir la controversia política sobre la legalidad de Pedro Pierluisi como gobernador.
“No podemos enmendar la Constitución. Eso es algo que el Tribunal Supremo de Puerto Rico tiene que resolver y, obviamente, pensaría que le daría premura”, dijo, a la vez que subrayó que “nadie está por encima del orden sucesorio”.
Como reflejo de la situación de incertidumbre política que vive la isla, hoy varias agencias de la isla amanecieron sin foto oficial del gobernador y, en sustitución, se colgó el sello presidencial.
Rosselló formalizó su dimisión el pasado viernes tras el escándalo generado por su participación, junto a varios asesores, en un chat privado en el que se insultaban a numerosos colectivos y que provocó una ola de manifestaciones.
Fue el propio Rosselló quien minutos antes de irse se amparó en la Ley 7 para dejar al frente de la gobernación a Pierluisi y quien le designó candidato la secretaria de Estado, apenas dos días y medio antes de su marcha.