Markel “Bizipoz” Irizar, la alegría de vivir da sus últimas pedaladas
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Al Ain (Abu Dabi) — Markel Irízar (39 años, Oñati, Gipuzkoa) ha tomado la decisión de bajarse de la bicicleta el próximo 3 de agosto después de la Clásica de San Sebastián. Atrás quedarán 16 años de ciclista de “Bizipoz”, “alegría de vivir” en euskera. Un nombre inmejorable para un hombre que tiene en el palmarés de la vida una victoria insuperable: derrotó al cáncer.
No hay vuelta atrás. Empieza otro camino para el corredor guipuzcoano, pensando en su familia, sus tres hijos, sus aficiones y agarrado para siempre al carpe diem. Compartió con EFE unos minutos en Abu Dabi, donde recordó sus experiencias con Lance Armstrong y Alberto Contador, otros supervivientes; y con su ídolo Fabiàn Cancellara.
“Creo que ya ha llegado mi momento. He cumplido un ciclo de 16 años y hay que dejar paso a otras generaciones y disfrutar de otras cosas. La familia merece más atención, mis tres hijos crecen y quiero disfrutar de otras cosas aparte de la bici. Haré actividades que antes no podía hacer, como ir a la montaña y disfrutar de la nieve”.
Irízar tiene decidido que, cuando cuelgue la bici en Donosti, seguirá vinculado al equipo Trek, con el que ha mantenido contrato en los últimos 10 años, cuando le llamó Lance Armstrong al entonces Radioshack. Además, atenderá la cafetería que tiene en su pueblo, Oñati.
“No sé si voy a llegar a ser director, aún no lo he decidido, pero he hecho el curso de la Federación. Después de tantos años en el equipo me siento agradecido y estoy dispuesto a ayudar en todo aquello que me necesiten”.
Sin duda, este superviviente del cáncer ha sabido disfrutar del tiempo extra que le concedió la vida. Con 22 años le fue detectado un tumor en un testículo. Un mazazo que lejos de hundirle le sirvió para iniciar una lucha sin cuartel contra la terrible enfermedad.
Como profesional solo consiguió dos victorias, la Vuelta a Andalucía en 2011 y una etapa del Tour de Poitou-Charentes en 2010. Pero los laureles se los puso en el Tour de la Vida, y su lema fue “ganar sí o sí”.
“Soy hijo único y perdí a mi padre cuando tenía 18 años. Cuando me dijeron que sería complicado tener hijos a consecuencia del cáncer se me vino el mundo encima, incluso me sentí peor que cuando me diagnosticaron la enfermedad. Luego el hecho de poder tenerlos ha sido la gran alegría de mi vida, y mucho más tener familia numerosa. Mi mujer y yo queríamos tener más de dos, ahora tenemos tres y no me importaría tener un cuarto”.
Así se expresa “Bizipoz” poco antes de la salida de la tercera etapa del Tour de los Emiratos, sentado a cubierto de un sol que atiza fuerte en Abu Dabi.
“El apodo me viene muy bien, significa en euskera “vivir con alegría”, y en mi tierra tiene connotaciones muy positivas, que te llamen así es como una responsabilidad, es un listón muy alto que tienes que tratar de saltar a cada momento”, comenta a EFE Bizipoz, aclarando que lo de Bici no tiene nada que ver con bicicleta.
Su experiencia no la se la guarda para sí mismo el ciclista vasco. Vio las orejas al lobo, por eso se dirige a todas las personas que padecen cáncer.
“Ante todo hay que luchar, Los médicos ponen de su parte y hay que confiar en ellos, pero luego hay que luchar con ganas porque esa actitud ayuda a salir adelante. Cuando superas un cáncer ves la vida de otra manera. Te das cuenta de cuales son los problemas importantes y los que no deberían preocuparnos. Ahora intento disfrutar cada momento, la vida es un carpe diem”
Inevitable la referencia al estadounidense Lance Armstrong, otro superviviente del cáncer. Irízar se siente agradecido al exciclista texano.
“Se portó muy bien conmigo. Me mando una carta de su puño y letra interesándose por mí y me ofreció la posibilidad de ir a la consulta de médicos en Estados Unidos. Cuando debuté en profesionales se acercó a mi y me ofreció fichar por el Radioshack”.
Tampoco olvida Irízar, ya dentro de la faceta profesional, el año que compartió con el madrileño Alberto Contador, también superviviente de una enfermedad cerebral en sus comienzos. “Fue un líder muy cercano y un tío con una mentalidad increíble. Si tenía una caída seria le veías en el autobús enseguida analizando la etapa del día siguiente”
El mejor recuerdo de Irízar tiene que ver con la incertidumbre que vivió el Radioshack en 2013, cuando el patrocinador anunció que se marchaba y el proyecto quedaba en el aire.
“No teníamos patrocinador, pero Trek estaba interesado y todo dependía de cómo fuera la temporada en las clásicas. Teníamos mucha presión, pero Fabian Cancellara ganó la Harelbeke, Tour de Flandes y Roubaix. Aquello fue increíble y nació un nuevo proyecto con el actual equipo”.
Precisamente destaca al suizo “Espartaco” Cancellara como el mejor líder que ha tenido “porque era capaz de hacer cosas increíbles en carrera, y solucionaba cualquier problema que pudiera surgir”.
También destaca el corredor del Trek los 16 años de vivencias, en los que ha conocido gente de todo tipo de mentalidad, religión, cultura diferente, aspecto “fundamental para abrir la mente”.
“En carrera solo me da tiempo a decidir si volvería de vacaciones a un determinado lugar. Si me gusta un sitio, vuelvo. Por ejemplo iré a Los Dolomitas porque me encanta esa zona. Mis viajes siempre los relaciono con deportes y actividades al aire libre”.
Markel Irízar ha vivido gran parte de la generación de oro del ciclismo español, con el apogeo de Contador, Alejandro Valverde, Óscar Freire y Purito Rodríguez.
“Será complicado repetir esa serie de corredores con esos resultados, pero la gente es pesimista y no creo que haya razón para ello, Ahí están Mikel Landa, los hermanos Izagirre, y Enric Mas, que ahora mismo es el máximo exponente del futuro del ciclismo español”.
Carlos de Torres