Activistas: Autoridades mexicanas dispersan dos caravanas de migrantes que se dirigían a EEUU
TAPACHULA, México — Las autoridades de inmigración mexicanas disolvieron dos pequeñas caravanas de migrantes que se dirigían a la frontera con Estados Unidos, informaron activistas el sábado.
Algunos migrantes fueron trasladados en autobús a ciudades del sur de México y a otros les ofrecieron documentos para poder transitar.
Los hechos se registraron una semana después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos a menos que México haga más para contener el flujo de migrantes hacia el norte.
El miércoles, Trump escribió que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, había acordado detener la migración no autorizada a través de la frontera hacia Estados Unidos. Sheinbaum escribió en sus cuentas de redes sociales el mismo día que “se atiende a las personas migrantes y a las caravanas antes de que lleguen a la frontera”.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau voló a Florida para reunirse con el presidente electo estadounidense Donald Trump en su mansión de Mar-a-Lago, luego de que Trump amenazara con imponer aranceles generalizados a los productos canadienses.
El activista de derechos de los migrantes, Luis García Villagrán, dijo que la disolución de las dos caravanas parecía ser parte del “acuerdo entre la presidenta de México y el presidente de los Estados Unidos”.
La primera de las caravanas partió de la ciudad de Tapachula, en el sur de México, cerca de la frontera con Guatemala, el 5 de noviembre, el día en que Trump fue elegido. En su punto máximo llegó a tener unas 2.500 personas. En casi cuatro semanas de caminata, recorrió unos 430 kilómetros (270 millas) hasta Tehuantepec, en el estado de Oaxaca.
En Tehuantepec, funcionarios de inmigración mexicanos ofrecieron a los migrantes cansados viajes gratuitos en autobús a otras ciudades del sur o centro de México.
“Nos llevaron a Acapulco, a otros compañeros a Morelia y a otros compañeros a la ciudad de Oaxaca”, dijo Bárbara Rodríguez, quien dejó su país natal, Venezuela, después de las controvertidas elecciones presidenciales de este año.
Rodríguez dijo por teléfono que después tomó un autobús por su cuenta a Ciudad de México.
La segunda caravana, de unos 1.500 migrantes, partió el 20 de noviembre y recorrió unos 225 kilómetros (140 millas) hasta el pueblo de Tonalá, en el estado de Chiapas. Ahí, las autoridades ofrecieron una especie de visa de tránsito que permite viajar por México durante 20 días.
Una corte federal de apelaciones falló el miércoles que los agentes de la Patrulla Fronteriza no pueden cortar el alambre de púas que Texas instaló en la frontera entre Estados Unidos y México en la ciudad de Eagle Pass, que se ha convertido en el centro de las agresivas medidas del estado para frenar el cruce de migrantes.
Sheinbaum dijo que confía en que se pueda evitar una guerra arancelaria con Estados Unidos. Pero su declaración, el día después de que sostuvo una llamada telefónica con Trump, no dejó claro quién ofreció qué.
Aparte de las mucho más grandes caravanas de 2018 y 2019, a las cuales se les proporcionaron autobuses para recorrer parte del camino hacia el norte, ninguna ha llegado completa a la frontera de Estados Unidos caminando o haciendo autostop, aunque algunas personas lo han logrado solas.
Durante años, las caravanas de migrantes a menudo han sido bloqueadas, hostigadas o impedidas de hacer autostop por la policía mexicana y los agentes de inmigración. También han sido frecuentemente detenidas o devueltas a zonas cerca de la frontera con Guatemala.
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