Autoridades investigan causas de tiroteo que causó cuatro muertes en Canadá
Toronto (Canadá) — Las autoridades canadienses que investigan el tiroteo que causó hoy la muerte a cuatro personas en la localidad de Fredericton se negaron a especular sobre las posibles razones del incidente.
La Policía canadiense confirmó en una rueda de prensa que el supuesto autor de los disparos ha sido detenido y está hospitalizado para ser tratado por graves heridas sufridas durante el enfrentamiento con agentes policiales.
Las autoridades sí identificaron a dos de los cuatro muertos, los agentes de Policía Lawrence Robert Costello, de 45 años, y Sarah May Burns, de 43. Sobre las otras dos víctimas mortales, las autoridades se limitaron a señalar que se trata de un hombre y una mujer.
El subidrector de la Policía de Fredericton, Martin Gaudet, se negó a proporcionar detalles sobre el supuesto autor de los disparos excepto para señalar que es un varón de 48 años y residente en esa ciudad canadiense, situada a unos 1.300 kilómetros al este de Toronto y capital de la provincia de New Brunswick.
Gaudet explicó que el incidente se inició cuando los dos agentes de Policía acudieron sobre las 7.10 hora local (10.10 GMT) a un complejo de apartamentos en Frederiction.
Al llegar al lugar se encontraron con los cuerpos de dos personas en la calle y cuando fueron a comprobar su estado, fueron tiroteados.
Un testigo que vive en el mismo complejo de apartamentos declaró a la radiotelevisión pública canadiense, CBC, que cuando oyó los primeros disparos se asomó a la ventana y vio a agentes de Policía intentando introducir a uno de los compañeros tiroteados en un vehículo.
El testigo intentó ayudar a los agentes pero el tiroteo se reinició y tuvo que ser evacuado junto con otros residentes del complejo de apartamentos por la Policía.
Los cuerpos de los dos agentes fallecidos sólo pudieron ser recuperados con la ayuda de un vehículo blindado de la Policía Montada de Canadá.
Según Gaudet, el sospechoso fue arrestado alrededor de las 9.30 hora local (12.30 GMT) tras más de dos horas de enfrentamiento con las fuerzas policiales.
Las autoridades canadienses también revelaron que la investigación del incidente ha sido transferida a la Policía Montada de Canadá, la fuerza federal de Policía del país.
Pero los portavoces policiales se negaron a señalar si el suceso está vinculado con un acto de violencia doméstica o si hay otras motivaciones.
“La investigación continúa para determinar exactamente lo que sucedió”, afirmó Gaudet.
Durante horas, la situación en Fredericton, en cuya área metropolitana viven unas 100.000 personas, fue de confusión.
Las únicas informaciones oficiales proporcionadas hasta la rueda de prensa ofrecida 10 horas después del inicio del incidente eran las ofrecidas por la Policía de Fredericton a través de su cuenta de Twitter.
En esos mensajes, la Policía solicitó que los habitantes de la ciudad evitaran Brookside Drive, una de las principales calles de la localidad y donde se encuentra el complejo de apartamentos, y que los residentes situados en las cercanías se encerrasen en sus casas y cerrasen sus puertas.
Imágenes mostradas por las televisiones locales mostraron que la Policía había cortado un tramo de unos dos kilómetros de Brookside Drive y a grupos de personas evacuadas de sus viviendas y trasladadas en autobuses públicos.
También a través de Twitter, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó de “terribles” las noticias procedentes de Fredericton y que el Gobierno estaba “siguiendo la situación”.
La violencia con armas de fuego se ha convertido en los últimos meses en un problema en varias de las principales ciudades canadienses.
El 22 de julio, dos personas murieron y otras trece resultaron heridas en un tiroteo en Toronto cuya autoría que se atribuyó el grupo terrorista Estado Islámico (EI), aunque las autoridades canadienses no dieron ninguna credibilidad a esta reivindicación.
El tiroteo del pasado mes de julio, que se suma a otros producidos en Toronto este año y que han causado decenas de víctimas mortales, ha llevado al alcalde, John Tory, a proponer la prohibición de las armas de fuego en la ciudad.