William Barr, nuevo fiscal general en un momento clave para la trama rusa
Washington — El Senado confirmó hoy como fiscal general a William Barr, quien supervisará la recta final de la investigación sobre la llamada trama rusa y tendrá la última palabra sobre si se publica íntegro el informe final del fiscal especial Robert Mueller.
Barr, de 68 años, fue confirmado en el cargo este jueves durante un pleno del Senado por 52 votos a favor y 45 en contra.
La reacción de la Casa Blanca no se hizo esperar y poco después su portavoz, Sarah Sanders, tuiteó: “Una gran victoria para la Justicia y el Estado de derecho en Estados Unidos: el Senado acaba de confirmar como fiscal general a William Barr, el sobresaliente (abogado) nominado por el presidente @realDonaldTrump”, dijo.
Barr reemplazará a Matthew Whitaker, que dirige de forma interina el Departamento de Justicia desde noviembre, cuando Trump despidió a su primer fiscal general, Jeff Sessions.
A partir de ahora Barr será el encargado de supervisar las pesquisas sobre la llamada trama rusa que dirige Mueller, acerca de la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, que dieron el triunfo a Trump.
Mueller investiga desde mayo de 2017 de manera independiente al Gobierno los posibles lazos entre miembros del equipo de campaña de Trump y Moscú, al que las agencias de inteligencia del país acusan de interferir en los comicios, así como la supuesta obstrucción a la justicia por parte del mandatario.
Ante la posibilidad de que la investigación de Mueller esté llegando a su fin, Barr no ha garantizado que vaya a hacer público de forma íntegra el informe con las conclusiones del fiscal especial una vez que lo obtenga, lo que ha suscitado las críticas de la oposición demócrata.
Durante el proceso de confirmación en la Cámara Alta, Barr reconoció que es posible que no se desvele todo el contenido de dicho informe debido a “regulaciones internas” del Departamento de Justicia.
Sí que recalcó que su “objetivo es hacer llegar al Congreso y los ciudadanos la mayor información posible al respecto”.
En las comparecencias ante el Senado, Barr ha sido interrogado por el futuro manejo y sus intenciones respecto a la investigación de la trama rusa; y ha reivindicado su independencia frente a hipotéticas “interferencias políticas”.
“Bajo mi vigilancia, se permitirá a Bob (Mueller) que concluya su trabajo”, subrayó Barr el mes pasado, al tiempo que respaldó “la vital importancia” de que se completen las pesquisas del fiscal especial.
En diciembre pasado, Trump afirmó que Barr fue su “primera elección desde el primer día” cuando anunció la nominación de este veterano abogado para el puesto de secretario de Justicia, al que calificó de “muy íntegro” y “uno de los juristas más respetados del país”.
La relación de Trump con el predecesor de Barr en el puesto, Jeff Sessions, fue tumultuosa después de que el entonces fiscal general decidiera inhibirse de la investigación de la trama rusa por sus contactos con Moscú.
El mandatario, que acabó despidiendo a Sessions en noviembre pasado, nunca aceptó el paso dado por el fiscal general, que llevó a que el “número dos” del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, tomara las riendas sobre las pesquisas de la trama rusa y nombrara a Mueller para llevar a cabo la investigación.
Ahora Barr, que ya fue fiscal general bajo la Presidencia de George H.W. Bush (1989-1993), será el encargado de supervisar esa indagación.
Su confirmación coincide también con la polémica existente sobre la intención de Trump de construir un muro en la frontera con México, un asunto sobre el que Barr ya tiene experiencia.
El medio digital VOX recordaba hoy que en los años noventa Barr lanzó un plan multimillonario en la zona de San Diego (California) para intensificar la seguridad en la frontera, que incluía la construcción de una valla de acero con la asistencia del Departamento de Defensa.
En aquella época, en la zona de San Diego comenzaron a erigirse barreras físicas para impedir el cruce de inmigrantes desde México por áreas pobladas, lo que los desvió hacia el desierto de Arizona, y al Valle de Rio Grande (en Texas).