Presentan cargos contra otro agente que participó en golpiza de preso
Un ex oficial del Departamento del Sheriff del Condado de Los Angeles ha sido acusado bajo cargos federales de ayudar a encubrir la golpiza dada por otros oficiales a un hombre en una cárcel del Condado, anunció la oficina de la Fiscalía de los Estados Unidos el viernes.
Los cargos inesperados, los cuales llegan meses después de que los otros oficiales que han sido acusados en el caso fueron condenados y más de cuatro años después de que ocurrió la golpiza del 2011, dejan claro que continúa en marcha una larga investigación por parte del FBI y la oficina de la Fiscalía de los Estados Unidos hacia las denuncias de oficiales abusivos en las cárceles del condado.
Un gran jurado acusó a Byron Dredd, de 33 años de edad, quienya no trabaja para el Departamento del Sheriff.
Se enfrenta a tres cargos de infracciones derivadas de las denuncias que establecen que fabricó un informe sobre la golpiza, en el cual intentaba colocar la culpar sobre la víctima, y luego les mintió sobre el incidente a los agentes del FBI.
Dredd, quien no pudo ser contactado para obtener un comentario, se espera que se presente a comparecer en las próximas semanas, de acuerdo a una declaración emitida por la fiscal de los Estados Unidos, Eileen Decker.
Los cargos en contra de Dredd surgen de la golpiza otorgada aGabriel Carrillo en febrero del 2011, quien había venido con su entonces novia y su abuela a visitar a su hermano, un preso en la instalación principal de la cárcel del Condado.
Carrillo y su novia fueron esposados y puestos bajo custodia después de que los oficiales supuestamente encontraron que llevaban teléfonos celulares, lo cual es en contra de la ley del estado. Después de que Carrillo al parecer les contestó groseramente varias veces a los oficiales en una habitación aislada, fue golpeado, pateado y rociado con gas pimienta en el rostro.
Después de la golpiza, la cual dejó a Carrillo ensangrentado y con graves hematomas, los oficiales y su supervisor afirmaron en los informes que cuando a una de las manos de Carrillo se le retiró las esposas para tomar sus huellas dactilares, atacó a los oficiales y trató de escapar.
En base a esos informes, Carrillo fue consignado bajo cargos criminales. Después de que el abogado de Carrillo presentó fotografías que muestran las lesiones en ambas muñecas de Carrillo, corroborando su afirmación de que se encontraba esposado durante la golpiza, los fiscales de la oficina del Fiscal del Distrito del Condado retiraron los cargos.
En junio, dos oficiales, Sussie Ayala y Fernando Luviano, junto con Eric González, su supervisor en el centro de visitantes de la cárcel, fueron declarados culpables de la golpiza y el encubrimiento. El juicio conto con el testimonio de otros dosoficiales quienes previamente se habían enfrentado a cargos pero consiguieron realizar acuerdos con los fiscales.
El nombre de Dredd y su presunta participación en el caso no surgieron en el juicio.
Elizabeth Rhodes, asistente del fiscal de los Estados Unidos, se negó a dar un comentar sobre el caso en contra de Dredd y el por qué no fue incluido en el procesamiento anterior.
La acusación en contra de Dredd, publicada el viernes, deja claro que los investigadores eran plenamente conscientes de Dredd mientras construían su caso.
De acuerdo a la acusación, Dredd le mintió a los agentes del FBI durante una entrevista realizada en julio del 2012, cuando les dijo que Carrillo le había “lanzado un golpe a” Luviano, y después intentó escapar. Dredd hizo las mismas afirmaciones en el informe que escribió en el momento en que sucedió la golpiza, indica la acusación.
El abogado de Carrillo, Ron Kaye, dijo que estaba contento de ver que los fiscales continuaban persiguiendo a los oficiales involucrados en el caso, añadiendo que los nuevos cargos presentados ponen de relieve cómo se había arraigado una cultura en las cárceles que permitía que los “oficiales golpearan a las personas y fabricaran pruebas para actuar con impunidad”.
El caso es uno de varios que surgió de una amplia investigación federal realizada en las cárceles bajo el ex Sheriff Lee Baca, quien renunció el año pasado en medio de la controversia.
Otros oficiales están esperando su juicio en dos casos separados de abuso en la cárcel, y los fiscales han ganado varias condenasen contra de los oficiales y funcionarios de alto rango porintentar obstruir la investigación federal.
El ex Sheriff adjunto Paul Tanaka, quien fue el funcionario de segundo rango más alto en la agencia antes de renunciar, fue acusado formalmente este año por cargos de obstrucción.
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