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Qué están haciendo las universidades para disminuir el estrés entre los estudiantes

El pasado mes de agosto los estudiantes de primer año de Cal State Northridge recibieron información sobre el nuevo centro de bienestar, que ofrece acupuntura, terapia de masaje y yoga.

El pasado mes de agosto los estudiantes de primer año de Cal State Northridge recibieron información sobre el nuevo centro de bienestar, que ofrece acupuntura, terapia de masaje y yoga.

(Ricardo DeAratanha / Los Angeles Times)

El primer año de Ye Seong Kim en UCLA, fue tan estresante que consideró cambiar la universidad por el colegio comunitario hasta que estuviera mejor preparada.

“Parecía que después de batallar y estudiar con tanto esmero, no estaba dando resultado y no obtenía buenas calificaciones”, dijo Kim de 21 años. “No estaba disfrutando las materias y pensaba que tal vez no era lo que yo quería, eso hizo que me preguntara qué es lo que hacía yo aquí”.

En gran parte su bioquímica superó esas ansiedades y ha entrado a su cuarto año en el plantel de Westwood. Pero las preguntas que escucha ahora que es asesora para estudiantes de nuevo ingreso resuenan profundamente: ¿Será la nostalgia por el hogar? ¿Cómo voy a hacer nuevos amigos? ¿Qué pasa si hago una pregunta tonta en la clase?

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Esas incertidumbres inductoras de miedo son la razón por la que UCLA, los colegios y universidades de todo el país están buscando impulsar no sólo a las materias académicas, sino también a la mente, el cuerpo y el alma de los estudiantes que reportan altos niveles de estrés y depresión.

Un informe del año pasado realizado por el Center for Collegiate Mental Health at Penn State demostró que las tasas de autolesiones y pensamientos suicidas han aumentado entre los estudiantes que buscan servicios de salud mental en los colegios y universidades. Según el informe uno de cada tres ha considerado seriamente el suicidio y uno de cada 10 ha realizado un intento de suicidio. Casi la mitad de los estudiantes informó que el rendimiento académico fue la principal causa de su angustia mental.

La información sobre salud mental y terapia es un foco de atención en muchas de las nuevas orientaciones estudiantiles, más profesores y personal están siendo entrenados para identificar a estudiantes en crisis.

Más allá del asesoramiento profesional, los colegios están añadiendo servicios para levantar el ánimo de los estudiantes.

En la UCLA, se diseñaron espacios especiales para tomar la siesta y se colocaron camastros alrededor del plantel, los estudiantes pueden inscribirse en el desafío de la felicidad - dormir bien o realizar una buena acción, entre otras cosas, por una semana por lo menos-, las verduras orgánicas, proteínas magras y granos enteros dominan el menú en su nuevo y popular comedor de salud. Cal State Northridge abrió un nuevo centro de bienestar, que ofrece acupuntura, terapia de masaje y yoga.

USC ha lanzado recientemente un amplio esfuerzo para reducir el estrés, mejorar la concentración en el aula y para fomentar la meditación de tal forma que la comunidad del plantel sea más contemplativa.

Los estudiantes de primer año, enfrentan una de las mayores transiciones de sus vidas y están especialmente en riesgo de tener tensiones emocionales y físicas, dicen los expertos en salud. Pero, añaden, que el mito del aumento de peso “Freshman 15”,es solo eso un mito y no una realidad.

“Lo que la ciencia revela es que el estudiante universitario promedio puede ganar en algún momento entre dos o tres libras en el primer año, pero he tenido estudiantes que realmente ganan de 30 a 40 libras”, dijo Ellen Bauersfeld, dietista del centro de salud estudiantil de Northridge. “¿Por qué? Están en un entorno completamente nuevo, además, para algunos de nuestros estudiantes, es la primera vez que viven por su cuenta, sin que nadie les ayude a preparar comidas, nadie los guía, no hay límites”.

Hay señales mixtas sobre la salud mental de los estudiantes. Por un lado, están los estudiantes que se inscriben en colegios y universidades de cuatro años que tienen las tasas más bajas en consumo de alcohol y tabaco en más de 30 años, de acuerdo con una encuesta anual entre más de 153,000 estudiantes de primer año realizado por el Instituto de Investigación de Educación Superior de la UCLA.

Por otro lado, sólo la mitad de los estudiantes de nuevo ingreso reportaron un alto nivel de salud emocional, la tasa más baja que se ha presentado, mientras que el número de estudiantes que dijeron estar frecuentemente deprimidos aumentó de 6% en 2009 al 9.5%. La investigación sugiere que los estudiantes emocionalmente frágiles están más descontentos con la universidad y tienen dificultad para sentirse como parte de la misma.

Los centros de asesoramiento reportan un número récord de visitas, mayormente de estudiantes con discapacidad y enfermedades crónicas, según el informe. Pero el recorte presupuestal para servicios estudiantiles obstaculizan los esfuerzos de muchas universidades públicas en California y en otros lugares para hacer frente a la afluencia.

Sin embargo, las universidades han asumido mayor responsabilidad en todos los aspectos de la vida de los estudiantes, dijo Greg Eells, director de asesoramiento y atención psicológica en la Universidad de Cornell.

“En los últimos 10 a 15 años, se ha hecho un mayor énfasis en la difusión y en dar un enfoque de salud a las políticas públicas”, dijo Eells, ex presidente de la salud mental en la Asociación Universitaria Americana de la Salud. “Las universidades están haciendo más campañas de prevención, promocionan la capacidad para afrontar y adaptarse a la vida, además de enseñar a los jóvenes cómo conducirse”.

Esto puede ser por qué “Conciencia” es el nuevo lema en muchos planteles universitarios, dijo Varun Soni, decano de la vida religiosa en USC, quien el año pasado lanzó un programa que incluye cursos de meditación gratuitos, formación en el uso de técnicas docentes, más reflexivas para ayudar a los estudiantes a centrar la atención en el momento presente y la investigación; el programa fue financiado con fondos federales y privados, se analiza el impacto de tales métodos en el insomnio, abuso de sustancias, ansiedad y otros males.

Algunos críticos dicen que los beneficios son sobrevalorados y que los practicantes carecen de formación. Las clases para dirigir la conciencia de sí mismos en la USC son impartidas por instructores profesionales certificados, dijo Soni. “En la universidad, se hace mucho énfasis en el IQ pero menos énfasis en el EQ de uno, es decir, la intención, la felicidad y el éxito propio”.

En Caltech, las clases en los dos primeros términos se ofrecen sobre una base de aprobar/fallar- un alivio para la ansiedad de los estudiantes de primer año, dijo Barbara Green, decana interina de los estudiantes de pregrado.

“Todos ellos son realmente brillantes, obviamente, pero no es fácil para todo el mundo darse cuenta de que no pueden estar todos en la media superior”, dijo Green. “Alentamos la colaboración en lugar de promover un enfoque competitivo. La mayoría de estudiantes de primer año, simplemente son felices de estar con personas que comparten su interés por las matemáticas y la ciencia”.

Encontrar su interés tanto dentro como fuera del salón de clases es clave para manejar con éxito lo difícil del primer año, dijo Kim. Inicialmente sufrió al tratar de cumplir lo que ella creía que eran las expectativas de sus padres, para luego descubrir que ellos querían que ella siguiera su propio camino. Su nivel de estrés disminuyó y disfrutó de una vida social más activa.

“Les dejo saber que ningún estudiante es igual que otro y si se trata de manejar el tiempo o de dormir lo suficiente, lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra”, dijo. “La universidad trata de encontrar lo que funciona para cada uno”.

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Twitter: @carlariveralat

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