Merkel en México, una exhibición de “músculo político” frente a Donald Trump
México — Aunque el motivo oficial es impulsar comercio e inversión, la visita a México de la canciller alemana, Angela Merkel, tiene un propósito mayor: reforzar su imagen frente a Donald Trump y aislarlo de cara a la cumbre del G20 de julio.
La visita “es parte de ese músculo político donde Merkel demuestra lo importante que es para los socios comerciales estadounidenses, y el contrapeso que representa versus Donald Trump”, dijo a Efe Manuel Valencia, experto en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey.
La canciller arranca hoy una breve gira de trabajo por América Latina en la que visitará dos importantes socios, Argentina y México.
Al dar a conocer el viaje, que en México se extenderá del viernes por la tarde al sábado a mediodía, desde el Gobierno alemán aseguraron que no buscan erigirse como una “alternativa” a Estados Unidos.
Además, desmintieron que acercarse a América Latina sea una “provocación”, aunque los fríos encuentros de Trump y Merkel, y la manera opuesta en la que entienden el mundo, apuntan en sentido contrario.
El embajador de Alemania en este país, Viktor Elbling, puntualizó este miércoles que la visita de la canciller es “una señal muy clara de solidaridad hacia México, que demuestra lo importante que es” para el país europeo.
“El mensaje que da Angela Merkel a México es que el mundo sigue abierto”, opinó a Efe el coordinador del Centro de Estudios Europeos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dámaso Morales, quien analiza esta visita en clave G20.
El próximo 7 y 8 de julio, el Grupo de los Veinte (G20) se reúne en Hamburgo (Alemania) en una cumbre que, a juzgar por anteriores encuentros internacionales, se presupone tensa.
Merkel “está aislando (a Trump) para que vea que todo el mundo está del mismo lado. Y México es un aliado confiable, porque tiene tradición multilateralista”, remarcó.
Oficialmente, esta visita responde a la invitación que el presidente Enrique Peña Nieto le extendió durante su visita a Alemania en abril de 2016, y encaja con el cierre del Año Dual entre ambos países, que reforzó la relación mediante actividades académicas, culturales y empresariales.
Se espera que en la visita se traten temas de enorme relevancia para un México que busca a toda costa diversificar su comercio ante la inminente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impuesta por Trump.
“México está en la búsqueda de estrategias a medio plazo sobre cómo seguir su orientación tanto en comercio exterior como en política. Europa es una opción y una alternativa importante”, señaló a Efe Ludger Pries, director de la Cátedra Humboldt del Colegio de México.
Merkel, por su importante peso político dentro de la Unión Europea, puede ser clave para lograr la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la UE (TLCUEM), firmado en 1997 y en vigor desde el 2000.
“Ella va a poner de su parte para acelerar” el proceso de diálogo, consideró Soledad Loaeza, investigadora del Colmex.
Alemania es el principal socio comercial de México en Europa y el quinto a nivel mundial. En 2016, el intercambio de bienes superó los 17.800 millones de dólares.
Además, hay alrededor de 1.900 empresas con capital alemán instaladas en el país, tan relevantes como Siemens o BMW, generando 120.000 empleos.
Peña Nieto y Merkel abordarán el viernes cuestiones económicas, de política exterior y la próxima cumbre del G20, mientras que el sábado, la canciller participará en un desayuno con representantes de la sociedad civil y asistirá a la última actividad del Año Dual antes de finalizar su visita a México, la segunda desde 2008.
Pero además de economía y comercio, los especialistas consideran que se abordarán otros temas quizás menos cómodos para México, como los derechos humanos o la corrupción, así como la protección del medio ambiente, un asunto primordial desde que Trump retirara a EE.UU. del Acuerdo de París.
En conclusión, la visita será fugaz, pero cargada de simbolismo.
“Merkel en este país compensa en cierta forma el maltrato que hemos sufrido de parte del Gobierno norteamericano, que ha sido sobre todo muy descortés”, sentenció Loaeza, quien deseó que, a pesar de los agravios, los dos líderes actúen con “enorme prudencia diplomática”.