Anuncio

Fuerte oposición a la primera cacería de osos en dos décadas en Florida

Con tres tiros mató Larry Dupree a su oso.

Muy temprano la mañana del domingo, caminando por el bosque al este del condado de Collier, justo al noroeste de los Everglades, Dupree vio al oso a más o menos 100 yardas de distancia, dijo Dupree durante una entrevista. Era la mañana de la primera cacería en Florida en 21 años.

Levantó su rifle y disparó.

“El tiro lo golpeó bien la primera vez, y siguió corriendo hacia nosotros”, dijo Dupree. “Disparé el segundo tiro cuando estaba a 35 o 40 yardas de distancia. Fue entonces cuando cayó en una zanja y trató de levantarse. Yo corría hacia allí y lo rematé a quemarropa”.

Dupree llevó su oso, una hembra de 200 libras, a la estación de verificación en Okaloacoochee Slough State en el bosque estatal, una de 33 estaciones de Florida Fish and Wildlife Conservation Commission. Hasta 320 osos pueden ser asesinados durante la cacería en todo el estado. La cuota del sur de la Florida es de 80. La caza, de duración de una semana, puede terminar antes en un área en particular, si se cumple la cuota.

Anuncio

La caza, que fue impugnada sin éxito en la corte, está siendo llevada a cabo bajo la atenta mirada de los opositores, que se han organizado para vigilar como matan a los osos.

“Creo que es inmoral matar a un oso”, dijo Jim Woodard de Miami, parado sobre un camino de tierra frente a la estación de verificación Picayune Strand State Forest, el cual consistía de un toldo, una mesa plegable, una escala montada en una camioneta, unos oficiales de Wildlife y un biólogo.

“No hay un oso en la Florida que tuviera la experiencia en ser perseguido”, dice Woodard. “No es un animal que ha sido condicionado a tener miedo de la gente. En cuanto a mí, (matar osos) es tan deportivo como dispararle a un camión de la basura”.

La comisión de vida silvestre dice que la caza ayudará a controlar la creciente población de osos que ha empezado a invadir los suburbios. Los científicos de la comisión dicen que la población estatal de osos, que ha aumentado acentuadamente desde la década de 1970, puede soportar fácilmente una caza cuidadosamente controlada.

Chuck O’Neal, uno de los organizadores de los esfuerzos para vigilar la caza, dijo que para la 1 de la tarde, habían matados a más de 50 osos. “Vienen constantemente hasta aquí”, dijo, hablando por teléfono desde una estación de control en el condado de Seminole. “Hay una línea de camionetas esperando a conseguir que les pesen a sus osos”.

Las reglas de caza prohíben matar a cualquier oso con cachorros. O ‘ Neal dijo que tenía informes de que seis hembras lactantes habían sido llevadas a pesar. “Significa que estaban amamantando cachorros”, dijo.

Tammy Sapp, portavoz de la comisión de vida silvestre, declaró que no se habían reportado problemas con la caza.

Para mediodía, los cazadores habían traído tres osos a la estación de verificación Picayune Strand. Las cinco personas vigilando el control de la caza, se arremolinaron alrededor para fotografiar la escena y tomar notas a medida que el biólogo Ross Scott, registraba los pesos y dimensiones de los animales y tomaba muestras de pelo y dientes. Los cazadores no estaban muy contentos con la atención de los cinco monitores de caza y un reportero.

“Por favor, no tome mi foto”, dijo una mujer.

“No quiero hablar con usted” dijo un hombre que trajo un oso a pesar.

En el sur de la Florida, las áreas de caza pública son Okaloacoochee Slough, Picayune Strand y Spirit-of-the-Wild Wildlife Management Area, todos en los condados de Collier y Hendry, en el borde occidental de los Everglades.

Los voluntarios reclutados a través de Facebook y otros medios, cuentan los osos muertos que llevan a las estaciones de control, fotografían a los cazadores y planean conducir a través de zonas de caza inmediatamente después de que la cuota de la región se cumpla, para usar cuernos de aire estruendosos anunciando que la caza se ha acabado.

El estado tenía previsto notificar a los cazadores del término de la cacería por medio de mensaje de correo electrónico y por texto, lo que los opositores a la caza de osos dicen que es inadecuado, teniendo en cuenta la cobertura irregular de los teléfonos móviles que prevalece en las zonas remotas de caza.

La población del oso negro de la Florida se recuperó de una baja de unos pocos cientos en la década de 1970, a más de 3,000 hoy día. Pero el estado no ha completado un estudio de población desde el año 2003. Un nuevo estudio se está haciendo ahora, y los opositores a la caza de osos han criticado al estado por avanzar con la caza sin esperar los resultados del estudio.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio