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Tres pacientes murieron en Pasadena, posiblemente por el uso de sondas contaminadas

Al menos tres pacientes murieron el año pasado en el Huntington Hospital, en Pasadena, por un brote que, se sospecha, fue causado por contaminación en los insumos médicos, según un recién descubierto informe regulatorio.

Autoridades del hospital habían confirmado en agosto pasado que tres pacientes habían enfermado el mes anterior, pero se negaron a precisar detalles de su condición. Más tarde informaron a Olympus Corp., fabricante de las sondas, acerca de las muertes. Así lo detalla el informe de la empresa a los reguladores federales.

Funcionarios del hospital señalaron esta semana que las leyes de privacidad de los pacientes les habían impedido informar a la opinión pública al respecto. Sin embargo, en un brote similar ocurrido en el UCLA Ronald Reagan Medical Center, las autoridades confirmaron el fallecimiento de los pacientes.

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“¿Qué se le ha dicho a esas tres familias?”, preguntó Lawrence Muscarella, un experto en seguridad médica quien descubrió el brote de Pasadena en un informe en la base de datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés). “La nueva norma de los hospitales parece ser el silencio”, dijo.

La FDA elimina de los informes los nombres de los hospitales, pero Olympus afirmó en una presentación que se había puesto en contacto con el centro médico luego de un artículo de prensa dado a conocer el 19 de agosto pasado. Ese mismo día, Los Angeles Times publicó la noticia de que algunos pacientes habían enfermado después de realizarse ciertos procedimientos en Hungtinton. El hospital luego informó a la compañía que los pacientes habían muerto.

Muscarella dijo que los hospitales tienen la obligación ética de informar al público cuando los pacientes mueren por un brote.

Aún no queda claro cuántas personas pueden haber sido infectadas durante el brote en Hungtinton, o si sólo son tres los fallecidos. El centro médico no brindará información acerca de cuántos pacientes podrían haber estado expuestos a la peligrosa bacteria.

El nuevo informe también muestra que la sonda reutilizable que presumiblemente causó el brote tenía un diseño diferente de aquellas que Olympus había quitado de circulación en enero. Eso significa que muchos más pacientes de todo el país podrían haber estado expuestos a las peligrosas bacterias a través de estos dispositivos de difícil limpieza, conocidos como duodenoscopios.

Durante los últimos dos años, debido a que la cadena de brotes se prolongaba, las autoridades centraron la mayor parte de su atención en el dispositivo que ahora ha sido retirado del mercado.

El duodenoscopio es un tubo largo con forma de serpiente, que lleva una pequeña cámara en el extremo. Éste se inserta por la garganta del paciente y se conduce a través del tracto gastrointestinal. El instrumental se emplea para tratar cáncer, cálculos biliares y otros problemas en la bilis o conductos pancreáticos.

El mes pasado, el representante Ted Lugar (D-Torrance) dio a conocer los datos de la FDA que muestran que al menos 350 pacientes en 41 centros médicos de todo el mundo habían sido infectados o expuestos a duodenoscopios contaminados desde enero de 2010 hasta finales de octubre de 2015.

Peter Kaufman, un abogado de Los Ángeles, presentó demandas en nombre de los tres pacientes tratados con el instrumental contaminado en Hungtinton. Dos de esos pacientes fallecieron, afirmó el letrado, entre ellos Azniv Tavidaghian, una residente de Pasadena de 69 años de edad. No está claro si estos pacientes están entre los tres mencionados en el informe de Olympus.

Tavidaghian, quien sufría de cáncer, había sido tratada en dos oportunidades con un duodenoscopio Olympus antes de su muerte, el 11 de agosto.

Kaufman indicó que los médicos habían dicho a la familia Tavidaghian que estaban intentando determinar las causas de su muerte, y que no podían proveer más información hasta que la investigación hubiera terminado. “Prácticamente no les han dicho nada a las familias”, afirmó Kaufman acerca de los funcionarios del hospital.

En Huntington alertaron a las autoridades de salud del gobierno, incluyendo a reguladores y al Departamento de Salud Pública de la ciudad de Pasadena, poco después de que los pacientes se enfermaran.

La investigación acerca del presunto brote aún continúa, indicó William Boyer, vocero de la ciudad. “Alertamos a los pacientes infectados acerca de un posible vínculo”, afirmó la Dra. Paula Verrette, directora médica de Hungtinton, “y seguimos en contacto con pacientes y familiares, así como con funcionarios de salud”.

“De conformidad con… los estatutos de privacidad”, señaló la médica, “creemos que sería inapropiado discutir el estado de salud de un paciente o su fallecimiento de forma pública”.

Tanto Hungtinton y Olympus señalaron que prefieren no hacer comentarios sobre litigios pendientes.

El informe de Olympus a la FDA señala que los tres pacientes habían sido diagnosticados con septicemia -una seria infección en la sangre- después de someterse a un tratamiento con un duodenoscopio a mediados de julio de 2015.

Los tres pacientes dieron positivo a los análisis para detectar una bacteria resistente a los medicamentos, llamada pseudomona. El hospital informó a Olympus que las autoridades de salud determinarían las causas de su fallecimiento.

En enero, Olympus retiró del mercado uno de sus duodenoscopios -modelo TJF-Q180V- luego de que expertos independientes señalaran que su diseño, con un canal interno cerrado, lo hacía casi imposible de limpiar antes del siguiente uso en un paciente.

El instrumental de Olympus sospechado de haber contaminado a los pacientes de Hungtinton fue un duodenoscopio antiguo, llamado TJF-160F, que se emplea desde 2002.

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