Corte Suprema falla contra dos agentes de LAPD y otorga millonaria suma
El Tribunal Supremo ha permitido un veredicto de $5 millones 700 mil en contra de dos oficiales del Departamento de Policía de Los Angeles por dispararle a un miembro de una pandilla que huía, quien ellos creían portaba un arma.
Después de considerar el caso durante semanas, los jueces rechazaron, sin comentarios, una apelación del procurador de la ciudad de Los Angeles Michael Feuer.
Los abogados de la ciudad dijeron que los dos oficiales de la policía creyeron que el sospechoso que huía planteaba un peligro y por lo tanto estaban justificados al disparar para detenerlo.
Robert Contreras, el sospechoso, sobrevivió a los disparos en el 2005 pero quedó paralizado. No disputó la acusación de intento de asesinato en una balacera en auto y cumplió tiempo en prisión.
Pero luego demandó a los dos policías que dispararon contra él, alegando de un uso excesivo de la fuerza. Y para la sorpresa del Departamento de Policía de Los Angeles y el Ayuntamiento, ganó un veredicto del jurado.
En su apelación ante el Tribunal Superior, el Procurador de la Ciudad argumentó que cuando se consideran los hechos desde la “perspectiva de lugar de los oficiales, no en retrospectiva, su uso de la fuerza fue totalmente razonable bajo la 4ta. Enmienda”.
Pero un juez federal del Tribunal de Apelaciones del 9no Circuito dijo que un jurado había escuchado la evidencia y concluyó que Contreras portaba un teléfono celular -- no un arma -- y que recibió un disparo en la espalda cuando corría por un callejón localizado cerca de la 61st Street y South Broadway. En el pasado, el Tribunal Supremo ha dicho que los oficiales de la policía pueden usar la fuerza letal para detener a un sospechoso que huye sólo si representa una amenaza para los oficiales o el público.
Mientras que el oficial del LAPD Julio Benavides dijo que gritó “¡Detente! ¡Policía!” antes de dispararle al hombre que huía, otros dos oficiales testificaron que no recuerdan haber escuchado tal aviso de advertencia.
En los últimos años, el Tribunal Supremo ha rechazado una serie de demandas en contra de la policía por utilizar la fuerza para detener un vehículo que huye. En esos casos, los jueces decidieron que el vehículo por sí solo representaba un peligro para el público.
Pero los jueces en ocasiones han permitido las demandas de “fuerza excesiva” en contra de la policía por dispararle a una persona que huye que no es un peligro para los oficiales o para el público.
Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí