El papa Francisco en el Congreso: "mi deber es construir puentes" - Los Angeles Times
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El papa Francisco en el Congreso: “mi deber es construir puentes”

El papa Francisco (c) antes de su discurso en el Congreso en Washington DC, Estados Unidos hoy, 24 de septiembre de 2015. El papa Francisco advirtió hoy en un discurso en el Congreso de Estados Unidos de que "ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico". EFE/Jim Lo Scalzo

El papa Francisco (c) antes de su discurso en el Congreso en Washington DC, Estados Unidos hoy, 24 de septiembre de 2015. El papa Francisco advirtió hoy en un discurso en el Congreso de Estados Unidos de que “ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico”. EFE/Jim Lo Scalzo

(JIM LO SCALZO / EFE)
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El papa Francisco afirmó hoy ante el Congreso que su “deber es construir puentes” y reconoció los “esfuerzos que se han realizado en los últimos meses” para superar lo que denominó “diferencias históricas”.

“Cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo (...) se abren nuevos horizontes para todos”, dijo el pontífice, que esta semana visitó Cuba tras la reanudación de relaciones de ese país con Estados Unidos, a la que el Vaticano ha contribuido decisivamente.

Francisco, el primer papa que interviene ante el Congreso, reunido hoy en solemne sesión conjunta, valoró que estos acercamientos entre países han requerido y requieren “coraje, audacia, lo cual no significa falta de responsabilidad”.

“Un buen político es aquel que, teniendo en mente los intereses de todos, toma el momento con un espíritu abierto y pragmático. Un buen político opta siempre por generar procesos más que por ocupar espacios”, añadió Bergoglio, que tomó una cita de su exhortación apostólica “Evangelii gaudium”.

El papa consideró en su discurso, pronunciado en inglés, que “ser un agente de diálogo y de paz significa estar verdaderamente determinado a atenuar y, en último término, a acabar con los muchos conflictos armados que afligen nuestro mundo”.

Y a continuación se preguntó: “¿por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero”.

Denunció que se trata de “un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente. Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas”, pidió el pontífice.

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