Un campamento especializado para que los estudiantes prueben sus habilidades en la construcción de robots
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Addison Ritner meticulosamente insertó piezas de LEGO en la base de lo que sería un robot. A veces las piezas encajaban, otras era necesario desmontar algunas antes de avanzar.
Addison, de 11 años, es una de los estudiantes inscritas en el campamento
Lego Robo-Camp, de una semana de duración, organizado en la Biblioteca Buena Vista Branch en colaboración con el FRC Team 980 ThunderBots, un equipo comunitario formado por alumnos de secundaria de Burbank, Glendale y escuelas cercanas, que compiten en la región de Los Ángeles mediante la construcción de robots que realizan comandos.
Los participantes fueron divididos en ocho grupos y aprendieron a armar y programar robots usando Lego Mindstorms.
Este viernes deberán poner a prueba sus robots al colocarlos sobre un tapete de juego impreso, con una serie de desafíos. El robot del grupo que sortee exitosamente los obstáculos y acumule más puntos, ganará premios.
Este lunes, los estudiantes realizaron una lluvia de ideas y tomaron contacto con el programa Lego Mindstorms que utiliza bloques visuales, los cuales representan una serie de codificación. Una serie de bloques visuales impulsa a un robot a avanzar, detenerse, girar y levantar objetos. Un bloque puede realizar una variedad de comandos.
Los niños adquirirán mayor confianza en sus habilidades a lo largo de la semana, estimó Ethan Geodfrey, de 16 años, capitán del equipo de verano del FRC Team 980, y agregó que algunos se quedan “pegados a la computadora” con suficiente confianza para “manejar todo para el equipo”.
Robin Dorfman, asesor de los ThunderBots, dijo que el objetivo es inculcar un interés en la robótica a una edad temprana, para que los estudiantes y los padres puedan animar a las escuelas a implementar programas técnicos en sus planes de estudio. “Es mejor establecer una base en los alumnos desde el principio y guiarlos en sus estudios hacia carreras [de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas], [donde] estarán mejor preparados para el nuevo futuro”, manifestó.
Fue la primera vez que Addison trabajaba con Lego Mindstorms. Aunque por momentos estaba frustrada, reconoció que el programa la empujó a seguir intentando. Eventualmente tomó la iniciativa de ayudar a ensamblar el robot para su grupo.
Otro participante, Andrew Molina, de 10 años, aprendió rápidamente a trabajar el componente de programación. Mientras su equipo trabajaba en el montaje de su robot, Andrew comenzó a experimentar con los bloques visuales, y afirmó que “fue bastante fácil” una vez que aprendió a manejarlo. “Estoy feliz de estar aquí”, dijo. “Durante toda mi vida sólo quise hacer robots, y creo que son realmente geniales”.
Traducción: Diana Cervantes
Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí