OPINIÓN: Alineándonos por obligación
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Definitivamente AMLO no ha encontrado como relacionarse con Estados Unidos. No entiende lo que pasa ni los mensajes que le envían. Ni siquiera es que tenga una lectura equivocada. Simplemente no hay lectura y va reaccionando coyunturalmente. El tema de Ucrania lo hizo aun mas evidente.
De entrada, el presidente mexicano se abstuvo de condenar de manera clara y enérgica la invasión rusa a Ucrania. Los tímidos llamados al diálogo de su secretario de Relaciones Exteriores (como si ambas partes fueran responsables de lo sucedido), sin ni siquiera mencionar a Rusia de manera explícita, estaban totalmente fuera de lugar y rebasados por los hechos. Ya los tanques rusos estaban en Ucrania. Cierto, horas después corrigió ¿Por qué?
Mi hipótesis es que AMLO había optado por su interpretación conveniente y selectiva de la no intervención en asuntos de otros países que, sumada a la caduca admiración a Rusia aun presente en la izquierda mexicana, lo llevaban a abstenerse en la inminente votación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando la invasión. No hubiera habido consecuencias políticas internas, que parece son las únicas que le importan.
Todo apunta a que eso es lo que iba a ocurrir. Su tibia y superficial reacción, las palabras iniciales de su secretario de relaciones exteriores sin ni siquiera mencionar a Rusia e incluso el hecho de que el representante de México ante la ONU no había participado en las sesiones del Consejo de Seguridad y después apareció en México, son señales de que la posición era insostenible y dicho representante tuvo que viajar para convencerlo de apoyar la condena a Rusia.
Seguramente no fue fácil y como en muchos otros temas, el canciller solo se esfuerza por ser un buen operador de las instrucciones de AMLO, no de orientarlas y menos de modificarlas. Con un jefe así la única estrategia viable es presentar el tema de tal manera que él crea que es su idea y enmarcarlo dentro de sus obsesiones históricas. Parece que se logró y el discurso del representante mexicano en la ONU expresando las razones de su voto en función de las invasiones de las que México ha sido objeto y mencionando innecesariamente que dicha posición “eran instrucciones del presidente de México”, es muy claro. Lastima ver que un ex rector de la UNAM y perteneciente a una familia de académicos destacados tenga que usar esos “argumentos”.
No apoyar de manera decidida la resolución condenando a Rusia hubiera sido el colmo. No solo por un tema de principios ¿Cómo mantenerse al margen cuando un país invade territorialmente a otro, a su vecino, siendo nosotros colindantes con el país mas poderoso del mundo?, sino porque ello hubiera significado una confrontación directa con Estados Unidos, promotor de la iniciativa y para quien el asunto era de suma importancia. Biden está invirtiendo gran parte de su capital político y los únicos países que se abstuvieron fueron China, India y los Emiratos Árabes Unidos. Obviamente, Rusia, como miembro permanente de dicho consejo, vetó la resolución.
Todo esto ocurre en medio de un momento tenso en la relación México-Estados Unidos. La tolerancia cero del presidente mexicano a cualquier crítica y la necesidad de distraer de tantos temas que no están funcionando, incluyendo las preguntas aun sin respuesta en el tema de su hijo, su forma de vida y su trabajo en Estados Unidos, lo llevaron a escalar a nivel de pleito las declaraciones del secretario de Estado del gobierno estadounidense que mostraron preocupación por los periodistas asesinados en México.
Hay también cuestiones de forma. El presidente mexicano reclama, desde su conferencia matutina, que USAID financie a la organización que destapó el tema de su hijo acusándolos de apoyar organizaciones que “están en su contra”. Desde ese mismo espacio acusa que el secretario de Estado no está bien informado. Incluso aclara que “por diplomacia” no ha tocado esos temas con el embajador estadounidense, sin embargo, los toca en una ¡conferencia de prensa!
El secretario de Estado de Estados Unidos no es Carlos Loret de Mola, USAID no es una organización de Claudio X González. El gobierno de Estados Unidos no es un partido político de oposición a quien se puede atacar públicamente.
Por si tenía alguna duda, AMLO recibió la respuesta por la misma vía pública. Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca simplemente respondió, en conferencia de prensa, que los asesinatos de periodistas en México son hechos indiscutibles.
Y en todo este escenario ¿alguien sabe que hace el embajador mexicano en Estados Unidos?
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