La polémica por la ley SB1070 regresa a Arizona como obra de teatro
Phoenix (AZ) — La polémica que generó la ley estatal SB1070 regresa a Arizona como obra de teatro que recoge el sentir de una familia hispana que tiene que vivir bajo el miedo de la deportación y la dura lucha de la hija por revelarse ante la situación que viven miles de indocumentados.
La obra “1070 (We were strangers once, too)” -1070 (También fuimos extranjeros en algún momento)- busca servir de referencia desde este viernes, y hasta al 9 de julio en Phoenix (Arizona), sobre las lecciones vividas con su aprobación en 2010, pero ahora en un plano nacional, debido a las políticas antinmigrantes del presidente Donald Trump.
“Yo viví ese tiempo y conozco la historia bien, son lecciones, y ahora estamos viviendo la misma historia pero a nivel nacional. Tenemos un presidente que se parece mucho a Joe Arpaio (polémico exalguacil del condado de Maricopa), pero con mucho más poder”, dice a Efe el productor y autor de la pieza, James García.
El estado de Arizona se convirtió en el epicentro del debate migratorio en Estados Unidos en 2010, cuando se firmó esta ley estatal, la primera en criminalizar la presencia de inmigrantes indocumentados en el país.
La lucha en contra de la SB1070 comenzó en las calles y continúo en las cortes y en 2012 la Suprema Corte prohibió varios de sus apartados, aunque mantuvo en vida uno de los más controvertidos, la sección 2(b), que permite a los agentes cuestionar el estatus migratorio de las personas que sospechan son “indocumentadas”.
El objetivo de García al escribir la obra fue abordar el tema migratorio desde la perspectiva de una familia y que el público reflexione sobre la crisis que viven los indocumentados en Estados Unidos.
“La historia de la migración es la historia de familias de trabajadores, de menores escapando de Centroamérica. No nada más son leyes, sino son vivencias de miles de personas. Son lecciones que aprendimos en Arizona, y que ahora necesitan aprenderse a nivel nacional”, expresa.
La actriz Anna Flores, quien encarna a la hija de la familia, Dulce, entiende perfectamente al personaje porque vivió la crisis de que se generó cuando se aprobó la ley SB1070 y porque parte de su familia vive del otro lado de la frontera por carecer de papeles.
“Cuando actúo me relacionó rápido con el personaje, porque me pongo a pensar por lo que he pasado, cómo nos divide la frontera y, aunque es algo triste, es algo real. Es un honor personificar a Dulce, porque por ella puedo decir cosas que yo también como persona he querido decir”, indica a Efe.
Aunque Flores nació en Nogales (Arizona), asegura que su personaje lleva buena parte de su vida y sentir, pues su familia está dividida por una frontera y vive en la ciudad homónima del estado de Sonora.
En su opinión, aunque estén separadas por la frontera, las dos ciudades son “un mismo lugar” y ella cruza constantemente la línea divisoria para visitar a su familia, incluidos dos hermanos, que no podrán ver la obra.
Flores cuenta que su personaje tiene inspiración en reconocidas activistas de Phoenix como Dulce Matuz, cofundadora de la Coalición del Acta Sueño en Arizona y quien fuera reconocida en 2012 como una de las personas más influyentes del mundo por la revista “Time”.
“Lo que hace interesante esta historia es que Dulce, en vez de sentir miedo como el de su familia y su comunidad, decide salir de las sombras para pelear contra las injusticias y es cuando obtiene el reconocimiento e influencia en su comunidad”, asevera.
Describe a su personaje como un símbolo del poder de una persona cuando quiere que su gente salga adelante, como lo han hecho cientos de activistas en el país.
“En ese aspecto sí me relaciono con Dulce, porque sí he tenido ese llamado de no nada más quedarme sentada viendo las injusticias, sino que he levantado mi voz. Recuerdo en el 2010 estaba en High School y hubo un día que marchamos al Capitolio todos los estudiantes, y es cuando yo dije que sí se podía hacer algo”, destaca.